Opinión

Límite, 48 horas

photo_camera Saludo entre Pedro Sanchez y Pablo Iglesias

El reloj marcaba las 19,15 horas del sábado 4 de enero cuando el capataz del rancho progresista, Gabriel Rufián desenfundó su ultimátum: “si no hay mesa, no hay legislatura”. Ahí se acabó la función. La investidura estaba asegurada. Con un lenguaje corporal envuelto en el tono victimista de los canallas, el portavoz de ERC se jactó del acuerdo arrancado al candidato a presidente: admisión de un conflicto político, pacto entre iguales, desjudicialización de la política, debate sin vetos, amnistía, calendario y consulta / referéndum”.  Rendición preventiva. 

Diálogo como coartada

Ha sido una victoria del separatismo disparando frases de diseño invocando el Apocalipsis de un partido con 80 años de historia donde el supremacismo, el nazismo, el golpismo y la deslealtad 
contra la II República y contra la Transición han marcado una trayectoria que califican de “antifascista y escrupulosamente democrática”. La única verdad que dijo en todo su discurso fue que era falso el eslogan de que “España nos roba”, cuando les ha servido de filosofía para saquear a la Hacienda común casi 100.000 millones de euros que no piensan devolver porque reivindicarán una deuda histórica por ese importe (o superior) en mitad de la Mesa negociadora. Rufián es un matón chantajista. 

Participante en el debate de investidura

En ese momento, el primer plano de Pedro Sánchez reflejaba que el martes superará -a la tercera va la vencida- la investidura, apoyado principalmente por condenados por sedición, fugitivos, inhabilitados, comunistas bolivarianos, bilduetarras y peneuvistas meapilas que recogen  nueces de Navarra con el apoyo del PSN.  A nuestro hombre le da igual. Sillón y colchón para dormir en La Moncloa y el Falcon listo en Torrejón. Poder sin límites ni controles hasta el 2024.

El Arcángel Gabriel, reconvertido en un hombre de Estado, aunque vestido de Borsalino -le faltaba el sombrero- despejó todas las dudas que quedaron en suspenso 24 horas antes cuando la Junta Electoral Central decidió con la ley en la mano - gracias Rosa Díez- inhabilitar a Torra y a Junqueras

Una victoria del separatismo sin más violencia que la de saber que este gobierno progresista es el más débil y vulnerable. “Los peajes a ERC, Teruel existe, BNGa, Compromís, Nueva Canarias, Bildu y PNV son solo para la investidura”, recordó Inés Arrimadas. La líder centrista y liberal estuvo cumbre. 

Pedro Sanchez armará un nuevo gobierno de al menos 23 o 24 departamentos con tres vicepresidencias que pueden duplicar fácilmente los cargos y los gastos del Ejecutivo de Rajoy. El precio de cada proyecto de los PGE y de cada iniciativa parlamentaria nos costará un riñón a cada contribuyente.

Participante en el debate de investidura

Palabras de un mentiroso

El candidato socialista comenzó por el final: “No se va a romper España. No se va a romper la Constitución”, sabiendo que este era el punto más sensible tras aceptar el “conflicto político y el lenguaje de los separatistas”. De hecho, habla y piensa ya como líder del proceso. No es fácil predecir que el futuro presidente del Gobierno de España solo tiene dos enemigos: los constitucionalistas y, por ende, la Ley de Leyes.

El diálogo es como la fórmula de Fierabrás para calmar todos los males del pasado y del futuro con cheque al portador por sesión plenaria. Incluso, el doctor Sánchez ha heredado el victimismo nacionalista. La culpa de que no haya gobierno en España tras 18 meses mandando a golpe de decreto 
-Ley lo tienen la derecha, la derecha extrema y la extrema, extrema derecha. A su juicio, todo el que no le vota, es un facha alineado con Casado, con VOX y con Ciudadanos.  Cabe preguntarse si este hombre está en su sano juicio.

Participante en el debate de investidura

A Ana Oramas, -¡valiente!- que argumentó su NO definitivo con brillantez la cortejó hasta la indecencia y Arrimadas desveló que es un manipulador compulsivo y un mentiroso al recordarle que su primer punto para darle el apoyo en su conversación privada fue que no pactase con UP, no un pacto educativo.  Ya sabemos que su palabra vale menos que nada.

