Opinión

Irán y Hizbulah, se suman a Argelia en apoyo al Polisario

Jamal Mechbal

Pie de foto: Un preocupante panorama en el Sáhara que afecta a la labor de las Naciones Unidas.

Las noticias que llegaban este lunes desde Tifarití, localidad situada al este del dispositivo de seguridad levantando por Marruecos en el territorio del Sáhara, no son nada halagüeñas para el Consejo de Seguridad de la ONU, cuya misión es preservar la paz y la seguridad en el mundo. Todo lo contrario, malos augurios se anuncian en todo el Sáhara y más en concreto esa zona donde el Frente Polisario decidió realizar acciones, todas consideradas desestabilizadoras, que atentan contra la paz y la seguridad. Actuaciones que constituyen al mismo tiempo un desafío a la ONU y a la comunidad internacional y una nueva provocación a Marruecos. 

En efecto, el Polisario decidió llevar a cabo varios actos desafiantes y provocadores en esa localidad que van en el sentido inverso al de las últimas resoluciones del Consejo de Seguridad adoptadas el pasado 27 de abril. El Consejo de Seguridad, mediante su última resolución 2414, enviaba un claro mensaje, firme y categórico, en el que rechazaba los intentos del Polisario de cambiar la realidad existente en la zona al este del dispositivo de seguridad, bajo el falso pretexto de que son territorios liberados por el Polisario. Porque con ello, según el Consejo de Seguridad, se viola el alto el fuego y se amenaza el proceso político que patrocina Naciones Unidas. Con esta advertencia la ONU desmentía las pretensiones de ese movimiento sobre lo que intenta poseer y denomina “territorios liberados”.

Como desafío a la ONU, el “polisario” trata de realizar en esa localidad maniobras militares, un desfile militar y una sesión de lo que denomina su Parlamento. Los observadores consideran que estas acciones a pocos días de la resolución 2414 (2018) son un pulso y una respuesta directa de desacato a la comunidad internacional 

En las maniobras se utilizará moderno armamento pesado y sofisticados cohetes y misiles facilitados generosamente por los regímenes de Argelia, Cuba, Venezuela, a los que se sumó últimamente Irán, mediante la organización paramilitar libanesa Hizbulah. 

Toda una solemne y grandiosa generosidad de ayudas bélicas por parte de estos países que contrasta con la ausencia total de estos en lo relativo a las ayudas humanitarias destinadas a los miles de desamparados saharauis que viven en la miseria dentro de los campos de Tindúf y donde si llegan las ayudas de la ONU y de varios países del mundo. Pero, para colmo, los responsables del Polisario se dedican a desviarlas en beneficio personal y para otros menesteres.

Esta provocación que atenta contra la paz y la seguridad, en una zona del Gran Sáhara que por sí ya es desestabilizada por el terrorismo de bandas armadas salafistas, no es un acto fortuito y baladí, sino es fruto de la conjunción de varios elementos en esa zona neurálgica de los que destacamos principalmente:

1-. La situación interna en Argelia, encabezada por un discapacitado presidente de República, donde reina una feroz lucha entre clanes por el poder, en un momento en el que la situación económica y social es catastrófica. Esto anima a algunos sectores, especialmente el militar, para exportar la crisis interna, creando tensiones próximas a su frontera con Marruecos para utilizarlo como argumento para movilizaciones internas y crear ambiente idóneo para que los generales alcancen la Jefatura del Estado, en concreto, el actual viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor del Ejército, Ahmed Gaid Salah.

2-. Irán, mediante su organización paramilitar libanesa Hizbulah - con quien Marruecos rompió sus relaciones recientemente por ayudar al Polisario con material bélico y formación militar – pretende, gracias a esta colaboración con el Polisario, abrir un nuevo frente bélico en la parte más occidental del mundo árabe musulmán, a las puertas de Occidente. Con éste nuevo frente intenta dividir a las fuerzas occidentales (EEUU y UE) para que no estén centradas en Oriente Medio. Creando este frente a las puertas occidentales de Europa hace que sus fuerzas sean repartidas  en dos frentes. Paralelamente, la presencia de Irán, mediante Hizbulah, en esta geoestratégica zona pretende sustituir la presencia de las bandas armadas salafistas (suníes), implantándose en su lugar como movimiento de la vanguardia del chiismo que le permitiríaextenderse por África subsahariana y los países del Magreb.

3-. El Frente Polisario, como organización político-militar, desde la muerte de su fundador en extrañas circunstancias, pasó a ser un instrumento en manos de los militares de Argel y no es ningún secreto que en los presupuestos de Defensa del Gobierno argelino se reservan partidas que son las que financian este movimiento armado. El Polisario no es libre en sus decisiones, ni puede pretender representar al pueblo del Sáhara Occidental marroquí, depende de los intereses estratégicos de Argelia. El principal interés de Argelia es disponer de una salida hacia el Océano Atlántico para disponer de dos fachadas marítimas, una sobre el Mediterráneo y la otra sobre el Atlántico, al igual que Marruecos, España y Francia. Además, tener a Marruecos cercado por el éste y el sur, cortando sus raíces africanas, dejándole solo el mar como vecino. El régimen militar argelino vive todavía con una ideología parecida a la de Alemania en tiempos de Bismark, que consideraba que la grandeza de Alemania solo se alcanzaba a costa y en detrimento de su vecina Francia. Por ello, la solución del Sáhara, en ojos de Argelia, es solo la independencia, separando el territorio de Marruecos, a sabiendas que esta opción no es una solución viable, ni realista. Pero para Argelia seria solamente una fase para pasar a formar parte de su territorio con una pseudo unión.

