Opinión

Irán y esa guerra que nadie quiere entablar

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F. Javier Blasco Robledo, Coronel (r)

Pie de foto: Banderas de EEUU e Irán.

Las naciones y máxime las grandes potencias y las alianzas de carácter o con posibilidad de actuación militar valoran la capacidad y necesidad de contar con un estamento militar lo suficientemente grande, dotado y capacitado para realizar el planeamiento requerido antes de embarcarse en cualquier operación o intervención en fuerza tanto en defensa de sus intereses, como para contrarrestar los ataques de cualquier hipotético enemigo. Su papel es fundamental por la capacidad de influir en los dirigentes políticos y aconsejarles sobre la conveniencia o no de sus aspiraciones que pudieran derivar al entrar en un conflicto. 

Es cada vez más difícil encontrar a alocados políticos que se lancen a desconocidas aventuras sin escuchar antes los consejos, valoraciones y verdaderas evaluaciones profesionales en las que ellos puedan basar sus decisiones. Últimamente, son por todos conocidas y se ha venido hablando mucho de las “alocadas” decisiones de Trump, tomadas “aparentemente” a la ligera y que han estado a punto de provocar situaciones graves de crisis, conflictos importantes e incluso guerras nucleares.

Si bien es un personaje demasiado estrambótico, engreído, osado y muy atrevido; no es tonto en absoluto, y tras sus corrientes y múltiples bravuconadas siempre hay alguien de su equipo que le “tira de la chaqueta" para llamarle la atención y hacerle reflexionar lo suficiente antes de plasmar su idea personal en algo de lo que se pueda arrepentir. La última de todas ellas y puede que la más sonada, vino como consecuencia de las potenciales represalias norteamericanas tras el derribo de un dron suyo en las proximidades de Ormuz el pasado día 20 de junio porque Irán aseguraba que la aeronave volaba sin permiso por el espacio aéreo iraní al ser derribada.  

Una gran mayoría de analistas, comentaristas y periodistas daban por segura una acción de las que se conocen como quirúrgicas en pocas horas; hasta se llegó a anunciar su pronta ejecución y, al más puro estilo del cine fantástico norteamericano, se produjo la retirada de la orden de ejecución por el presidente en los últimos instantes basando dicho cambio en la bondad, generosidad, raciocinio y humanidad de su presidente. Conmovedora y electoralista historia que, de ser cierta, debería ponernos los pelos de punta a todos los mortales sobre la faz de la tierra, ya que el máximo dirigente, de la todavía mayor potencia económica y militar del mundo, se mueva solo por impulsos y principios personales acordes con su personalísima moralidad, es para estar muy atentos a todos sus movimientos.

Yo, más bien me inclino a pensar, que en lugar de preguntar por el posible número de bajas  -aseguradas en toda misión de bombardeo quirúrgico o no- Trump preguntó y atendió los consejos de sus máximos responsables militares, sobre la conveniencia o no de una intervención militar en Irán y las posibilidades de dicho país a devolver el golpe, cayendo de ese modo en una escalada o bucle de acciones y reacciones; así como sobre las necesidades reales para poder ejecutar, sostener y alimentar una hipotética acción bélica de envergadura prolongada en el tiempo y a gran distancia, que surgiera como consecuencia de dicho ataque.

Sin pretender ser muy exhaustivo en detalles y datos, de los que por otro lado no dispongo, y por ofrecer unas pinceladas de lo que los militares conocemos como el Proceso de la Decisión, a continuación, presentaré un estudio de los Factores en los que se apoya la misma, referidos concretamente a una posible acción bélica sobre Irán. Factores, que si bien se analizan de forma independiente, suelen estar encadenados, influir unos en otros e incluso; solo por la excesiva negatividad de uno de ellos, se puede o debe anular la misión, siempre que las dificultades planteadas sean insalvables. Los mencionados factores son: la propia Misión, el Terreno, el Enemigo, el Ambiente o conjunto de elementos políticos, económicos, religiosos y sociales que influyen en la decisión, los Medios y recientemente se reconoce como uno más y no poco importante la Resiliencia o la capacidad y posibilidad en relativo corto espacio de tiempo de recuperación tras un revés o derrota de importancia.