Luego el aspirante desplegó un programa electoral donde no explica de dónde sacará los 35.000 millones de euros que se van a gastar de más en la agenda social que va desde el cambio climático a la protección a los animales. Desmantelará la reforma laboral del PP, subirá el SMI, castigará a las pymes y a los autónomos y consagrará el poder adquisitivo de las pensiones en la Carta Magna. Un despropósito. 

Todo será beatifico excepto para los ricos que ganen más de 160.000 euros. El cuento de la lechera para volver a ordeñar a las clases medias hasta que el paro y la ruina nos lleven directamente a la cartilla de racionamiento. Las cuentas de los PGE/2020 no cuadrarán jamás, Bruselas dirá que no y Pedro y Calviño nos seguirán mintiendo diciendo que no pero sí. Más embustes.

Participante en el debate de investidura

Mirar para otro lado

El doctor Sanchez lee como un papagayo los discursos, réplicas y contrarréplicas, pero como no oye a nadie excepto a sí mismo nunca responde a nada que le pregunte la oposición.  Se nota claramente que él no ha escrito ni una línea. Y que son varios los amanuenses que le preparan cada intervención porque la redacción es distinta. Tres piezas por cada grupo parlamentario. 

No toma nunca notas y se pasa el rato hablando con su única vice, cuya aportación más sobresaliente a la vida política ha sido la de que “el dinero público no es de nadie”. Por tanto, abusa de los papeles. Y repite lo escrito trabándose porque va tan sobrado que ni lo lee previamente.

En un momento tan crítico como el de este sábado, Sánchez no defendió a los jueces de la JEC, aceptó sin rechistar la “represión” contra los golpistas y los exilados catalanes por la imputada Borrás (JxCat) y amenazó a la prensa con una ley mordaza para “neutralizar” las “fake news”. Osado y chulo como un ocho tras su lifting de pómulos enyesados de bótox.

Participante en el debate de investidura

Pablo Casado se mostró como un gran parlamentario. Sin papeles encarriló un discurso redondo, exigiendo al presidente que exija a Torra que abandone la Generalidad. Después, el líder del PP denunció el anticlericalismo guerracivilista de Sánchez, los pactos con ERC y PNV y dejó en el aire dos preguntas: "¿Qué narices de conflicto político hay en Cataluña? ¿Cuándo se jodió el socialismo constitucional? El candidato había caldeado el ambiente cuando dijo que en democracia “la ley no es todo” hasta llegar a este inquietante extremo: “hay que combatir la deriva judicial”. Manos libres al separatismo.

Esto quiere decir que el gobierno ni cumplirá ni hará cumplir la Constitución ni el resto de las leyes y que no recurrirá ante el TC las decisiones del Gobierno y del Parlamento de Cataluña. En suma, desmantelará, solo o en compañía de otros, los tres poderes del Estado. Sumisión absoluta al Ejecutivo del Legislarivo y del Judicial. La segunda muerte de Montesquieu tras el asesinato de Alfonso Guerra. 

Participante en el debate de investidura

Santiago Abascal inició su recorrido exigiendo la cárcel para el desobediente Torra y recordándole al candidato que “lo mismo se envuelve en la bandera española que en la estelada” para anunciar manifestaciones contra el nuevo gobierno a partir de la próxima semana. La verdad es que no merece 100 días de gracia porque nos puede desgraciar a todos.

Me abstengo de comentar los elogios de los nuevos ministrarles (Iglesias y Garzón), verdaderos lobos con piel de oveja -corderillos- que potenciaron el mensaje de acoso a empresarios, a la  Iglesia Católica y a los colegios concertados. El vicepresidente Segundo “in péctore” de Unidas Podemos, como un fervoroso párroco latinoamericano de la Teología de la Liberación descubrió el “origen totalitario” de la oposición y advirtió a “los brazos mediáticos” y a “los togados reaccionarios” de las consecuencias de impedir un gobierno de izquierdas. ¡Toma diálogo! Comunismo bolivariano. Y leninista. Su admiración por los golpistas es vomitiva. Y su adhesión inquebrantable al nuevo César socialista -adelante, presidente-, es un guiño al totalitarismo. 

