Alsa gestionará el transporte urbano de Casablanca
La empresa española Alsa gestionará el transporte urbano en Casablanca, capital económica y comercial del país, tras ganar la licitación convocada por las autoridades de la ciudad. La compañía se ha impuesto a la oferta de la francesa Ratp y duplica su cifra de negocio y actividad en Marruecos tras esta operación, según un comunicado del grupo remitido a los medios de comunicación.
El nuevo contrato tiene una duración de 10 años y supondrá la incorporación de 700 nuevos autobuses para atender a 100 millones de pasajeros al año. La empresa prevé una facturación total de 729 millones de euros en el tiempo que dure la concesión. Alsa ya gestiona el transporte urbano en cinco de las seis ciudades más pobladas del país: Casablanca, Rabat, Marrakech, Agadir y Tánger. La compañía reemplazará en este servicio a M’dina Bus, que ha gestionado el transporte de la urbe desde 2004.
La empresa asegura que pasará en 2020 a gestionar una flota de 1700 vehículos en Marruecos con los que dará servicio a más de 350 millones de viajeros al año y tendrá una facturación de 174 millones de euros anuales. La puesta en marcha del nuevo contrato, el mayor operado por una empresa de transporte española fuera del país, se realizará en dos fases. En la primera, hasta noviembre de 2020, operarán 400 autobuses al tiempo que se acomete un plan de modernización y mantenimiento de la flota, junto a los procesos de formación de personal y construcción de nuevas instalaciones. En la segunda, a partir de noviembre del próximo año, se incorporarán más de 700 autobuses nuevos, que sustituirán a los anteriores, y a la implantación de la nueva red.
Alsa ha anunciado implantará un sistema de transporte con WiFi y cámaras de video vigilancia a bordo en los autobuses de Casablanca. Además, se formará a los conductores en sistemas de seguridad activa y pasiva. La compañía también ha comunicado que los autobuses contarán con la tecnología Euro V y Euro VI que garantizarán las mínimas emisiones.
Alsa lleva operando en Marruecos desde 1999. El gerente de la empresa en Rabat, Alberto Pérez, explicaba a la agencia Efe que Marruecos es un ejemplo de éxito de cómo una empresa debe gestionar su expansión internacional. “A lo largo de 20 años hemos desarrollado un modelo de negocio adaptado a las condiciones locales, al cliente local, a las autoridades, intentando no copiar los modelos españoles sino construir uno nuevo sobre la realidad del país magrebí”, afirma Pérez.
El consorcio español ha optado por un sistema de billetes baratos (0,46 céntimos de euro por viaje). Esta es su única fuente de ingresos, ya que no reciben ninguna subvención pública, como es el caso de España. La empresa también ha tenido que adaptarse a la cultural local, donde los servicios no cuentan siempre con el respeto de los clientes y donde son frecuentes los casos de impago o vandalismo.
