El barco apresado por Irán que transportaba combustible de contrabando es iraquí

Raúl Redondo

Pie de foto: Petrolero en el estrecho de Ormuz el 21 de diciembre de 2018. REUTERS/HAMAD I MOHAMMED

La Guardia Revolucionaria de Irán constató en las últimas horas que el buque cisterna interceptado recientemente por contrabando de combustible cerca de la isla Farsi, en el golfo Pérsico, procede de Irak. La agencia oficial de noticias iraní IRNA citó fuentes del propio cuerpo de élite del Ejército persa al informar sobre que la embarcación realizaba actividades de contrabando para otros países árabes y que sus siete tripulantes, de distintas nacionalidades, han sido arrestados.

El navío iraquí cargaba 700.000 litros de combustible de contrabando, según datos de la Guardia Revolucionaria. La propia cadena de televisión estatal de Irán reseñó que fuerzas navales de este cuerpo especial militar habían “incautado un petrolero extranjero en el golfo Pérsico que llevaba a cabo contrabando para varios Estados árabes”.

Ramezan Zirahi, comandante de la Guardia Revolucionaria, declaró a la agencia Fars que la detención se produjo el pasado miércoles por la noche, cuando el carguero estaba recibiendo combustible de otros barcos para luego transportarlo a "países árabes del golfo Pérsico".

Se produce así un nuevo apresamiento en el golfo Pérsico en el último mes por contrabando, después de que la Guardia Revolucionaria capturase el pasado 14 de julio otro que transportaba un millón de litros de combustible en el sur de la isla de Larak.

La Guardia Revolucionaria se hizo también el pasado 19 de julio con el petrolero de bandera británica Stena Impero por incumplir las normas de navegación, algo que Londres y la naviera propietaria niegan. Por su parte, la Marina de Reino Unido ya había interceptado antes en el estrecho de Gibraltar al petrolero iraní Grace 1, el cual sigue retenido bajo la acusación de que transportar crudo a Siria, país sujeto a sanciones de la Unión Europea (UE) por el conflicto bélico que se vive en territorio sirio.

La interceptación del Stena Impero desató la crisis en el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio mundial de petróleo, y provocó que Estados Unidos y el Reino Unido propusieran enviar una coalición naval para escoltar a los diversos barcos. De hecho, la Administración británica ya ha desplegado varias fragatas en aguas del golfo Pérsico para escoltar a sus buques y mantener la seguridad marítima; entre ellos, fueron enviados en MHS Montrose, por un episodio de detención del buque The British Heritage por parte de Irán, y el MHS Duncan, sobre todo tras el episodio que se vivió cuando la Marina iraní trató de evitar el paso del carguero británico acusado de contrabando.

Las autoridades iraníes han advertido, por su parte, de que una mayor presencia militar extranjera aumentará la tensión en la región, donde se han registrado desde mayo ataques a petroleros, atribuidos a Irán y agentes proiraníes y condenados por parte de la comunidad internacional e, incluso, por casi la totalidad de las naciones árabes, que llegaron a acusar desde las cumbres de La Meca al régimen de los ayatolás de “amenazar la paz mundial”.

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