Marruecos prorroga el estado de emergencia sanitaria hasta el 10 de abril
El Gobierno de Marruecos ha emitido un comunicado oficial en el que informa que el estado de emergencia sanitaria se mantendrá en todo el territorio nacional, al menos, hasta el próximo 10 de abril: “El Consejo de Gobierno, reunido en Rabat, decidió prorrogar el estado de emergencia sanitaria en todo el territorio nacional hasta el 10 de abril de 2021, como parte de los esfuerzos para combatir la propagación de la pandemia”. Con esta prórroga, alargan el estado de emergencia que fue decretado el 19 de marzo del pasado 2020, superando, tras esta medida, el año de duración.
La semana pasada se tomó la decisión de mantener el toque de queda, vigente desde el 23 de diciembre, hasta mediados de marzo. Los ciudadanos marroquíes deberán seguir quedándose en sus casas sin poder transitar por la vía pública entre las 21:00 y las 6:00. Además, los restaurantes, supermercados, tiendas y demás comercios continuarán cerrando a las 20:00. Todo ello decidido en base a “las recomendaciones de la Comisión Científica y Técnica sobre la necesidad de mantener las medidas y procedimientos necesarios para luchar contra la COVID-19”, según las autoridades del Reino.
También se deberá esperar para reabrir los pasos fronterizos entre España y Marruecos. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla continúan con sus accesos totalmente cerrados a escasas semanas de cumplir un año desde su clausura. Desde entonces están únicamente habilitados como corredores humanitarios para las repatriaciones acordadas por las autoridades competentes en la frontera sur de las ciudades.
El borrador del nuevo decreto que renueva el estado de emergencia sanitaria del 10 de marzo al 10 de abril permitiría a la autoridad gubernamental que encabeza las competencias de interior tener una mayor libertad para tomar las medidas que consideren oportunas según la evolución de la pandemia. Es más, los gobernadores tendrán más independencia a la hora de tomas decisiones, así como los trabajadores de las prefecturas. Mantener el orden público, sobre todo en materia de salud pública, se ha convertido en el objetivo prioritario de Marruecos que espera poder mejorar sus cifras de contagio gracias a estas nuevas medidas.
Y es que el reino alauí, que cuenta con más de 35 millones de habitantes, ha registrado oficialmente 484.753 casos diagnosticados de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, incluidas 8.653 muertes. Con poco más de 500 nuevos casos detectados diariamente, la pandemia parece estar disminuyendo en Marruecos, pero también se debe tener en cuenta que cada vez se realizan menos pruebas de detección del virus, ya sean PCR o de antígenos. La crisis sanitaria tuvo un impacto desastroso en la economía del país y la tasa de desempleo alcanzó el 11,9% en 2020, desde el 9,2% del año anterior, debido a la crisis de salud y la sequía.
El Gobierno presidido por Saad Eddine El Othmani ha suspendido todos los vuelos con una quincena de países durante las últimas semanas. Entre ellos, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suecia o Sudáfrica. Esto, junto con la campaña de vacunación que están llevando a cabo, hace que se espere poder contener la pandemia y poder comenzar a pensar en la recuperación económica. La movilización de todo el personal sanitario disponible para administrar la vacuna ha conseguido inmunizar hasta el momento a más de 3,7 millones de ciudadanos marroquíes, según el Ministerio de Salud. Las vacunas que están utilizando para su población son la británica AstraZeneca, de la que han adquirido hasta el momento siete millones de dosis, y la china Sinopharm, con un millón de dosis.
También existe la incógnita que suponen las diferentes variantes del virus. Aún no se tienen evidencias de que las vacunas que se están distribuyendo, tanto las dos adquiridas por Marruecos como las de Pfizer o Moderna, ofrezcan inmunidad contra cepas como la británica o la sudafricana. Por el momento, el Ejecutivo marroquí prefiere mantener las restricciones a la espera de que se resuelvan algunas de estas cuestiones.