Recomenzar

El candidato tuvo que escuchar cómo la hemeroteca desmontaba una a una todas sus mentiras grandes y pequeñas.  Sabe que este domingo no saldrá elegido por mayoría absoluta, pero en el límite, cuarenta y ocho horas después, la suerte está echada. Los pactos le aseguran el primer paso. Y no empieza el camino en la buena dirección. El precio no ha sido pequeño y cada iniciativa se pagará en oro de ley.

El secretario general del PSOE ha pagado un precio escandaloso e inmoral  por seguir en La Moncloa.  Es rehén voluntario de su propia soberbia. “Ha humillado a España porque es un hombre sin principios ni dignidad”, le espetó Inés Arrimadas en un discurso donde desenmascaró ese falso progresismo con el que se le llena la boca a un candidato que es el principal problema del bloqueo político en nuestro país. 

Pedro Sánchez será elegido presidente del Gobierno el próximo martes. Ya nada será igual porque la revolución de este nuevo tiempo no es más que un disfraz de esta ingeniería social (progresista, faltaría más) cargada de sectarismo, demagogia, feminismo, republicanismo y anticlericalismo. Todo en dirección prohibida de la Carta Magna.

Seguí el debate de principio a fin. ¿Saben cuál fue el mayor momento de gloria para el doctor presidente? Cuando rememoró la exhumación de Francisco Franco. Reitero mi propuesta de concederle una medalla pensionada y vitalicia a él y a la Notaria Mayor del Reino por su inmenso heroísmo. Y adelantó -no lo olviden- que seguirá potenciando la Ley de Memoria Histórica hasta volver a ganar la guerra del 34/39.  A lo mejor exige que Indalecio Prieto y sus amigos devuelvan los tesoros robados y llevados a Mexico en el Vita. De eso y de los Eres, ni pío. 

El diferente trato (humano y parlamentario) que dio don Pedro a los enemigos de España y a los demócratas nos obliga a subrayar que el PSOE -el sanchismo- ha roto definitivamente la mayoría constitucional. Bastarían solo tres socialistas decentes para parar esta locura. Pero no los hay.

A partir del martes, nos espera una legislatura interminable y deshonrosa, tan deshonrosa como esta investidura clandestina. Cada iniciativa legislativa nos costará más y más. En esta primera legislatura populista  desmantelarán las instituciones para ponerlas al servicio del proyecto revolucionario y en la segunda, nos tocará vivir un referéndum contra la Monarquía, el último muro de contención antes de imponer una España plurinacional. 

La segunda jornada de investidura de este domingo de Reyes fue lamentable. La presidenta Marixell Batet se movía como una marioneta con el mando a distancia del candidato. Vergonzoso. Amparó a los etarras y cuperos tras insultar al Monarca y llamarlo fascista. 

El silencio cobarde del doctor “cum fraude” felicitando a los filoterrlrostas de ETA -850 muertos- nos aboca a una Legislatura tormentosa, con un objetivo letal: blanquear a los asesinos vascos.  Tras las críticas de PP y Cs, el representante de Foro Asturias puso a los demócratas del hemiciclo en pie al gritar ¡Viva el Rey¡  Estamos ante la rebelión y el desacato del Parlament con la anuencia del presidente  Sánchez en las Cortes. Un cambio de régimen ha comenzado con el Año Nuevo. Un cambio para cargarse la Transición. Una amenaza colectiva para el centro, la prensa, la Fiscalía, el TS y el TC. 

Aunque nunca fue santo de mi devoción, apelo a don Manuel Azaña: “prefiero una España roja antes que rota”. No comparto el miedo de Casado ante la creación de este gobierno Frankestein. ¡Vaya regalo de Reyes y vaya Pascua!  Bienvenidos al 2020, por cierto, un calendario igual al de 1936. Seguiremos en la Resistencia defendiendo la libertad. La democracia del 78 es más fuerte que la tiranía progresista de Pedro y Pablo.  

BAHIA DE ITACA