Las oportunidades para España del plan ‘Saudi Vision 2030′
Pablo Bravo. Ex embajador de España en Arabia Saudí/The Diplomat
En esta semana va a tener lugar una visita a España del Príncipe Heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, visita que no dudo en calificar de un hito en las relaciones entre ambos reinos tanto por el contexto de la misma dentro de la “ofensiva de encanto”, como definió The Economist su reciente visita a Inglaterra, como por ser España uno de los países seleccionados en esta primera gira mundial del mandatario saudí. Él es, sin duda, el hombre de más peso y responsabilidades en su país, tras su padre, el Rey Salman, con cuyo apoyo y respaldo decididos cuenta.
La relación de temas en cartera es lo suficientemente densa y prometedora para suponer un salto de calidad y de intensidad en los diferentes sectores y asuntos que se van a tratar. España se va a convertir en un “socio estratégico” de Arabia Saudí y ello conllevará una amplia gama de oportunidades para las empresas españolas ya presentes en aquel reino y para otras que están considerando su entrada.
El plan ‘Saudi Vision 2030’ del que es autor y motor el Príncipe Mohamed bin Salman ofrece un amplio espectro de huecos y oportunidades para nuestras empresas en aquellos nichos en las que ya tienen prestigio y ejecutoria acreditados. Pienso en las grandes infraestructuras viales, ferrocarriles, así como en las industrias del agua y la petroquímica.
El sector del ocio va a tener un desarrollo espectacular en Arabia Saudí y España tiene mucho que aportar
Otra ventana novedosa es el ocio. Este sector va a tener un desarrollo espectacular y España, en grandes proyectos turísticos residenciales, parques temáticos, grandes eventos musicales, etc.. tiene mucho que decir y aportar.
Me decía un empresario saudí y -ante mi cierta sorpresa o incredulidad se comprometió a organizarlo él mismo- que una corrida/espectáculo de rejoneo sería un éxito rotundo en un país donde el caballo es un referente icónico. Paradores, restauración de sitios históricos (España ya lo viene haciendo en construcciones de adobe) son frentes muy prometedores.
El riesgo que puede intuirse es que no se haga por nuestra parte un seguimiento minucioso y consecuente de las iniciativas que se abran. Sería fundamental que alguien se preocupara de expandir en España los contenidos y oportunidades de este plan ‘Saudi Vision 2030’, una figura que como en otros países, Inglaterra, por ejemplo, sea más próxima al mundo de la empresa que a la administración pública.
La Embajada saudí en Madrid, reforzada últimamente por jóvenes diplomáticos que dominan el español, tiene también un papel que jugar para conectar más nuestra sociedad, medios, empresas…para expandir dicho plan. Afortunadamente, no existe ningún contencioso con Arabia Saudí y sí contamos con un plus muy nuestro, que es el estrecho contacto, conocimiento y respeto de ambas familias reales.
Esta visita y el reciente viaje del Rey emérito a Riad así lo corroboran. El Rey Felipe VI, que ya viajó a aquel reino y está al corriente del marco de nuestras relaciones, tendrá ahora ocasión de conocer personalmente, departir y ser valedor de los intereses de España ante su huésped llamado a ejercer también altas responsabilidades en su momento.