El grupo español Alsa ha lanzado un nuevo servicio de transporte urbano en Rabat.

Alsa, una historia de éxito en Marruecos al saber adaptarse al mercado local

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El grupo español Alsa ha lanzado un nuevo servicio de transporte urbano en Rabat, y en toda su periferia, con el que la compañía culmina "una experiencia de éxito" basada en una visión a largo plazo y en adaptar la lógica de la empresa al mercado local. 

El 23 de agosto entraron en servicio las líneas de autobuses de Alsa en el "gran Rabat", que incluye Salé por el norte y Temara por el sur, donde en total radican unos 2,5 millones de habitantes. 

La flota inicial es de 150 autobuses que se completarán con otros 200 autobuses con el inicio del curso escolar en septiembre. Esto ha supuesto una inversión de casi 65 millones de euros y va a dar empleo a 1.750 personas, con una perspectiva de transportar un total de hasta 109 millones de viajeros al año. 

Según explicó a Efe el gerente de Alsa en Rabat, Alberto Pérez, conseguir el contrato de Rabat supone "el reconocimiento" del trabajo de hace veinte años que la empresa lleva en otras cuatro grandes ciudades del país, entre ellas la emblemática Marrakech. 

"Marruecos es una experiencia de éxito. Desde 1999 hemos desarrollado poco a poco un modelo de negocio adaptado a las condiciones locales, al cliente local, a las autoridades locales, intentando no copiar los modelos españoles sino construir uno nuevo sobre la realidad del país magrebí", indicó Pérez. 

Así, el consorcio español ha optado por un sistema de billetes baratos (5 dirhams o 0,46 euros por cada viaje), siendo ésta su única fuente de ingresos, ya que no se amparan bajo ninguna subvención pública como es el caso en España. 

La empresa también ha tenido que adaptarse a la cultura local, donde los servicios públicos no cuentan siempre con el respeto de los clientes y donde son frecuentes los casos de impago o vandalismo. 

En los diez últimos años, la capital marroquí ha sufrido un servicio de transporte urbano deficiente, con autobuses insuficientes y en mal estado, retrasos interminables, personal no cualificado, mala gestión, recurrentes impagos (había un fraude del 70 %), además de incidentes de acoso sexual. 

Una situación que desembocó en un caos del transporte urbano y la emergencia de otras alternativas de transporte clandestino, que han lastrado la imagen que el Gobierno promueve desde hace años para modernizar Rabat como capital cultural, bajo el lema "ciudad de las luces". 

El gerente de Alsa Marruecos se mostró optimista, y subrayó que existen todos los ingredientes para que el transporte urbano sea ahora un éxito en Rabat. 

Con la implicación total de las autoridades marroquíes, Pérez subrayó que los autobuses están equipados con cuatro cámaras por vehículo y con un equipo de 400 controladores volantes que suben en los autobuses sin previo aviso. 

Además, la empresa está ultimando un convenio con la Policía marroquí para crear una célula destinada al servicio de autobuses que garantice la seguridad de los usuarios y los empleados y la integridad de los vehículos. 

En el primer día de operatividad, los clientes han transmitido sensaciones positivas. "Se nota una gran diferencia, dentro del vehículo y en la forma con la que te trata el personal del autobús, espero que esto dure", indicó Iman, una mujer de cincuenta años desde el interior de uno de los nuevos autobuses de línea. 

Por su parte, Ahmed, un controlador que trabajaba en el anterior servicio de autobuses antes de que fuese retomado por Alsa, aseguró que ha constatado un cambio en la actitud de los clientes desde el primer día, pues parecen más satisfechos y respetuosos con los nuevos reglamentos. 

Rabat es la quinta ciudad en la que opera Alsa tras Marrakech, Agadir, Tánger y Khouribga; además, la compañía se ha presentado a la licitación pública para Casablanca, el contrato más grande de transporte urbano en Marruecos. 

"Tenemos una buena reputación, una flexibilidad y un compromiso de largo plazo con Marruecos. Hay potencial, queremos desarrollar el transporte urbano e interurbano en el país", concluyó Pérez, quien subrayó que Marruecos constituye para Alsa una puerta para otras oportunidades en el continente africano. 

Considerada una de las empresas veteranas en Marruecos, Alsa va a gestionar en el país magrebí una flota total de 1.000 autobuses, contará con 3.600 empleados y dará servicio a partir de ahora a 280 millones de viajeros cada año. 

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