Tras varios años y múltiples intentos de todo tipo -con no muy buenos resultados- para tratar de influir y corregir la política y las actividades nucleares de Irán y, sólo si lo que realmente se pretende es asegurar la definitiva erradicación de dichos problemas, injerencias, amenazas en materia nuclear y calmar desequilibrio zonal, la Misión, forzosamente, debería orientarse a ejecutar las acciones necesarias encaminadas a cambiar el signo político-religioso del país con la máxima anulación posible de la capacidad de resistencia e intenciones del régimen mediante la destrucción de las instalaciones de su programa nuclear; los centros de lanzamiento, almacenes y lugares de pruebas de sus misiles y la posibilidad de acción o reacción de sus fuerzas militares y paramilitares; de tal modo y manera, que todo ello sirva de cauce para la instauración de una democracia efectiva y duradera de corte occidental.  

Misión clara, pero de muy difícil ejecución por diversos factores que, como se verán a continuación, destacan graves inconveniente: las fuertes raíces religioso-políticas de una importante población, culta, bastante adepta al régimen teocrático, fuertemente controladas por los servicios de inteligencia del Régimen; lo abrupto del terreno y la importancia y el fanatismo de la Guardia Revolucionaria, así como de las milicias paramilitares civiles denominadas Basij repartidas por todo el territorio nacional.   

El Terreno es un factor muy importante en Irán por ser un país muy accidentado que encajona las posibles vías de penetración, desde el mar, entre altas cadenas montañosas de una altitud máxima de 5. 610 m, rematado por una meseta central de unos 1.220 m. de media sobre el nivel del mar. Dos grandes desiertos ocupan gran parte del centro: el desierto de Lut, cubierto de arenas y rocas, y el de Kavir, cubierto de sal en su mayoría. Ambos inhóspitos y casi deshabitados. Por tanto, a nadie se le escapa que una rápida invasión por tierra al estilo de la de Iraq es prácticamente inviable dado que el elevado y compartimentado terreno imposibilita el empleo de Unidades acorazadas y/o mecanizadas en gran parte del país.

Es precisamente la dificultad de este y las lecciones aprendidas de colaboradores suyos en materia de proliferación como Corea del Norte, las que les aconsejaron a dispersar y enterrar a gran profundidad la mayor parte de sus instalaciones donde se lleva a cabo el Ciclo completo de su Programa Nuclear (minas para extraer Uranio e instalaciones de: refinamiento, enriquecimiento, pruebas, reactores que producen Plutonio, almacenamiento y transformación en combustible nuclear). Situación que dificulta mucho su localización, facilita la disimulación, la simulación o el enmascaramiento y exige grandes esfuerzos en inteligencia cercana y lejana, el empleo de múltiples y variados medios y, sobre todo, de bombas de alta capacidad de penetración para intentar llegar hasta el corazón o centro neurálgico de las mencionadas instalaciones. 

Irán, además, con todas sus complicaciones y dificultades orográficas, ocupa un espacio geoestratégico fundamental en Oriente Medio para el control de una basta y rica zona, alberga grandes reservas de metales de todo tipo aún sin explotar, constituye una de las principales reservas de petróleo y gas del mundo y por último, pero no por ello menos importante, domina el angosto paso sobre el Estrecho de Ormuz por donde transita casi un tercio del crudo mundial y cuyo bloqueo o cierre, al ser relativamente fácil, traería consecuencias duraderas y nefastas para la economía mundial.  

En caso de conflicto o fuerte amenaza del mismo, y aunque hipotéticamente Irán no lograra bloquearlo físicamente, el paso de grandes y pesados petroleros por sus aguas sería muy difícil por no decir imposible y totalmente inseguro, a no ser que se realizara en grandes convoyes con una directa y fuerte protección naval y aérea aliada. Razón muy de peso para evitar lanzar amenazas o llevar a cabo acciones de poco calado, pero que aumenten el grado de tensión con Irán. 

En lo referente al Enemigo, todo el que pretenda invadir Irán debe tener presente que sus tropas además de ser bastante numerosas, son variadas en procedencia, métodos de empleo y con diferente grado de adiestramiento según pertenezcan a las Fuerzas Ordinarias, los combatientes de la Guardia de la Revolución (ordinarios o fuerzas especiales) o a las guerrillas paramilitares civiles armadas. La mayoría, salvo los guardianes de la revolución, con bajo nivel de preparación y escasa calidad del armamento individual, acorazado, naval y aéreo debido a su antigüedad, falta de repuestos y obsolescencia tras muchos años de aislamiento al mercado exterior y por las prohibiciones internacionales para compra de armamento de cierta entidad. 

