Los terroristas planeaban perpetrar los ataques el día de Nochevieja

Abortada una cadena de atentados en Túnez

REUTERS/ZOUBEIR SOUSSIA - La operación ha requerido el trabajo conjunto de todas las fuerzas de seguridad de la zona

Túnez continúa bajo la amenaza del yihadismo. Según la agencia Tunis Afrique Presse (TAP), las fuerzas de seguridad han desarticulado una célula terrorista en las ciudades de Menzel Bourguiba y Bizerta, en el norte del país. Los detenidos pretendían perpetrar una cadena de atentados el día de Nochevieja. Planeaban atacar diversas instituciones estratégicas, entre las que se encuentra el cuartel militar de Bizerta. 

Según una fuente de seguridad no especificada, la célula estaba constituida por cinco individuos varones, todos ellos de edades comprendidas entre los 23 y los 35 años. Esa misma fuente ha declarado al diario tunecino La Presse que los terroristas habían pergeñado un ataque complejo y coordinado, en el curso del cual tenían pensado atacar no solo a patrullas de seguridad, sino también establecimientos públicos. Por el momento, no han trascendido detalles sobre el material de que disponían los cinco jóvenes. Asimismo, se desconoce si habían jurado lealtad a un grupo yihadista concreto.

En Túnez, permanece decretado el estado de emergencia desde noviembre de 2015, fecha en que se registró un atentado contra un vehículo de la Guardia Presidencial. Toda prevención, no obstante, parece poca; las detenciones se han producido un día después de que el Gobierno haya decidido reforzar el dispositivo de seguridad desplegado en la frontera con Libia. El país vecino, en la práctica un Estado fallido desde la caída de Gadafi, se ha convertido en un espacio donde numerosos grupos terroristas y del crimen organizado han podido operar a sus anchas. Medios locales, como la emisora Mosaïque FM, sugieren que la medida responde al recrudecimiento de las hostilidades entre el Ejército Nacional Libio de Jalifa Haftar y el Gobierno de Acuerdo Nacional.

De no haber sido por la operación policial, que ha requerido la colaboración de todos los cuerpos oficiales disponibles, el atentado habría supuesto un duro golpe para el país. Túnez, que viene de celebrar elecciones presidenciales, es considerado uno de los países con bases democráticas más fuertes del norte de África. Un ataque el día de fin de año habría tenido un efecto simbólico bastante grave. Bizerta, además, es una de las principales ciudades del país, con una población superior al medio millón de habitantes. Es, igualmente, una ciudad costera; sus playas y su casco histórico suelen atraer un volumen bastante grande de turistas cada año.

Los puntos turísticos del país ya han estado, anteriormente, en la diana del terrorismo yihadista en Túnez. A principios de 2015, afiliados a Daesh penetraron armados con fusiles de asalto en el Museo del Bardo de la capital, famoso en todo el mundo por su colección de mosaicos romanos. 24 personas fueron asesinadas. A mediados del mismo año, otro atentado contra un balneario en Port Kantaoui, junto a la ciudad de Susa, se saldó con 39 muertos y otros tantos heridos. La mayoría eran turistas europeos. En un país que vive, en buena medida, de los ingresos que le aporta este sector, este tipo de episodios suponen un impacto económico muy negativo.

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