La República de Argelia ha dado un paso más en su empeño por el reconocimiento internacional de los crímenes de guerra ocurridos durante su guerra de independencia de Francia y que París todavía no ha reconocido como tales. Un escenario que puede abrir una crisis diplomática entre ambos Estados. Así lo ha declarado el ministro argelino de los Muyahidines, Tayeb Zitouni, afirmando que Argelia demandará a la República Francesa ante los tribunales internacionales si continúa negándose a reconocer los crímenes que cometió en el país magrebí.
“Las autoridades argelinas tomarán todas las medidas legales necesarias para recuperar el dosier de la memoria nacional argelina”, ha anunciado el ministro argelino en un comunicado de prensa recogido este lunes por el medio digital Echorouk. Además, Zitouni ha afirmado que se encuentra trabajando con el objetivo de reunir a diputados, asociaciones y colectivos de abogados con el fin de presentar estos hechos ante los tribunales internacionales.
Como precisó el ministro, el Ejecutivo argelino ha hecho públicas estas intenciones a consecuencia del retraso acumulado por las autoridades francesas a la hora de admitir su responsabilidad en estos crímenes: “La tardanza de Francia en el reconocimiento de los crímenes coloniales es una indicación de su negativa a avanzar en la resolución del conflicto”. Además, Zitouni recordaba recientemente en un acto oficial las pruebas nucleares que se realizaron en el sur de Argelia y que afectaron a los ciudadanos que habitaban esta zona del desierto; los más de 3000 argelinos desaparecidos de la Guerra de Liberación o la recuperación de los cráneos de reconocidas figuras de la resistencia nacional que se encuentran en posesión del Museo de París. Hechos que forman parte del informe que las autoridades magrebíes pretenden llevar ante la justicia internacional.
Finalmente, el titular argelino de los Muyahidines ha afirmado que las relaciones entre Argelia y Francia no se normalizarán hasta que no se resuelva las problemáticas contempladas en el citado informe sobre la memoria nacional. Por la parte francesa, no ha habido ningún avance en torno al archivo, pese a que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante la última campaña electoral hablara de los “crímenes contra la humanidad” cometidos por las autoridades francesas en Argelia. “La colonización ha formado parte de la historia francesa. Es un crimen un crimen contra la humanidad, es una verdadera barbarie. Esto es una parte de nuestro pasado que tenemos que mirar frente a frente”, aseguraba el presidente galo en 2017. Macron, con todo, matizó: “La colonización ha dado mucho a Argelia (…) es tiempo de dejar al pasado pasar”.
Este paso anunciado por el Gobierno argelino se produce en pleno proceso electoral en el país magrebí, pues los ciudadanos argelinos están llamados a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el próximo 12 de diciembre. Uno de los candidatos, Abdelmadjid Tebboune, del Frente de Liberación Nacional, también se ha referido a las relaciones francoargelinas afirmando que más de cinco millones y medio de mártires cayeron durante el periodo colonizador francés. En declaraciones al canal Radio 3 (recogidas por ObservAlgerie), Tebboune aseguró que, debido a las relaciones “pasionales y apasionadas” que mantienen los dos países, Francia debería reconocer estos “crímenes de guerra”, pasar página y “dejar Argelia a los argelinos”. Recientemente, Tebboune acusó en la cadena Al-Blead al ministro de Asuntos Exteriores, Jean Yves le Diran, de Francia de estar interfiriendo en los asuntos internos de Argelia, después de que el diplomático apelara “a un periodo de transición” en el país norteafricano, lo que ha tensado las relaciones entre la excolonia y su antigua metrópoli.
Desde la independencia argelina, las exigencias a París para que reconozca los crímenes que se cometieron y se responsabilice de ellos no han cesado. Una reivindicación que se expresa en las calles de las ciudades de Argelia cada año el primero de noviembre, aniversario del inicio de la revolución que dio origen al movimiento independentista.
En estas marchas los argelinos reclaman un mayor peso de la lengua árabe y la identidad argelina en detrimento del francés, especialmente en la enseñanza reglada; así como que el país galo se responsabilice de diferentes episodios y crímenes cometidos durante esta etapa sangrienta de Argelia. Hechos como la masacre del 8 de mayo de 1945, que comenzó con las manifestaciones por la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial y que devino en movilizaciones de cariz anticolonial que Francia reprimió con una gran violencia y en las que murieron 40.000 argelinos.
Hace unos años, París reconoció su responsabilidad en otro episodio violento en las relaciones entre los dos países cuando el expresidente François Hollande asumió en 2012 la implicación de la República francesa en la represión, el 17 de octubre de 1961, de una manifestación de un grupo izquierdista en la que marchaban ciudadanos argelinos en París para reclamar plena soberanía para el país magrebí. En la concentración decenas de manifestantes perdieron la vida de manos de la policía bajo las órdenes del prefecto de la Policía de París, Maurice Papon. Cuando han transcurrido casi 60 años del proceso que desencadenó la independencia, las heridas siguen abiertas y Argelia parece decidida a ir un paso más allá en sus exigencias.