No obstante, cuentan con importantes capacidades en misiles de variado alcance -que sigue probando y perfeccionando incluso en estos días de tensión internacional; han desarrollado las técnicas de reducción del tamaño de las cabezas explosivas para poder ser transportadas en sus misiles, incluidas las nucleares, si las tuvieran y, es uno entre los 9 países del mundo capaz de poner un satélite en órbita. Hace años que compraron a los rusos su sistema de misiles antimisil S-300 de eficacia probada similar al conocido Patriot (USA). 

Cuentan con gran capacidad de penetración, simulación y actuación ofensiva en guerra electrónica y de malware en materia cibernética. Su flota, aunque por tradición no es muy importante, por entidad o las características de sus escasos navíos tipo fragata o corbeta, se sustenta en numerosas pequeñas lanchas rápidas fuertemente armadas con torpedos y misiles y un cierto número de submarinos de bolsillo, también con capacidades similares, lo que hace muy peligrosa la defensa contra ellos si los emplean masivamente contra grandes buques o importantes formaciones navales. 

Igualmente, se puede hablar de las posibilidades de uso de drones; la mayoría copia de modelos extranjeros (espiados, apresados o derribados) y todos de fabricación nacional. Drones que no son de mucha importancia como tales en lo referente a su velocidad, radio de acción y capacidad de transporte de explosivos, salvo que estos sean de alta potencia, tema muy desarrollado por Irán. Basan su doctrina de empleo en combate, salvo en misiones de reconocimiento, en usarlos masivamente, lo que hace más difícil su derribo a no ser que se intensifique el empleo de nuevos medios contra estos medios, como así parece haber sido.

Tiene una gran capacidad de proyección de fuerzas al exterior; para ello, lleva años entrenando y aprovisionando a Hezbollah en el Líbano y Siria, Hamás en Gaza, a las fuerzas pro iraníes en Iraq y Afganistán, a todos los anteriores y una serie de grupos cercanos en Siria y a las guerrillas hutíes en Yemen. Amén de poder desplazar a sus bien entrenadas fuerzas especiales Quds y a la propia Guardia Revolucionaria ordinaria, también desplegadas en Siria e Iraq durante años. Es capaz de constituir con todos ellos, lo que se conoce como los “Grupos Terroristas Asociados”.

Toda esta grande y activa maquinaria bélica -bien adiestrada tras años de combates reales contra el Estado Islámico (ISIS) y otras facciones contrarias- puede ser empleada al unísono o sucesivamente a petición; por lo que su capacidad de poner en jaque a parte o toda la región -y especialmente a los aliados de EEUU en ella- es bastante probable y debe ser tenida en consideración por la dificultad de luchar contra un enemigo asimétrico bien preparado y porque exigirán mantener una gran cantidad de fuerzas en sus países para contrarrestar potenciales ataques, por lo que no podrán ser usadas en Irán en una coalición.

El Punto Decisivo que lleva al Objetivo Final será destruir todo el desarrollo, soporte y suministro nuclear existente, así como el hardware correspondiente y los silos donde almacena sus misiles para dejar al régimen sin capacidad de reacción o represalia y sin herramientas para la negociación posterior. Alcanzar y desmantelar tales instalaciones fijas, muchas soterradas, no es tarea sencilla y precisará de muchos esfuerzos, navales, terrestres y aéreos. La ubicación y protección en el terreno de parte de ellas, obligará al reiterado y certero uso del Penetrador de Artillería Masiva (MOP); sabiendo que, por sí sólo, no está asegurada su total destrucción.

El factor Ambiente es precisamente uno de los más influyentes a la hora de valorar su peso e influencia en el proceso de toma de decisiones. A lo ya mencionado sobre su amplia población, bastante adepta al régimen, bien preparada intelectualmente hay que añadir su descontento por la alta tasa de paro.

En otros aspectos a destacar resaltan el elevado número de drogadictos -aunque las drogas están prohibidas y haber mantenido hasta hace bien poco la pena capital para los traficantes- aumenta anualmente y ya sobrepasa el 20% de la población. Hecho que le hace un país bastante vulnerable y manejable por quien les supla dicha necesidad. Los férreos controles sobre Internet y la información real hacen que en Irán sus habitantes sean informadas a base de “fake news” locales, lo que favorece su adoctrinamiento.   

