Más de 200 afganos llegan a Estados Unidos en el primer vuelo de evacuación
En la madrugada del viernes un avión con 221 afganos, incluidos 57 niños y 15 bebés, aterrizó en el aeropuerto internacional Washington Dulles, en la capital estadounidense. Este vuelo es el primero dentro de un plan estadounidense para evacuar a los ciudadanos afganos que han colaborado con los militares de la OTAN. Estos trabajadores, al igual que sus familiares, se encuentran en el punto de mira de los talibanes debido a su vínculo con las tropas extranjeras.
“Este vuelo representa el cumplimiento del compromiso de Estados Unidos y honra el valiente servicio de estos afganos al ayudar a apoyar nuestra misión en Afganistán y, a su vez, ayudar a mantener nuestro país seguro”, declaró Russ Travers, asesor adjunto de seguridad nacional.
Esta misión de evacuar a los ciudadanos afganos en situación de vulnerabilidad se denomina Operation Allies Refuge (Operación Refugio de Aliados) y cuenta con un gran respaldo entre los políticos tanto demócratas como republicanos. El pasado jueves el Congreso de Estados Unidos aprobó conceder 8.000 visas adicionales y 500 millones de dólares en fondos para el programa de visas para los afganos.
También se aprobó un fondo de emergencia de 2.100 millones de dólares. “La financiación incluye ayuda humanitaria para la inevitable avalancha de afganos que huyen a los países vecinos. Naciones Unidas han estimado que podría aumentar a 500.000 refugiados en los próximos meses”, señaló Patrick Leahy, presidente del Comité de Asignaciones del Senado de Estados Unidos.
Los 221 ciudadanos de Afganistán que acaban de llegar se unirán a los otros 70.000 que se han trasladado a Estados Unidos desde 2008 gracias al programa especial de visas. Por otra parte, se espera que los siguientes vuelos traigan a más de los 700 solicitantes que actualmente se encuentran en el proceso de obtención de visados. “La razón por la que estamos dando estos pasos es porque se trata de personas valientes”, declaró Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “Queremos asegurarnos de reconocer y valorar el papel que han desempeñado durante los últimos años”, añadió.
Los que ya se encuentran en territorio estadounidense se quedarán unos días en una base militar en Forte Lee (Virginia) para pasar unos exámenes médicos. Al llegar les hicieron pruebas para detectar el coronavirus y los que lo desearon, recibieron vacunas, informó Tracey Jacobson, diplomática que dirigió la operación.
Por otra parte, desde Kabul, la embajada estadounidense no ha querido facilitar demasiada información acerca de los solicitantes de asilo. Charlotte Bellis, reportera de Al Jazeera, aseguró que la embajada en la capital afgana ha sido “muy reservada” acerca de los vuelos de evacuación. Bellis explica que la delegación diplomática estadounidense “están increíblemente preocupados por la seguridad y la privacidad de los intérpretes”. “Les preocupa que si se llega a conocer alguna información sobre quiénes son estas personas y cómo están saliendo, podrá en peligro a los evacuados”, agregó la periodista de Al Jazeera.
Los trabajadores que han tenido relación con unidades extranjeras llevan tiempo alertando sobre su situación. “Si trabajas un solo día para una fuerza de la coalición, o apoyas un solo día a las fuerzas de coalición, te matarán”, advierte un traductor afgano a ABC News. Las mujeres se enfrentan a un riesgo todavía mayor al desempeñar un puesto de trabajo que los talibanes consideran inadecuados para las mujeres.
El Gobierno británico también ha trazado planes para evacuar a estos ciudadanos. El pasado junio aterrizó en Birmingham el primer grupo, mientras Londres espera acoger a más de 3.000 trabajadores. Esta medida, impulsada por el secretario de Defensa, Ben Wallance, y la ministra del Interior, Priti Patel “reconoce los riesgos que enfrentaron estas personas en la lucha contra el terrorismo además de recompensar sus esfuerzos”, tal y como explica Patel. Asimismo, la ministra subraya que su Ejecutivo tiene la “obligación moral” de facilitar asilo a estas personas. Desde 2014 más de 350 traductores han sido asesinados por los talibanes, mientras que múltiples organizaciones han denunciado en repetidas ocasiones la violencia que sufren los intérpretes.
Canadá también se ha comprometido a evacuar a los trabajadores que ayudaron a las tropas canadienses. “Las personas que han trabajado para Canadá, y que por lo tanto tienen absolutamente el derecho de venir a Canadá, deberían subirse a esos aviones lo más rápido posible”, declaró Chrystia Freeland, viceprimera ministra canadiense. “Nuestro deseo es avanzar muy rápido con este proceso”, añadió Freeland.
Mientras tanto, la influencia talibán aumenta y se extiende por todo el país asiático. El anuncio de la retirada de tropas extranjeras ha intensificado los ataques y ofensivas del grupo fundamentalista. Por otra parte, portavoces talibanes aseguran controlar el 90% de las fronteras de Afganistán.