El mercado petrolero ofrece solidez pese al repunte de tensión

photo_camera REUTERS/ESSAM AL-SUDANI - Campo petrolero West Qurna-1, operado por ExxonMobil, en la ciudad iraquí de Basora

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) constata que las tensiones de las últimas semanas en Oriente Medio han vuelto a añadir incertidumbre al mercado petrolero, pero también que ese mercado dispone de una base sólida para reaccionar a cualquier repunte en la tensión geopolítica. En su informe mensual publicado este jueves, la AIE hace notar que si las tensiones entre Irán y Estados Unidos a comienzos de mes provocaron una rápida subida de cuatro dólares el barril, el precio ha vuelto a situarse por debajo del umbral de los 65 dólares cuando se ha comprobado que el aprovisionamiento no se interrumpía.

A ese respecto, señala que el peso relativo de los productores que no pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sigue aumentando y que las reservas de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) están nueve millones de barriles por encima de la media de los últimos cinco años. La AIE apenas modifica sus previsiones (las reduce muy ligeramente a la baja) sobre la demanda de petróleo para este año, que debería aumentar a un ritmo superior al de 2019 gracias a un precio del barril relativamente moderado, a un crecimiento económico mundial más fuerte y a los esperados avances para la solución de los contenciosos comerciales.

Sus expertos calculan que en 2020 se consumirán 101,5 millones de barriles diarios de media, lo que significa 1,2 millones más que en 2019, cuando la subida había sido de 1,1 millones respecto a 2018. Unas previsiones que se asientan en las cifras pasadas de la demanda, que alcanzó 101,1 millones de barriles diarios en octubre, que suponían 955.000 barriles más que un año antes, lo que significó la mayor subida interanual desde abril.

Como en los meses precedentes, los principales vectores de esa progresión fueron China (720.000 barriles diarios más), Arabia Saudí (290.000) y Brasil (125.000), mientras que la OCDE absorbió 425.000 barriles diarios menos. En un contexto en el que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados se pusieron de acuerdo en diciembre para disminuir todavía más sus extracciones para apuntalar los precios (pasarán de un recorte de 1,2 a 1,7 millones de barriles diarios este trimestre), otros productores van a compensarlo ampliamente. En concreto, la agencia -que reúne a los principales consumidores miembros de la OCDE- calcula que la producción procedente de países que no pertenecen a la OCDE subirá en 2,1 millones de barriles diarios.

En términos relativos, la aportación suplementaria de Estados Unidos, que ha llegado a suponer un 84% de la procedente de países fuera del cártel petrolero en el periodo 2017-2019, se quedará en el 52% este año por las alzas significativas de Noruega, Brasil, Canadá y Guyana. La AIE subraya que la crisis que se ha desatado entre Irán y Estados Unidos ha puesto en evidencia la vulnerabilidad potencial como proveedor de crudo de Irak, que se debe en buena medida la importancia estratégica que ha ganado. De los dos millones de barriles diarios que exportaba en 2010 ha pasado a cuatro actualmente, de los cuales en torno a un millón van para China, otro para India y otro tanto para varios países europeos. En paralelo, en razón de las sanciones estadounidenses, las exportaciones de Irán se han reducido a únicamente 300.000 barriles diarios y las de Venezuela se han venido abajo

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