El sistema teocrático sigue echado raíces a pesar de haber pasado tantos años desde su revolución (1979) y la muerte de Jomeiní, lo que hace que la mayor parte del pueblo crea en aquello que les proclaman sus máximos dirigentes y otros estamentos de gobierno y del Estado perfectamente adiestrados y engrasados. El exhaustivo sistema de control sobre la población por parte de los servicios de inteligencia, la policía y las milicias locales; hace que cualquier intento de levantamiento ciudadano o conato de descontento sea rápidamente “sofocado” por diversos medios incluso los más cruentos. Sólo el denominado “Movimiento Verde” de Junio de 2009 pudo mantenerse despierto durante algún tiempo a costa de grandes sacrificios para la población y los cabecillas.

La mayor parte de los iraníes odian a muerte a EEUU por haber sido uno de los principales artífices junto al Reino Unido (UK) del golpe de Estado que impuso al Sha Reza Pahlevi en 1941 que trajo todo tipo de modas, usos y costumbres completamente contrarios al Chiismo, rama de la religión musulmana que defienden a ultranza y tratan de expandir por todo el mundo. Su odio a Israel como pueblo y por lo que su presencia e historia reciente supone como ofensa al mundo árabe y musulmán es grande y equiparable o superior al de EEUU y sus dirigentes no cesan de proclamar la destrucción del país con todo tipo de medios. Odio, que tradicionalmente alcanza a Arabia Saudípor ser su enemigo natural en el ámbito religioso por defender la rama Suní, opuesta al chiismo y con los que durante años mantienen una soterrada guerra de liderazgo zonal, disfrazada de aspecto religioso. 

Sentimientos, todos ellos, que embarcan a los norteamericanos en el mismo lote y bote que a sus principales aliados en la zona; al que cabría unir en determinadas condiciones, a su vecinoIraq;con el que -a pesar de que los iraquíes son de mayoría chiita- desde la cruenta y fratricida guerra entre ambos (1980-1988) sostienen grandes odios, ansías de represalias y pretensiones de conquista para apoderarse de sus recursos y del espacio que ocupan.   

Las numerosas Resoluciones, bloqueos y sanciones políticas y económicas del CSNU del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a las que se han unido otras muchas de tipo bilateral (principalmente por EEUU) o de diversos organismos de la ONU o laUE,debidas a su siempre controvertido y semi oculto Programa Nuclear -a pesar de ser Estado miembro del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP)-, han resultado que su economíacaiga a una situación muy crítica, falten recursos básicos y piezas de repuesto y, la industria del petróleo no sea lo suficientemente eficaz ni rentable como debiera. 

Solventar dichas carencias es una de las principales razones por la que Irán se avino a la firma en 2015 del famoso y muy beneficioso -para ellos y al resto de firmantes - Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés). Pacto, del que EEUU, bajo la presidencia de Trump, se salió unilateralmente en mayo de 2018 por considerarlo una farsa montada por Obama para lograr “éxitos personales” y consistir realmente en un burdo aplazamiento del programa nuclear. Ya que a los pocos años –máximo 25- quedaría libre de sospecha y legalizado a cambio de ciertos trapicheos y benéficos comerciales para los firmantes y una muy productiva, irresponsable y fuerte implicación de Irán y sus “aliados o afines” en la lucha contra el ISIS.  

Rotura, que ha llevado a restablecer, e incluso incrementar, las sanciones norteamericanas a la economía, las personas y las transacciones de capital y materiales para la recuperación económica e industrial del país, afectando principalmente a la venta de petróleo por la aplicación del sistema SWIFT. Razón por la que han aumentado las tensiones entre ambos y han llevado hasta el punto en el que nos encontramos.

A pesar de todo ello y por increíble que parezca; Irán y los iraníes pasaron de ser considerados como unos parias y vulgares proliferadores hasta hace bien poco, objeto de la atención de la Comunidad Internacional (CI) y haber sufrido multitud de sanciones sobre su economía y fondos en el extranjero, han sabido sortear -legal e ilegalmente- gran parte de las prohibiciones para ir desarrollando el arma nuclear, si no la han conseguido ya; mejorado mucho las capacidades de sus misiles y en la reducción de cabezas explosivas; extendido sus tentáculos en la zona de interés propia; mejorado la capacidad de defensa antiaérea y de misiles y se han abierto mucho a la consideración de la CI. 

