Carrie Lam, la presidenta del Ejecutivo de la ciudad, ha afirmado estar dispuesta a “escuchar lo que la gente tenga que decir”

El Gobierno de Hong Kong se muestra abierto a crear una “plataforma de diálogo” con los manifestantes

PHOTO/SION ANG via ZUMA - Carrie Lam, jefa ejecutiva de Hong Kong, habla durante una conferencia de prensa después de que aproximadamente 1,7 millones de manifestantes participaran en una manifestación no autorizada durante el fin de semana

La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha anunciado este martes la creación de una “plataforma para el diálogo” de forma “inmediata”, en la que el Gobierno tratará con “gente de todos los “ámbitos sociales”, como así lo ha hecho saber Lam en una rueda de prensa.

Esto ocurre después de semanas continuadas de manifestaciones y huelgas desde el pasado mes de junio contra su Gobierno local acusado de estar interferido por Pekín. La jefa del Ejecutivo hongkonés se ha mostrado “comprometida a escuchar lo que la gente tenga que decir” y ha asegurado que su equipo de gobierno lo llevará a cabo “de manera muy sincera y humilde”. 

Lam hace estas declaraciones después de que los manifestantes de Hong Kong lleven semanas exigiendo su dimisión. Según una encuesta reciente recogida por la agencia EFE, la popularidad de la mandataria está en su punto más bajo registrado de cualquiera de los líderes que Hong Kong ha tenido desde su inclusión en China. 

Rectores de diferentes universidades de la ciudad también han llamado a la apertura de la plataforma que permita el diálogo a diferentes personas interesadas en mostrar sus puntos de vistas y diferencias sobre la situación política de la Región Administrativa Especial. “Espero sinceramente que este sea el comienzo del retorno a la paz en nuestra sociedad y alejar la violencia”, añadía la presidenta. 

Sin embargo, los manifestantes siguen exigiendo a la presidenta que responda a la lista de demandas que han hecho al Gobierno, entre las que se incluye la cancelación de la tramitación de la ley de extradición que encendió la chispa de las protestas, además de la puesta en marcha una investigación independiente de las actividades y la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones y concentraciones. Lam ha insistido que el proyecto de ley está paralizado: “A nivel político, la propuesta está muerta. No hay planes de revivirla, en particular teniendo en cuenta las preocupaciones públicas”, ha afirmado Lam. No obstante, los manifestantes no están satisfechos y quieren su retirada efectiva y definitiva. 

Existen voces de manifestantes que se encuentran escépticas respecto a esta propuesta de diálogo: “La manifestación pacífica del pasado domingo era una de las pocas oportunidades que tenían las autoridades de Lam para escuchar nuestras exigencias, pero desgraciadamente nuestras demandas fueron desestimadas”, ha afirmado al diario South China Morning Post Jimmy Sham Tsz-kit, uno de los convocantes de las concentraciones. “¿Es de verdad Lam sincera en mantener un diálogo?”, añadía.

Algunos analistas han afirmado que esta decisión puede ser un movimiento del Gobierno hongkonés para retrasar las respuestas a las exigencias y acabar por el momento con el caos que vive la ciudad. “Tomaría un tiempo largo el proceso de composición de la plataforma de diálogo y sería una forma de dilatar los resultados del diálogo”, ha afirmado van Choy Chi-keung, un analista político de la Universidad China. 

Ante las diferentes denuncias recibidas por la supuesta brutalidad de las fuerzas de seguridad en las cargas policiales de las últimas semanas, la Policía ha subrayado su confianza en el Consejo Impediente de Reclamaciones Policiales (CIRP), que es el encargado de investigar estas demandas, especialmente en las acusaciones de una respuesta tibia de las fuerzas hongkonesas ante un ataque registrado a finales de julio contra manifestantes que volvían a sus barrios a manos de supuestos miembros de las mafias chinas.

Las autoridades han afirmado estar buscando “entender mejor lo que ha ocurrido en Hong Kong” mediante un informe que les presente “recomendaciones sobre cómo proceder y también evitar que incidentes similares se repitan”. Además, la Policía hongkonesa ha sido muy criticada por usar tácticas cada vez más agresivas para interrumpir las manifestaciones, en las que más de 700 personas han sido arrestadas desde el mes de junio. 

Estas marchas están afectando a la economía de la Región Administrativa Especial y la presidenta Lam se ha mostrado preocupada al respecto: “La economía de Hong Kong se enfrenta al riesgo de desaceleración”, afirmó. “Podemos ver esto a partir de los datos de la primera mitad (de este año). En realidad, creo que estos datos de la primera mitad no han reflejado completamente la gravedad del problema”. El Gobierno de Hong Kong la semana pasada redujo su crecimiento del PIB de 2019 a entre el 0 y 1 punto porcentuales, mientras que el rango original era entre el 2 y el 3. Entre los sectores que más se han visto afectados destacan el de las aerolíneas y el sector inmobiliario. 

Se prevén más protestas en los próximos días. Especialmente, se esperan manifestaciones del sector de los trabajadores de metro este miércoles, así como de alumnos de secundaria en la jornada del jueves y de trabajadores en el sector de la contabilidad el viernes.

Las manifestaciones y huelgas en Hong Kong se han caracterizado por ser masivas y llevan paralizando la actividad de la ciudad durante semanas; de hecho, el aeropuerto internacional de la ciudad quedó totalmente paralizado el pasado fin de semana por la concentración de miles de personas, hasta que la policía inició cargas para desalojar a los manifestantes. Los asistentes del pasado domingo se han cifrado en 1,7 millones de personas, haciendo de esta manifestación la segunda más grande desde que empezaron. Las protestas siguen embistiendo en la ciudad en la búsqueda de mayores garantías democráticas, así como en repeler la influencia de China en su Ejecutivo. 

Hong Kong, que lleva perteneciendo a China desde que el Reino Unido transfiriera su soberanía en 1997, guarda un sistema de representación democrático y una apertura económica capitalista dentro del modelo “una nación, dos sistemas” que propuso Pekín. Sin embargo, en 2047 existe la posibilidad de que Hong Kong deje de ser un a Región Administrativa Especial y se inserte plenamente en el sistema de la República Popular China. 

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