Miles de refugiados sirios están sometidos a condiciones “inhumanas” en los centros de Libia
Los sirios continúan emigrando de su país. La preocupante crisis económica que atraviesa Siria, sumado a la escasez de alimentos y medicamentos, además de las secuelas de la guerra civil, ha conducido a que miles de sirios dejen atrás sus hogares con el fin de labrarse un futuro mejor. En este contexto, Libia sigue recibiendo a refugiados sirios, la mayoría de ellos procedentes de la gobernación de Daraa, en el sur del país.
Estas nuevas oleadas de refugiados tienen el propósito de migrar a Europa e intentar escapar de las difíciles condiciones de vida derivadas del conflicto y de las medidas impuestas por las fuerzas gubernamentales en las zonas que controlan, en particular el reclutamiento forzoso.
Sin embargo, la situación de los centros de migración y detención en Libia estarían cometiendo violaciones sistemáticas de los derechos humanos contra la población refugiada siria. ONGS libias denuncian que el número de migrantes sirios retenidos en los centros de detención superan la cifra de 200, y señalan que “están siendo tratados de forma inhumana y sometidos a torturas y privación de alimentos y medicinas”. Junto a esto advierten que algunas denuncias presentadas por familiares indican que las autoridades responsables del centro solicitan rescates de hasta dos mil dólares a cambio de la liberación de los detenidos.
Asimismo, el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos criticó lo que describió como prácticas “inhumanas” cometidas por las autoridades libias contra cientos de migrantes sirios detenidos en sus cárceles y ha apelado a realizar una “intervención inmediata” para poner fin a estos “abusos de la dignidad humana”.
Además, el observatorio responsabilizó al gobierno libio de todas las prácticas “arbitrarias” que se producen dentro de las cárceles y centros de detención, y ha señalado que el Gobierno tiene “la responsabilidad de implementar las normas locales e internacionales pertinentes”.
El Euro-Med Monitor se ha sumado a estas denuncias y ha pedido al gobierno libio que abra una investigación urgente sobre las condiciones de detención de cientos de migrantes sirios que sea capaz de poner fin a todas las prácticas arbitrarias e ilegales en su contra, además de responsabilizar a todos los involucrados en estas atroces violaciones.
Junto a esto, exhortó a la Misión de las Naciones Unidas en Libia y a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos a realizar visitas sobre el terreno en las cárceles y centros de detención, revisar las condiciones de detención y presentar informes documentados a las autoridades competentes de las Naciones Unidas. Con ello pretenden que los órganos competentes tomen todas las medidas posibles para limitar las violaciones de los derechos de los migrantes detenidos en el país.
Por su parte, el investigador del observatorio, Youssef Salem, expresó que varios detenidos informaron que fueron sometidos a tratos humillantes, “incluyendo golpes y la no proporción de alimentos adecuados, además de suministrar agua potable solo dos veces al día”.
Igualmente, señaló que los detenidos se ven obligados a pagar sumas de dinero por más de mil dólares, a cambio de su liberación, a través de lo que se conoce como “corredores” que recibirían estos fondos a través de acuerdo entre ellos y directores de prisiones.
Según el observatorio, los ex detenidos afirmaron que las administraciones penitenciarias y los centros de detención siguen una política de negligencia médica contra los detenidos enfermos, y no les brindan el tratamiento necesario, especialmente a los que padecen enfermedades crónicas, lo que habría provocado la muerte de al menos un sirio detenido y el deterioro de la salud de otros. De acuerdo con Médicos Sin Fronteras “dos centros de detención en Libia se encuentran en una situación médica catastrófica y las personas detenidas son las víctimas más directas”.
Del mismo modo concluyó la directora regional de Amnistia Internacional para Europa Oriental y Asia Central, Marie Struthers, tras afirmar que “decenas de miles de personas refugiadas y migrantes están retenidas en una zona en la que el conflicto se intensifica. Quienes tratan de huir por mar corren el riesgo de ser interceptadas y devueltas a centros de detención, a menudo en zonas de conflicto. Europa es cómplice de estos abusos”.