Viaja por el espacio a una velocidad de 126.000 km/h para alcanzar el Planeta Rojo en febrero de 2021

La sonda marciana de Emiratos ya ha recorrido más de un millón de kilómetros

PHOTO/MBRSC - La sala de Control y Seguimiento del Centro Espacial Mohammed bin Rashid de Dubái está preparado para recibir la transferencia de responsabilidad de sus colegas japoneses

La astronave marciana Al-Amal de Emiratos vuela por el cosmos supervisada desde tierra las 24 horas del día para comprobar que funciona de forma óptima y es capaz de alcanzar el Planeta Rojo en febrero de 2021. 

Desde su lanzamiento desde Japón el 19 de julio, a las 23:58 hora peninsular española y a lo largo de los siete días en que navega en solitario camino de Marte ya ha recorrido más de un millón de kilómetros de los 493,5 millones que deben cubrir. Ahora viaja a 126.000 km/h, un centenar la veces la velocidad del sonido si estuviera en la atmosfera terrestre. Durante ese tiempo ha sido sometida a prácticamente todas las intervenciones críticas de la Fase de Lanzamiento y Primeras Operaciones o LEOP ‒acrónimo de Launch and Early Operation Phase‒ que se prolongará todavía durante una semana más.

La campaña LEOP recae también sobre Mitsubishi Heavy Industries, que no solo ha sido la compañía responsable de poner en órbita la astronave marciana de Emiratos sino que también asume el cometido de entregar el control y seguimiento de la sonda a las autoridades emiraties en plenas condiciones operativas.

Es por ello que desde la separación de la sonda del lanzador pocas horas después del despegue desde la base de Tanegashima, los ingenieros de Mitsubishi están comprobando que ningún componente o equipo de a bordo ha sufrido algún tipo de daño que le incapacite para cumplir su cometido de guiar la astronave hasta Marte y, más tarde, poner a funcionar los tres instrumentos científicos que viajan en su interior.

Mediante órdenes enviadas en forma de telecomandos las estaciones de seguimiento de Masuda, Okinawa y Katsuura, los técnicos japoneses han encendido uno a uno todos los equipos embarcados y comprueban que funcionan de forma correcta, que los sensores no ofrecen mediciones erróneas y que no existen fugas en el depósito de combustible.

Transferencia del control y seguimiento

Han cursado las instrucciones para orientar y mantener los paneles solares en todo momento hacia el Sol para tener cargadas de forma permanente las baterías que hacen funcionar los sistemas embarcados. También verifican de forma continuada la temperatura de los equipos para que se mantengan en su rango correcto. De forma secuencial, abren y cierran las válvulas de los impulsores que deben encenderse para aumentar o disminuir la velocidad de la astronave cuantas veces sea necesario.

Los técnicos en tierra que reciben la telemetría de la posición exacta de Al-Amal en el espacio también han recalculado la trayectoria óptima de la sonda para seguir su trayectoria hacia el Planeta Rojo, han transmitido los datos a las antenas para que conozcan la orientación exacta hacia la que tienen que apuntar y han enviado telecomandos para reconfigurar aquellos sistemas embarcados que lo requerían.  

Una vez se haya completada la fase LEOP dentro de una semana, los técnicos japoneses transferirán la total responsabilidad sobre la sonda marciana al Centro de Operaciones de la Misión localizado en el Centro Espacial Mohammed bin Rashid de Dubái, momento en que Al-Amal entrará en la fase de crucero y continuará a la velocidad de 126.000 km/h. 

Poco antes de mediados de agosto, los controladores emiratíes establecerán contacto con la astronave “entre dos y tres veces por semana, con un tiempo de contacto de aproximado seis horas en cada ocasión”, ha confirmado el director del proyecto, Omran Sharaf, quien asegura que la misión interplanetaria “ha consumido varios años de mi vida”.

La sonda enviará sus datos científicos al Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado, que retransmitirá la información recibida al Centro de Datos Científicos ‒también situado en el Centro Espacial Mohammed bin Rashid‒ para su difusión a la comunidad científica internacional. 

Regresan a Emiratos desde Tanegashima

Mientras se completan los acontecimientos antes citados, el personal de la Agencia Espacial de Emiratos y del Centro Espacial Mohammed bin Rashid desplazados a la base de lanzamiento japonesa de Tanegashima para supervisar el despegue han regresado a Emiratos.

Una vez concluida su misión y ultimados los trabajos y la documentación administrativa que cierra la puesta en órbita de la primera misión interplanetaria árabe, la treintena de técnicos tomaron dos vuelos distintos de Etihad Airways en el aeropuerto de Tokio-Haneda con destino a Emiratos. Un grupo de técnicos capitaneado por la presidenta de la Agencia Espacial de Emiratos y ministra de Ciencias Avanzadas, Sarah bint Yousif al-Amiri, llegó al aeropuerto de Dubái, mientras que el segundo equipo encabezado por el director general de la citada Agencia, Mohammed Nasser al-Ahbabi, aterrizaba en el aeropuerto de Abu Dhabi. 

Debido a la pandemia de coronavirus COVID-19, la treintena de técnicos emiratíes se organizó en dos equipos para llegar a Japón antes que la astronave y cooperar con el personal de Mitsubishi en las operaciones de recepción, verificación de su estado e integración en el cohete H-IIA. 

Los equipos se desplazaron el 6 y el 21 de abril y fueron sometidos a los controles obligatorios establecidos por las autoridades sanitarias japonesas y tuvieron que permanecer 14 días en cuarentena antes de poder acceder a las instalaciones espaciales de Tanegashima.

El presidente del país, Khalifa bin Zayed al-Nahyan, confía en que Al-Amal alcance la órbita de Marte en febrero de 2021 para dar inicio a las celebraciones que conmemoran el 50º aniversario de la creación de la Unión de Emiratos Árabes. Por el momento, está satisfecho de que el despegue haya sido “un día de gloria” y la obra “de mentes brillantes y altamente cualificadas” del país.