Huelga general en varias ciudades de Irán tras el asesinato de Mahsa Amini
Medios de comunicación iraníes han anunciado el inicio de una huelga general en varias ciudades para protestar contra el brutal asesinato de la joven kurda Mahsa Amini de 22 años. Amini fue arrestada por la Policía de la Moral por no llevar bien el velo, prenda obligatoria para todas las mujeres en Irán. Después de varias horas detenida y expuesta a una “sesión de reeducación”, Amini fue trasladada al hospital, donde llegó sin signos vitales. La joven, oriunda del Kurdistán iraní, sufrió un ataque al corazón a consecuencia de las palizas y torturas sufridas en comisaría.
Este asesinato ha conmocionado profundamente a la sociedad iraní, especialmente a las mujeres, quienes sufren una fuerte opresión por parte del régimen de Teherán. Después de varios días de protestas en distintas partes del país, algunas localidades han comenzado una huelga general, según informa Iran Internacional.
De momento, se han publicado vídeos de huelgas en Sanandaj, Saqqaz, Baneh y Mariwan, ciudades del Kurdistán iraní. Aunque también se han reportado huelgas en la provincia de Azerbaiyán Occidental, como Urmía, Bukan o Piranshahr. Iran Internacional añade que comerciantes de Yavanrud y Kermanshah, al oeste del país, también se unieron a la huelga.
En los últimos días, las autoridades iraníes han amenazado a sindicatos y comercios para que no participasen en la huelga en protesta por la muerte de Amini. Sin embargo, el Centro de la Cooperación de los Partidos del Kurdistán iraní, así como otros partidos y activistas de la región, anunciaron una jornada de huelga general. Asimismo, hay programadas manifestaciones en el centro de Teherán y en la Universidad de Tecnología de Sharif.
“Mujeres, vida y libertad” y “¡muerte al dictador!” son los lemas que encabezan las protestas por la muerte de Amini en varios lugares de Irán, país que ha endurecido las normas de vestimenta de las mujeres desde la toma de poder del actual presidente, el clérigo Ebrahim Raisi.
De hecho, recientemente, las autoridades han planteado utilizar el reconocimiento fácil para identificar a aquellas que no cumplan con la nueva normativa sobre el velo islámico, anunciada el pasado mes de agosto. Esta ley sobre hiyab y castidad prohíbe, por ejemplo, publicar fotos de mujeres sin velo en Internet. A consecuencia de esta nueva estricta normativa, la Policía Moral ha adquirido más influencia y se ha vuelto cada vez más violenta.
Lo que le pasó a Amini no es algo inusual. Activistas iraníes muestran frecuentemente vídeos de mujeres a las que detienen y obligan a subir a furgones policiales, como le ocurrió a Sepideh Rashno, de 28 años, el pasado mes de agosto. Después de ser acosada en un autobús por llevar “ropa inapropiada”, Rashno fue arrestada y torturada por las fuerzas de seguridad. Rashno logró aguantar los golpes, aunque no terminó ahí su castigo. Tras la “sesión de reeducación” la joven iraní fue obligada a confesar su “crimen” en la televisión estatal.
Las mujeres iraníes, tanto en el país como en el extranjero, piden más visibilidad y apoyo contra lo que consideran un “régimen de apartheid de género”, tal y como señala la activista Masih Alinejad en Twitter. En este sentido, las redes sociales se han convertido en una importante plataforma para cientos de mujeres que han mostrado su rechazo a las políticas misóginas del Gobierno iraní. Cortarse el pelo o quemar el velo islámico son algunos de los actos que graban y publican las mujeres en protesta al brutal crimen.