La Global Preparedness Monitoring Board lanza un informe que identifica las necesidades y acciones más urgentes

Aumenta el riesgo de epidemias mundiales

photo_camera AP/JEROME DELAY - La Organización Mundial de la Salud ha emitido una declaración inusual que plantea interrogantes sobre si Tanzania está encubriendo posibles casos del mortal virus del Ébola

La Global Preparedness Monitoring Board, convocada a raíz de la epidemia de Ébola en 2014 por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha publicado su primer informe anual, asumiendo cada vez un papel más importante en las economías y sociedades de todo el mundo.  

El cometido principal de esta organización es evaluar la capacidad del mundo para protegerse de las emergencias de salud e identificar sus fisuras, con el objetivo de preparar a las sociedades ante una situación de urgencia humanitaria. 

Entre los brotes que se detectan con mayor frecuencia y que generan más dificultades a la hora de su gestión, se encuentran enfermedades como la gripe, el síndrome respiratorio agudo severo del Medio Oriente (SARS), el ébola, el zika, la peste o la fiebre amarilla.

Según muestra el gráfico, el sudeste asiático y el continente africano son los lugares donde se recoge el mayor número de ejemplos de enfermedades emergentes.

Este tipo de brotes no solo ocasionan la pérdida de vidas, sino que también provocan pérdidas en las economías a nivel mundial. El aumento del número de brotes con complejas emergencias humanitarias, el crecimiento de la población y de las migraciones, la urbanización o la existencia de una economía global integrada, son factores que influyen en el incremento de este riesgo.

WHO
Siete medidas a adoptar según la Global Preparedness Monitoring Board

En el primer informe anual publicado, esta junta estudia las necesidades y acciones más urgentes para acelerar la preparación para emergencias sanitarias, centrándose sobre todo en la proliferación de pandemias y epidemias. La organización de 15 miembros se compone de líderes políticos, jefes de agencias y expertos, liderados conjuntamente por el Dr. Gro Harlem Brundtland, ex primer ministro de Noruega y director general de la OMS y el Sr. Elhadj As Sy, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Según la Global Preparedness Monitoring Board, las naciones deben crear un Plan de Acción Nacional para la Seguridad de la Salud (NAPHS), en el que se identifiquen los recursos necesarios internos y gastos para la preparación como una parte de los objetivos de desarrollo. 

Los Estados miembros y las organizaciones intergubernamentales deberían cumplir con sus compromisos políticos y económicos, e incluir un control rutinario en sus reuniones anuales. También sería necesario nombrar un coordinador nacional que ponga en funcionamiento las medidas de preparación en el país y las traslade a todos los sectores, citando los pasos a seguir en caso de emergencia de salud pública. A su vez, la OMS y el Banco Mundial y sus socios costearán paquetes de intervención prioritaria para aumentar la capacidad de preparación.

La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gro Harlem Brundtland

Los donantes y países tienen que comprometerse a respaldar económicamente el desarrollo de una vacuna universal con antivirales, y a fortalecer la investigación en I+D antes y después de una epidemia. Además, el FMI y el Banco Mundial como organizaciones económicas deben integrar estos procesos de preparación en sus evaluaciones de riesgo del país. 

Según dicho informe, la contribución por parte de los miembros de la OMS aumentará de cara a la Asamblea Mundial de la Salud en 2020. 

Como última medida, el secretario general de las Naciones Unidas, el director del OMS y el secretario general de Asuntos Humanitarios deben fortalecer la coordinación entre organizaciones e identificar las responsabilidades de cada una de ellas.

Biólogos brasileños manipulan larvas de mosquitos en el Instituto Fiocruz de Río de Janeiro, antes de liberar mosquitos Aedes aegypti infectados con una bacteria que les impide propagar el dengue, zika y chicungunya, el 29 de agosto de 2017
Los efectos de una pandemia en la economía mundial 

En general, todas las economías se muestran vulnerables a las pandemias. Este gráfico sacado del informe representa los costes estimados de epidemias pasadas. 

WHO

La epidemia de SARS de 2013 ocasionó una pérdida de más de 40 mil millones de dólares; 53 mil millones el brote de Ébola en África Occidental entre 2014 y 2016 y el coste del 45 a 55 mil millones de la pandemia de gripe del tipo H1N1 en 2009.

Los efectos negativos son mayores en entornos de pobreza donde la mala gestión y los sistemas de salud débiles, los conflictos armados o algunos aspectos culturales y religiosos generan grandes dificultades a la hora de la gestionar estas situaciones de emergencia pública. 

El Banco Mundial estima que una epidemia mundial de gripe, de escala y virulencia parecida a la que ocurrió en 1918, le costaría a la economía global alrededor de 3 billones de dólares. Las estimaciones detallan que el coste anual de una pandemia mundial de gripe, le supondría al sur de Asia una bajada del 2% del PIB y de un 1,7% al África subsahariana.

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