El mariscal cierra el grifo de crudo desde la parte central y oriental de Libia después de que miles de manifestantes cerrasen el puerto de Zueitina

Haftar suspende las exportaciones de petróleo y calienta la conferencia del domingo

photo_camera PHOTO/REUTERS - La medida de Haftar hace temer un futuro sombrío para la economía Libia

Otra pieza más en el rompecabezas libio. Jalifa Haftar, que detenta el poder en el este del país desde Tobruk, ha tomado la decisión de cancelar las exportaciones de petróleo desde los enclaves costeros que se encuentran bajo su control. El movimiento del mariscal rebelde tiene lugar a apenas unas horas de que los principales líderes mundiales acudan a Berlín para tomar parte en una conferencia que, sobre el papel, debe sentar las bases de una salida negociada al conflicto existente en el país norteafricano.

La medida ha sido adoptada unas horas después de que varios cientos de personas -milicianos tribales según ha informado la agencia Reuters- tomaran el puerto de Zueitina, que cuenta con importantes instalaciones petrolíferas. Es probable que los asaltantes fuesen afines a Haftar, puesto que la localidad se encuentra en su zona de influencia, a unos kilómetros al sur de Bengasi. Además, en las primeras horas del viernes, grupos cercanos al mariscal habían acusado al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) dirigido por Fayez Sarraj de utilizar los ingresos del petróleo para contratar mercenarios extranjeros. 

La Administración no reconocida internacionalmente del líder rebelde se ha escudado en este episodio para justificar su forma de actuar. “La clausura de los yacimientos y las terminales es puramente una decisión popular. Ha sido el pueblo libio el que ha cerrado los puertos y debemos protegerlos”, se ha escudado Ahmed al-Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA), en declaraciones a Al-Hadath.

Los yacimientos de combustibles fósiles en el Mediterráneo oriental son una de las aristas más afiladas del conflicto libio
Momento crítico

La decisión de Haftar ha sido tomada en un momento en el que la expectación alrededor de Libia es máxima. Este domingo, tendrá lugar en Berlín un foro internacional que busca establecer las bases para la estabilización del país. Su objetivo principal es que tanto el militar rebelde como Sarraj -ambos han confirmado, en principio, su asistencia- firmen un acuerdo para que el frágil armisticio que rige en la actualidad se prolongue permanentemente. 

No obstante, se espera que se aborden otros asuntos, como el acceso a la explotación de gas en las costas libias. Además, En las últimas horas, la canciller Angela Merkel, que ejercerá como anfitriona, ha deseado que vuelva a entrar en vigor un embargo de armas. Acudirán al encuentro líderes de la talla de Vladimir Putin, Emmanuel Macron, Boris Johnson o Recep Tayyip Erdogan.

Si las conversaciones del domingo tienen éxito, se facilitaría la llegada segura de ayuda humanitaria al país y habría una oportunidad para instituir un proceso de paz en el marco de Naciones Unidas. Los combates entre el GNA, apoyado por Turquía, y el LNA, con respaldo, entre otros, de Rusia y Francia, se intensificaron a partir del mes de abril.

Sin embargo, la última maniobra de Haftar presagia unas negociaciones difíciles y da otra vuelta de tuerca a la ya complicada situación. A lo largo de las últimas horas, destacadas personalidades de la política internacional, como el ministro de Asuntos Exteriores ruso en funciones Sergei Lavrov y su homólogo alemán Heiko Maas, han llamado a las dos partes a hacer los esfuerzos que sean necesarios para mantener el armisticio.

El último en pronunciarse ha sido el jefe de la diplomacia de Emiratos Árabes Unidos. En su perfil de Twitter, Anwar Gargash ha expresado que su país “apoya sin reservas los esfuerzos de Alemania en la organización de la cumbre, así como las metas de paz y estabilidad en Libia de la comunidad internacional”. Como uno de los principales poderes del mundo árabe, EAU recibió la invitación para acudir a la cumbre, que Gargash ha deseado sea “exitosa”. Sobre el terreno, el Ejecutivo emiratí se ha mostrado más partidario del mariscal Haftar, en línea con las preferencias egipcias y saudíes.

El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, ha apoyado la celebración de la cumbre
Consecuencias a largo plazo

Más allá de los efectos inmediatos que pueda conllevar la medida sobre el desarrollo de la conferencia, el movimiento efectuado por Haftar ya ha generado temores en Libia por sus posibles consecuencias en el futuro, si bien el entorno del mariscal no ha concretado durante cuánto tiempo mantendrá la suspensión. 

El cierre de las exportaciones procedentes de los territorios que están bajo su control supone, de forma aproximada, una reducción a la mitad del volumen de crudo que Libia destina al comercio exterior. Se calcula que el país exporta cada día 1,3 millones de barriles. De ese total, las estimaciones citadas por Reuters señalan que Libia dejará de exportar unos 700.000. Por tanto, no recibirá la parte proporcional de unos ingresos que le son muy necesarios; buena parte del dinero que llega a sus arcas procede de la venta de hidrocarburos.

“El petróleo y las instalaciones petrolíferas pertenecen al pueblo libio. No son cartas que puedan ser jugadas para resolver cuestiones políticas”, se ha lamentado Mustafa Sanalla, presidente de la Compañía Petrolera Nacional (NOC), con sede en Trípoli. “Eliminar las exportaciones y la producción tendrá consecuencias de gran alcance e impredecibles. Nos enfrentamos al colapso de la tasa de cambio, a un crecimiento enorme e insostenible del déficit nacional, a la partida de contratistas extranjeros y a la pérdida de producción en el futuro, que podría llevar años restaurar. Es como prenderle fuego a tu casa”, ha desgranado Sanalla, en declaraciones que ha recogido Arab News.