El director del Centro para el Diálogo Interreligioso Juan Pablo II nos habla sobre Marruecos como un país pionero en la convivencia entre musulmanes y judíos

Peter Dziedric: “Marruecos está haciendo mucho para fomentar la convivencia entre musulmanes y hebreos”

GUILLERMO LOPEZ/ATALAYAR - El director del Centro para el diálogo interreligioso Juan Pablo II, Peter Dziedric

En el marco de las jornadas organizadas por la United Religions Initiative-Middle East and North Africa (URI), hablamos con el director del Centro para el Diálogo Interreligioso Juan Pablo II y miembro de la URI, Peter Dziedric, quien se ha dedicado al estudio cultural del mundo islámico. Él nos presenta cómo Marruecos está tomando un papel trascendental en la lucha contra el terrorismo a través de la educación religiosa de una forma pacífica. Además, nos explica cómo el Reino está siendo un símbolo de convivencia entre la cultura islámica y hebrea en un momento en el que Jerusalén continúa siendo escenario de importantes episodios de violencia. 

Señala que, en la región, “Marruecos se ha convertido en un importante ejemplo de convivencia entre musulmanes y judíos. Las políticas que está tomando Marruecos, fomentado la convivencia entre hebreos y musulmanes prometen quedarse y eso hace que el país se haya convertido pionero en este tipo de políticas”. 

Dziedric afirma que “Marruecos tiene una extraordinaria cultura hebrea. Hay muchas personalidades hebreas importantes viviendo en Marruecos”. Junto a esto indica que el reino alauí “se ha convertido en un sitio contemporáneo de turismo para los judíos no sólo de Israel, también de Estados Unidos y Canadá”, fruto del apoyo de esas políticas de convivencia. 

“La cultura espiritual de Marruecos y su cultura religiosa en cuanto al judaísmo es una apertura de relaciones entre Marruecos e Israel y la diáspora judía. Creo que Marruecos está haciendo mucho en el apoyo por fomentar esta interculturalidad, creando un espacio seguro para que las personas vengan a visitarlo. En cuanto a la cultura, el patrimonio y las actividades culturales, Marruecos es un líder muy fuerte en el trabajo para el perfeccionamiento de la cultura con el fin de prevenir el extremismo y el yihadismo”, lo que le convierte en un país muy atractivo para el turismo. 

Por tanto, esto indica que “Marruecos está haciendo un gran trabajo al definir su cultura sufí. Ahora es un líder creando una narrativa sufí alejada de la violencia. En Marruecos la gente está muy interesada en el islam como un camino a través del cual se puede conseguir la autorrealización y la paz. Está enfocado en hacer el cambio desde esta filosofía, para ello es importante la creación de un diálogo honesto. Marruecos lo está haciendo, escuchando a las personas y a sus preocupaciones”.

Ha afirmado que en Marruecos “los espacios sufíes marroquís ofrecen la oportunidad de reunir a los jóvenes. Esto proporciona un espacio diferente, alternativas para reunirse y evita la contribución del extremismo. Marruecos es un país que ha invertido en su cultura para crear paz. Marruecos está creando una cultura de no violencia”. 

Además, declara que “si Marruecos hoy es un país desarrollado en esos términos a la hora de crear este tipo de espacios es porque hay una fuerte cultura más que en cualquier otro país islámico. Por ejemplo, en Jordania tienes una historia de sufismo, pero no tienes tantas iniciativas para preservar estos espacios. Marruecos es probablemente el líder en la preservación y en la promoción de la narrativa sufí y en el islam. Es esa narrativa del islam y del sufismo lo que también frena el terrorismo y el extremismo religioso”.

“El Estado de Marruecos ha liderado una serie de iniciativas muy interesantes para combatir el extremismo religioso. Marruecos es un país definido por el sufismo y con una marcada espiritualidad islámica. Marruecos ha conseguido esto a través de la defensa de una cultura histórica. También lo han hecho promocionando la cultura religiosa y la convivencia a través de la creación de unos espacios donde se instruye a los imanes”, afirma.  

“Estas instituciones se han convertido en centros regionales por todo el Magreb. Sí Marruecos se ha convertido un hub de educación religiosa para toda la región es por sus iniciativas, están haciendo un gran trabajo para entrenar comunidades y combatir el extremismo”, concluye.