Mantiene a su población bastante cohesionada bajo una teocrática dirección político-religiosa y ha conseguido un cierto apoyo (interesado) por parte de la CI a base de presentarse como un país acosado por EEUU y sus aliados en la zona por lo que, de hecho, se le puedan perdonar muchos de sus grandes pecados. Situación, que fácilmente podrá otorgarle un apoyo o protección “oficial” por parte del CSNU gracias al asegurado veto de Rusia y China (principales valedores y socios económicos) para no ser atacado por cualquier potencia o coalición.

En lo referente a los Medios propios; bien sea para intentar cualquier acción bélica de mayor o menor calado u otras de las del amplio abanico que integra lo que se conoce como “zona gris”, en función de lo dicho en el párrafo anterior y salvo que Irán procediese o amenazase de forma desproporcionada. En cualquier caso, habría que actuar de espaldas al CSNU, lo que no deja de crear serias dificultades para la aceptación internacional y hasta de la población norteamericana.

En el primer caso (acción bélica de calado), se precisarán suficientes fuerzas conjuntas y combinadas, bien equipadas, preparadas y equilibradas entre ellas con respecto a los materiales, armamento y adiestramiento; así como de potentes Cuarteles Generales dotados de importantes medios de inteligencia, flexibles y fáciles de trasladar donde se precise. Una vez se determine la entidad de la fuerza multinacional y su grado de adiestramiento, deberán iniciarse determinadas medidas de ablandamiento y prohibición para adelantarse y evitar los previsibles ataques a manos de los grupos terroristas asociados en los países aliados cercanos donde se deberán establecer los centros de concentración, adiestramiento y almacenamiento de abastecimientos de la coalición.  

Hay que contar con la posibilidad de que Irán mantenga determinados apoyos externos, preferentemente selectivos y especiales -hasta encubiertos- procedentes de Rusia y China a base del suministro de misiles y sistemas de defensa, así como información e inteligencia. No se debe descartar que algún país de la zona (preferentemente Siria y hasta Turquía) pueda aparecer en su apoyo, aunque de forma muy limitada. Con tiempo suficiente se deberán acumular gran cantidad de medios y personal para la necesaria aclimatación, entrenamiento y tenerlos dispuestos a alimentar los combates en previsión de que la misión se pudiera prolongar en el tiempo y el espacio.

La mayoría de las acciones deberán correr a cargo de Unidades aéreas de reconocimiento y ataque, fuerzas Paracaidistas, Operaciones Especiales y el empleo masivo de unidades de helicópteros de ataque y fuerzas aerotransportadas de gran entidad. El control del ma rdeberá ser intenso y efectivo para prohibir el acceso a la multitud de pequeños medios fuertemente armados y asegurar la libertad de acción y la seguridad de los medios propios. Una vez se consiga la anulación o destrucción de sus sistemas de defensa antiaérea, la batalla aérea posterior no será complicada por el enorme desequilibrio de fuerzas en este campo.

Las unidades acorazadas y mecanizadas serán de muy poca o nula utilidad salvo que pretendan mantenerse en el terreno durante mucho tiempo, para lo que deberán asegurar una serie de puntos clave como: lugares dominantes, confluencias de las rutas de abastecimiento, posibles avenidas de reacción iraní o de paso obligado de las reservas; solo así se podrá estar en disposición de proteger a las tropas propias. No ocurrirá así con la Artillería Misiles de largo alcance y gran calibre que serán muy necesarias para poder ablandar previa y eficazmente las zonas de acantonamiento y de espera o las rutas de abastecimiento enemigas. 

Las Operaciones de Información (INFOOPS), las Ciber operaciones y Operaciones de Influencia, así como una potente y eficaz acción a cargo de suficientes Unidades de Cooperación Cívico Militar (CIMIC) serán la base para ablandar inicialmente la resistencia pasiva de la población civil o la activa de fuerzas paramilitares regionales y, posteriormente, facilitar la reconstrucción del país, la salida del mundo de la droga, el enlace a Internet abierto, el acceso a suministros básicos, relanzar la economía y la búsqueda de soluciones ocupacionales a tanto joven en paro cual objetivos a más largo plazo; ello supondrá una permanencia sobre el terreno muy dilatada en el tiempo.  