El actual dirigente del Polisario, Brahim Gali, es el individuo, cuya trayectoria desde su juventud como soldado raso en el Ejército español hasta alcanzar el cargo de “ministro de Defensa” de la RASD, destacó como bélico y radical. Esto, junto a su obediencia total a Argel, le sirvió para encajar a la perfección como el leal servidor del cuerpo militar argelino y encarna las aspiraciones de estos para alcanzar sus sueños, además dentro del movimiento armado denominado Polisario. Precisamente esta lealtad a la soldadesca de Argel, junto a su fama de radical y beligerante han sido las razones por las que el régimen argelino lo eligió como candidato único para el cargo perpetuo de secretario general del Polisario, para suceder a Mohamed Abdelaziz, tras su desaparición.

El radicalismo, lealtad y obediencia de Gali hacen que sus actuaciones al frente del Polisario caminen en paralelo con las aspiraciones de la nomenclatura del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, y su casta militar en el sentido completamente opuesto al proceso político que preconiza las Naciones Unidas para la zona.   

 Marruecos, en un comunicado oficial publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, condenó con vigor las recientes acciones provocadoras realizadas por el “Polisario” en la localidad de Tifarití, al Este del dispositivo de defensa en el Sáhara marroquí y considera “que se trata de una violación flagrante del alto el fuego y un desafío claro a la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU. El comunicado indica que el Reino de Marruecos informó oficialmente al presidente del Consejo de Seguridad, a los miembros del Consejo, al secretario general y a la MINURSO pidiendo que asuman sus responsabilidades y tomar las medidas necesarias contra estos inaceptables actos. 

El comunicado resalta que en el momento en el que el Consejo de Seguridad hace un llamamiento para relanzar el proceso político para alcanzar una solución realista, pragmática y duradera a la controversia regional sobre el Sáhara marroquí, estos actos de provocación socavan seriamente los esfuerzos de las Naciones Unidas.

El comunicado señala de forma directa a Argelia y afirma que Marruecos lamenta que esta escalada que se lleva a cabo “con la bendición y complicidad de un país vecino, miembro de la UMA”, país que viola doblemente su carta constitutiva; “cerrando las fronteras y dando cobijo en su territorio a un movimiento armado que amenaza la integridad territorial de otro país miembro”. Resalta que “este país en vez de respetar los valores de buena vecindad y los imperativos de la estabilidad regional insiste en animar a sus mercenarios del “polisario” con sus acciones desestabilizadoras, con la violación a la legalidad internacional”.  

 Marruecos, en el comunicado, solicita oficialmente de las instancias competentes de la ONU llevar a cabo una investigación  internacional para poner luz sobre la situación en los campos de Tindúf administrados por el “Polisario” en territorio argelino, donde compatriotas y hermanos marroquíes están secuestrados, viviendo en condiciones degradantes e inhumanas, donde las ayudas internacionales son desviadas para ser vendidas en los mercados del país de acogida con el fin del enriquecimiento personal de la nomenclatura del “polisario”.

El comunicado termina haciendo hincapié en que el Reino de Marruecos reitera su determinación de defender su integridad y su unidad territorial con el conjunto del territorio del Sáhara marroquí y solicita de las NNUU, y muy en particular, a la MINURSO, de cumplir su mandato ante las violaciones repetidas del cese el fuego.

Por otra parte, en un comunicado de la ONU se hacía saber que el secretario general, Antonio Guterres, sigue de cerca la evolución de la situación en el Sáhara Occidental y advirtió contra toda acción susceptible de modificar el statu quo. También se hace referencia a la resolución 2414 (2018) del Consejo de Seguridad adoptada el pasado 27 de abril y también para el mantenimiento de un ambiente propicio para iniciar el diálogo bajo los auspicios del enviado personal Horst Köhler, el secretario general hace un llamamiento a la máxima moderación.  

Hay que recordar que en la mencionada resolución 2414 (2018) el Consejo de Seguridad acogía con beneplácito la moderación de Marruecos ante otras provocaciones anteriores, “reconociendo la respuesta mesurada de Marruecos a las inquietudes más recientes con respecto a la zona de separación” como reza en el párrafo. No obstante, cómo se puede pedir a Marruecos que acepte sentarse a negociar con el “polisario” que está tomando medidasque van en sentido inverso a las resoluciones de la ONU y esta empeñado en crear un mal ambiente que imposibilita iniciar negociaciones de buena fe para alcanzar una solución realista y pragmática como recomienda la última resolución. 

Por último, cómo se puede pedir a Marruecos retención y moderación en el momento en que Irán, mediante Hizbulah, está armando y formando a elementos del Polisario con fines geoestratégicos que atentan a la seguridad y la estabilidad no solo de Marruecos, el Magreb y África subsahariana, sino incluso del sur de Europa y las Islas Canarias.