Opinión

Cinco claves del mundo en 2020

photo_camera Celebración del fin de año en Times Square

La pregunta que surge en el inicio de un nuevo año y una nueva década es hasta qué punto llegarán los extremos que dirigen la mayor parte de los países del planeta, una vez que la moderación tanto de izquierdas como derechas ha dejado del terreno libre a populistas de ambos lados. El último lustro ha supuesto la llegada al poder de nuevos dirigentes y partidos que rompen con la ortodoxia y están imponiendo nuevas reglas políticas, comerciales y hasta culturales. En este sentido, el desarrollo que tenga este 2020 será decisivo, sobre todo con el mascarón de proa que supone la presidencia de la primera potencia mundial. 
     Hemos dejado atrás doce meses muy convulsos en los que han estallado protestas que tienen de fondo las desigualdades sociales en diferentes países, pero también el denominador común de gobiernos conservadores o neoliberales, que según el manual progresista deben tambalearse allá donde se implanten, ya sea Chile o Francia. Aunque ésto no sea norma universal, como demuestran las protestas de Hong Kong o el cambio de rumbo en Bolivia: allí el pueblo actuó contra los excesos de gobiernos comunistas
     El año que comienza conmemorará hechos de gran importancia histórica para la Humanidad, como el 75 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Y las claves para analizar su posible recorrido son estas cinco:
 Estados Unidos
     Los norteamericanos preguntados en la calle parecen asumir que Trump será reelegido, y por supuesto que ganará el impeachment y logrará réditos del intento de destitución. Si eso ocurre, habrá que comprobar si un segundo mandato suaviza su posición proteccionista y aislacionista, o si mantiene las mismas políticas que han llevado a su país a la pérdida voluntaria del liderazgo en cuestiones como el comercio o la defensa medioambiental. 
     Sus rivales demócratas están ante su elección más trascendental, ya que el adversario de Trump debe salir de una de las dos corrientes moderada y más radical que se batirán en las primarias, que tendrán su primera gran cita en el “supermartes” del 3 de marzo
Europa
     Las incógnitas sobre la vida post Brexit comenzarán a disiparse en el segundo mes del año, tanto para el Reino Unido como para la UE. Los británicos saborearán su deconexión del continente en decisiones inmediatas que supondrán su aislamiento y favorecerán la unilateralidad para el nuevo premier Boris Johnson.
     La Comisión Europea de Von der Leyen tendrá que administar un escenario sin UK y con enormes dificultades en el nuevo panorama comercial, político y de defensa común, con Rusia claramente decidida a erosionar al Viejo Continente. El European Green Deal será su principal objetivo.
     La cancillería de Merkel agotará su último año completo antes de las elecciones de 2021, con la búsqueda de un liderazgo alemán y europeo que le sucedan. Cosa que parece difícil para Macron, dado el nivel de rechazo que sus políticas antiprivilegios están cosechando. Italia y España poco podrán hacer por ese liderazgo dando constantes bandazos y bloqueos institucionales con mayorías precarias y una ingobernabilidad en aumento.
Rusia y China
     El Año Nuevo llega con un acuerdo entre el este ucraniano proruso y el gobierno de Kiev, un augurio positivo dentro de la mano de hierro de la potencia rusa. Otro frente bélico con participación de Putin es Siria, donde el fin de la contienda parece próximo y sitúa a Turquía como un actor de creciente importancia, aunque eso le coloque con un pie fuera de la OTAN. Atención al avispero en Libia con la intervención directa del presidente turco Erdogan. 
     China ve cómo su economía capitalista se ralentiza como consecuencia de la guerra comercial, y eso ocurre a un año de que se conmemore el centenario de su Partido Comunista, que sigue aplicando políticas dictatoriales y represivas tras setenta años de República Popular. Sus intenciones pasarán por ganar la batalla tecnológica y seguir sus conquistas económicas con una especie de imperialismo de facto que en África ya conocen bien. 
América Latina 
     Las protestas en Chile parecen tener como objetivo el acoso y derribo al gobierno de Piñera. A los manifestantes no les valen ya las cesiones que el gobernante ha ido introduciendo en el debate social. Distinto es el camino de Bolivia, tras la huida del expresidente Morales por las corruptelas que ha tapado y cometido durante su mandato, y veremos de qué forma esto salpica a países como España, con los asesores del socialismo del siglo XXI, que tanto dinero público recibieron de esos países, ahora en el poder. 
       Venezuela, Nicaragua y México enarbolan ya en solitario esas políticas trasnochadas y claramente nocivas para sus poblaciones. Veremos si el nuevo gobierno de Argentina va en esa misma dirección. Y lo único seguro es que Bolsonaro en Brasil seguirá siendo la víctima preferida de la prensa mundial, ya que ha decidido seguir la estela populista de Trump o Johnson.
Emergencia climática
     La expresión apocalíptica ha venido para quedarse y cualquiera que se niegue a aceptarla será señalado. Es la frase más buscada, empleada y defendida en el año que nos deja, y será la que más proyección tenga en el que entra. La aplicación de los acuerdos de París coincidirá con el escaso compromiso de las grandes potencias a hacer públicos sus planes de reducción de emisiones, especialmente China, el país más contaminante del planeta, aunque a usted siempre le digan que es Estados Unidos. La politización de la lucha contra los efectos del cambio climático que experimenta la Tierra seguirá y se acentuará vistos los beneficios que genera. Fridays For Future y su versión radical Extinction Rebellion llenarán espacios en los medios de comunicación, pero el objetivo efectivo de toda esta lucha demasiadas veces exagerada (la limitación a 1,5 grados del aumento de la temperatura media del planeta) quedará lejos porque no hay consenso mundial para lograrlo, aunque lo haya en el mundo de la ciencia sobre sus consecuencias.