Los medios y medidas de decepción, así como de guerra electrónica y cibernética deben ser potentes y suficientes para actuar como contramedidas de las equivalentes enemigas que serán muchas, eficaces y activas.

La CI lleva años practicando sobre Irán y parte de su población ataques y medidas de variado tipo: cibernéticos sobre redes e instalaciones vitales (centrifugadoras),  así como secuestros y asesinatos de personas influyentes en la política o entre los científicos de relevancia de su Programa nuclear sin haber obtenido más que algunos retrasos; aunque, muy pocos resultados. Seguir por el mismo camino no es la línea de acción más adecuada para frenar a Irán de sus pretensiones nucleares salvo a muy largo tiempo. Sin embargo, la continuada "guerra económica" es la que mejores resultados está dando, aunque no definitivos.

Además del veto del CSNU a cualquier intervención militar, deben ser tenidos en consideración otros puntos como: la situación en UK, tanto política a lo que hay que unir la orientación del reciente primer ministro muy pro Irán y contra la UE y su gran debilidad militar tras años de drásticos recortes en defensa; la firme voluntad de la UE y los países que la mueven (FRA; GER y UK)  junto a China y Rusia de continuar en el pacto con Irán tras la reunión del pasado día 28, lo que les aparta de una posible alianza bélica contra el país; los problemas políticos que atraviesa la UE en general y algunos países como SPA, UK, GER, GRE e ITA con relevos en sus respectivos gobiernos, algunos sin constituir todavía o demasiado flojos para adherirse o tomar decisiones de tal calado; la nula predisposición y falta de capacidades de la OTAN a verse envuelta en este tipo de operaciones y la fuerte oposición unilateral de Rusia y China a entablar dicho conflicto.

Es un mal presagio el nulo éxito de la iniciativa norteamericana de crear una fuerza aeronaval para tratar de cubrir la seguridad durante el tránsito de los petroleros en el estrecho de Ormuz. Iniciativa, que lleva ya casi dos meses sobre el tapete sin que, de momento haya tenido mucha respuesta por parte de la CI. Cosa que también ocurre con la idea británica de montar una operación similar bajo bandera de la UE. 

Tanto Japón como Corea del Sur, además de sus limitadas capacidades militares reales y las limitaciones remanentes en sus respectivas Constituciones para actuar fuera de área, bastante tienen con tratar de contener al molesto “divieso” en su zona (Kim Jong-un) y con mantener su resistencia activa al expansionismo de China por el Mar meridional. 

Las extralimitaciones y exabruptos iraníes con ultimátum, incluido a finales de junio pasado como decisión y reacción unilateral de saltarse los términos del Acuerdo sobre su programa nuclear contra las nuevas presiones impuestas por EEUU y la falta de efectividad y el poco margen de las herramientas puestas por la UE para negociar con ellos (INSTEX) -limitado por el mencionado SWIFT- llevaron a que la CI se “alarmara” por dichos excesos. Alarmas, que realmente fueron más de cara a la galería (fuertes declaraciones) que efectivas tanto en el seno del OIEA como en el Consejo de Cooperación del Golfo a nivel zonal, aprobadas por todos menos por Qatar.  

Del resto de países en la zona, solo quedan como potentes aliados a unirse a EEUU, Arabia Saudí (sin capacidad nuclear) e Israel; ambos sabia y constantemente amenazados por los sicarios iraníes, lo que les resta movilidad y posibilidades de aportar grandes contingentes. Turquía no atraviesa momentos dulces con EEUU ni con la OTAN debido a discrepancias por la compra a Rusia de misiles antiaéreos S-400 y sus consecuencias; tampoco las tienen buenas con la UE, pero sí bastante importantes con Irán con lo que, tal y como se ha mencionado, su posición final es dudosa en caso de conflicto.  

Del resto de los pececillos en la pecera mundial, mejor no hablar, porque son insignificantes en casi todo y más en el aspecto militar, salvo Grecia que acaba de salir de una de las peores situaciones políticas y económicas de su historia, con lo que poco puede aportar.  

