La primera plataforma gubernamental de observación espacial construida en España partirá a mediados de semana por vía aérea rumbo a Sudamérica para preparar su despegue

El satélite español Ingenio viaja de Madrid a la Guayana francesa para ser puesto en órbita en noviembre

photo_camera PHOTO/Airbus DS - El gigantesco cuatrirreactor Antonov An-124 de la compañía rusa Volga-Dnepr cargará el contenedor que aloja Ingenio tras levantar el morro del aparato o por la rampa que existe en su parte posterior

El arranque de las actividades que ponen en marcha la campaña de lanzamiento del satélite electroóptico español Ingenio va a comenzar de forma inminente, en muy escasos días. Un gigante de los aires como es el avión Antonov An-124-100 Ruslan de la compañía rusa Volga-Dnepr ‒especializada en el traslado de cargas voluminosas, pesadas y delicadas‒ llegará a la base aérea madrileña de Torrejón a mediados de la presente semana para embarcar a Ingenio con destino a la Guayana francesa, “desde donde será puesto en órbita el próximo 18 de noviembre (actualizado)”, confirman fuentes oficiales, a bordo de un lanzador europeo Vega. 

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Ingenio viaja protegido en el interior de un contenedor dotado con un sistema de aire acondicionado, “para mantener constante la temperatura y que cualquier incidencia durante el trayecto no altere la alta sensibilidad de sus sensores de observación ni sus equipos a bordo”. Tras un vuelo de algo más de 9 horas sobre el Atlántico, el cuatrirreactor aterrizará en el aeropuerto internacional Félix Eboué de Cayena, la capital de la Guayana francesa, un  Departamento de Ultramar situado al noreste de Brasil y a unos 7.000 kilómetros de París, que forma parte de la Unión Europea en calidad de región ultra periférica. Inmediatamente después de la llegada de la aeronave rusa, el satélite español será desembarcado y trasladado por carretera en un convoy militar hasta la base espacial de Kourou, que dista 65 kilómetros del aeropuerto.   

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En la base espacial le espera una decena de técnicos españoles de la rama de sistemas espaciales de Airbus Defence and Space, la empresa que ha llevado a cabo su desarrollo y fabricación en la factoría de Barajas (Madrid). El equipo partió el viernes pasado desde el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez en un vuelo regular vía París-Orly, desde donde tomó un avión de Air France que cubre los vuelos regulares con la Guayana

Técnicos españoles esperan a Ingenio en la Guayana 

La función del personal de Airbus que ya se encuentra en Kourou es la de comprobar que Ingenio no haya sufrido daños durante su largo viaje y apoyar a los técnicos de Arianespace, la compañía responsable de acondicionar al satélite en el interior del cohete Vega. Catalogado como Vuelo Vega 16 (VV16), le pondrá en órbita a 720 kilómetros de altura dentro de poco más de 40 días, si no surgen contratiempos que retrasen el anunciado despegue. Más conocido entre los profesionales de la industria espacial española como SeoSat ‒acrónimo del inglés Spanish System for Earth Observation Satellite‒, es propiedad del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), una empresa pública del ministerio de Ciencia e Innovación cuyo titular es el ministro Pedro Duque. 

Ultimada la fabricación del satélite, integradas sus cámaras, telescopios y sensores (esto último a cargo de SENER) y superados los ensayos técnicos, la ESA concedió a finales de abril de 2019 el visto bueno para su puesta en órbita. Tras efectuar las pruebas de compatibilidad y simulación de la separación entre el satélite y su vehículo de lanzamiento, Ingenio lleva un año almacenado en la sede madrileña de Airbus Space Systems en España, en condiciones de máxima seguridad y en el interior de una sala con temperatura y presión constantes.

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Como entidad a la que el CDTI le he encomendado la gestión técnica del programa, la ESA es la que ha impartido la orden de salida de Ingenio de España para su traslado a Kourou y dar comienzo a la campaña de lanzamiento, que se prolongará durante unos 40 días y concluirá con la colocación de Ingenio en el espacio a principios del mes de noviembre 

Ingenio es un proyecto que forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS) y también está incluido en el Plan Estratégico Espacial Español 2007-2011. El CDTI puso en marcha la iniciativa con la finalidad principal de ser utilizado para aplicaciones cartográficas, de gestión urbanística y de recursos hídricos, vigilancia medioambiental y para contribuir con sus imágenes determinar el alcance de catástrofes y para aportar una mayor agilidad a las medidas para ayudar a resolver situaciones de emergencia. 

Volará con un micro satélite científico francés 

Como tarea secundaria se dedicara a cumplir misiones de seguridad sobrevolando el territorio español, de manera espacial para la vigilancia de las fronteras terrestres y marítimas y también como instrumento de cooperación con los países de Iberoamérica y el norte de África. Con un peso del orden de los 700 kilos, cuenta con dos potentes telescopios cuyos sensores le permiten captar imágenes digitales de la Tierra en los espectros visible e infrarrojo cercano, con una resolución de 2,5 metros en el canal pancromático (blanco y negro) y de 10 metros en multiespectral (color).

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Pero Ingenio no viaja solo al espacio ni tampoco a la Guayana francesa. El enorme Antonov An-124-100 ruso que aterrizará en muy pocos días en Torrejón aloja en su bodega de carga otro pasajero, que habrá recogido en el aeropuerto de Toulouse (Francia).

Se trata del micro satélite científico Taranis de la Agencia espacial francesa, una plataforma de 152 kilos repleto de sensores que será emplazado a 700 kilómetros de altura. Su misión es observar y aportar datos hasta ahora desconocidos sobre la cara oculta de las tormentas, unos “fenómenos luminosos transitorios” que se producen por encima de las nubes de las tormentas ‒entre los 10 y los 100 kilómetros de altura‒, que no son visibles desde la Tierra pero que producen unas descargas electromagnéticas y luminosas que representan un peligro potencial para la aviación civil y militar. 

El despegue de Ingenio y su compañero de viaje Taranis ha sufrido importantes retrasos por diferentes causas en los últimos 12 meses. En primer lugar por el fracaso en el despegue del vuelo VV15 en julio de 2019, que dejó un año en suspenso los disparos al espacio del lanzador Vega. Después por la pandemia de COVID-19, que obligó al gobierno de Emmanuel Macron a ordenar el 16 de marzo la cancelación de todos los lanzamientos, la suspensión de las actividades no esenciales y el cierre de las instalaciones de la base espacial de Kourou.

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Superadas las restricciones a principios de mayo, el VV16 que le precedía ha sufrido reiterados aplazamientos en su despegue que no se ha podido hacer realidad hasta el 3 de septiembre a causa del mal tiempo en la zona. Entre los satélites que transportaba la misión VV16 se encontraba el micro satélite español UPMSat-2, un demostrador tecnológico de 50 kilos y unas dimensiones de 0,5 x 0,5 x 0,6 metros desarrollado por el Instituto Universitario de Microgravedad “Ignacio Da Riva” de la Universidad Politécnica de Madrid. Pero, por fin, la pareja de satélites Ingenio y Taranis tienen adjudicada una nueva ventana de lanzamiento, que se abre el 18 de noviembre (actualizado) gracias a que las predicciones meteorológicas son favorables, por el momento. 

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