El factor Resiliencia, en realidad no se puede estudiar de forma independiente ya que suele actuar sobre cada uno de los anteriores, pero si se puede asegurar, sin temor a grandes desviaciones, que Irán ha demostrado en muchas ocasiones una gran capacidad de resiliencia fundamentalmente por su enorme recuperación militar y de los programas nuclear y misiles bajo fuertes presiones y restricciones económicas internacionales y especialmente de EEUU y tras la mencionada guerra Irán-Irak que causó gran desolación y más de un millón de muertos.

Como Conclusiones finales a lo dicho; sostengo que no es difícil predecir que, tras el estudio de los factores que influyen en la toma de la decisión para la asignación o el cumplimiento de esta misión, aparezcan demasiadas razones que orientan a los estrategas del Pentágono a no entablar ningún tipo de conflicto bélico con Irán; ni siquiera aquellas ya mencionadas de tipo selectivo o quirúrgico porque, con plena seguridad, provocarán reacciones en cadena de muy peligrosas consecuencias políticas, económicas y militares para la CI.

Me reafirmo en que fueron estas razones y no las que se pretendieron vender de cariz humanitario, como propaganda y para mostrar la bondad de Trump, las que frenaron aquella inusitada y enérgica reacción del presidente tras el derribo del dron norteamericano sobre Ormuz.

En la actualidad, estamos atados y atorados por un nudo gordiano, tremendamente complicado: hay dos barcos petroleros (uno británico y otro iraní) apresados en función de ciertas “alegaciones” de ilegalidades a cargo de los mismos. Irán, no solo ha superado ya con creces los límites marcados en el Acuerdo sobre el grado de enriquecimiento y del monto total de uranio enriquecido autorizado a almacenar en su territorio, sino que sigue en su empeño de progresar con el mis o tema y producir agua pesada en la central nuclear de Arak; además, el 4 de julio lanzó un segundo ultimátum de otros 60 días tras el cual seguirá por la senda de los incumplimientos si la CI no atiende a su petición central (la libre venta de petróleo, cerrada por el mencionado SWIFT).

Tras la reunión del pasado 28 de julio, el OIEA, la UE y el resto de signatarios que permanecen en el Acuerdo siguen pidiendo gestos de tranquilidad y coherencia a Irán a cambio de nada efectivo al no estar en sus manos proporcionarlo (solo en las de EEUU) por lo que se puede Irán sigue en sus trece y habrá dudar mucho de la efectividad de los próximos encuentros. La ONU mantiene un gran silencio ante la situación y solo se ha decantado por no aprobar iniciativas de represiones de mayor calado sobre Irán a pesar de la actitud iraní. El hecho de que la CI no haya invocado todavía el mecanismo de resolución de disputas del Acuerdo ante los abusos de Irán, proporciona signos de debilidad frente a Irán y fuertes señales de oposición a las políticas de EEUU-Trump.

Los “Grupos Terroristas Afiliados” a Irán, siguen en sus posiciones, creciendo y con sus hostigamientos selectivos. Ni la iniciativa de EEUU ni la británica para proteger los petroleros que atraviesen Ormuz tienen visos montarse en breve plazo. 

La UE sigue con su proceso de cambio de figuras en los puestos más relevantes y atraviesa uno de los momentos de mayor debilidad militar y política -individual y colectiva- de su historia. UK está a punto de embarcarse en un Brexit duro o hasta salvaje de nefastas consecuencias para todos. Las tensiones económicas y arancelarias entre EEUU y China siguen con sus altos y bajos y otras sobre las tasa a las redes pronto llegarán con sus problemas añadidos.

Trump sigue a lo suyo, está muy contento con su muro y con los apoyos forzados de Guatemala y México para parar y acoger inmigrantes ilegales, por lo que parte de sus ánimos bélicos puedan quedar aplacados. Y, por último, Irán sigue probando sus nuevas tecnologías o avances de sus misiles sin que nadie le tosa.

Tengo la sensación de que toda esta gran melé no haya ocurrido al mismo tiempo por obra de la casualidad. Puede que algunos analistas de peso, más en uno que en el otro bando, la hubieran visto llegar con tiempo, ido propiciando (en algunos aspectos) y decidieran que esta situación y momento serían los más oportunos para actuar con toda impunidad en el convencimiento de que nadie se atreverá a toserles debido a la incapacidad real internacional; salvo que lo hiciera sin analizar adecuadamente estos mismo factores o con poca consciencia de que las consecuencias podrían ser muy graves para TODOS.