Irán y Rusia refuerzan su cooperación en defensa marítima

Pablo Rubio

Pie de foto: Irán y Rusia refuerzan su cooperación en defensa marítima.

Con las aguas del golfo Pérsico en ebullición, los actores implicados en la escalada continúan estrechando sus lazos. Teherán y Moscú han llegado a un acuerdo para fortalecer su cooperación en materia de defensa marítima. Se ha anunciado, además, que, en los próximos meses, las armadas de Irán y Rusia realizarán maniobras conjuntas en aguas del océano Índico. Irán ha especificado de forma explícita que existe la posibilidad de que los ejercicios militares tengan lugar en el estrecho de Ormuz. Así, el régimen de los ayatolás, que ha cosechado numerosos enemigos, unos más cercanos y otros menos, gana un poderoso aliado en la escalada de tensión desatada desde el mes de mayo en el golfo Pérsico.

A pesar de que la estabilidad de la región ha sufrido varias sacudidas en las últimas semanas, Irán, de entrada, ha rechazado cualquier propuesta de intervención en la zona. Desde Teherán, se argumenta que no existe mayor garantía para la paz en el golfo Pérsico que sus propias fuerzas. No obstante, el Ejecutivo que preside Hassan Rohaní ha decidido cubrirse las espaldas de forma preventiva. Su alianza con Rusia, como apunta la agencia IRIB citada por Mehr, no tiene precedentes. Llega en forma de unmemorando de entendimiento (MdE), el primero en materia de defensa marítima que firman los dos países. El compromiso fue alcanzado el pasado lunes, 29 de julio, en el curso de una visita oficial de una delegación de la Armada iraní.

La representación persa, cuya estancia en territorio ruso se ha prolongado durante tres días, había sido invitada a presenciar el desfile de buques de guerra por el río Neva que se celebra anualmente en San Petersburgo con motivo del día de la Armada rusa (28 de julio). Ha sido al día siguiente cuando la delegación iraní, liderada por el contralmirante Hossein Khanzadi, comandante de la Armada de su país, se ha reunido con los altos cargos de las fuerzas navales rusas. El negociador del Kremlin ha sido elalmirante Nikolai Yevmenov, comandante en jefe de la Armada rusa. Khanzadi se mostró muy satisfecho con el resultado del encuentro: “Es el primer MdE de su tipo y puede ser considerado un punto de inflexión en las relaciones militares Teherán-Moscú”.

Este acuerdo comenzará a materializarse próximamente. Después de la reunión, el representante de Teherán ha anunciado, asimismo, que se ha llegado a un acuerdo para que las armadas de los dos países realicen maniobras conjuntas en el océano Índico. Tal y como recoge la agencia de noticias Mehr, Khanzadi ha querido ser muy claro al respecto: “Cuando nos referimos al Índico, queremos decir un área muy significativa en la zona del norte del océano, incluyendo el mar de Makran, el estrecho de Ormuz y también el golfo Pérsico”. Añadió que esperaba que los ejercicios militares pudiesen llevarse a cabo a lo largo de los próximos meses, después de las reuniones de coordinación que sean pertinentes.

Aunque el golfo y Ormuz centraron las conversaciones, Khanzadi y Yevmenov hablaron, asimismo, sobre el mar Caspio; se trata de otra región geopolítica de gran relevancia por la gran cantidad de recursos naturales que atesora. Ambos enfatizaron la necesidad de preservar la seguridad en el área mediante el esfuerzo colectivo de todos los estados del litoral. En las próximas semanas, va a cumplirse el primer aniversario de la firma de la Convención sobre el estatus legal del mar Caspio. El tratado, del que son parte, además de Irán y Rusia, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán, quedó sellado en la cumbre de Akhtau (suroeste de Kazajistán), celebrada en agosto de 2018.

Tensiones con Londres

El movimiento estratégico de Teherán llega cuando sus relaciones con otros grandes actores, como Reino Unido y Estados Unidos, se encuentran bajo mínimos. Las relaciones entre Irán y Londres atraviesan un momento delicado. En las últimas semanas, Downing Street ordenó la detención en Gibraltar el avance del petrolero persa ‘Grace 1’. Teherán no se quedó de brazos cruzados y, días después, retuvo -y aún retiene- otro petrolero, el ‘Stena Impero’, de bandera británica, bajo acusación de contrabando de combustible. En la última semana, la Royal Navy ha estado protegiendo a los barcos nacionales que transportan crudo. 

Londres ha querido ir, incluso, más allá. Ha pasado una semana desde que se hizo pública la propuesta de formar una armada europea que garantice la circulación segura de navíos por la región. La iniciativa fue lanzada por el ya exministro de Exteriores británico Jeremy Hunt, quien, precisamente, perdió las primarias por suceder a Theresa May frente a Boris Johnson. No está claro si el nuevo premier seguirá adelante con la idea de la administración anterior o si, por el contrario, apostará por la estrategia de distensión que defendió anteriormente. A mediados del pasado mes de junio, la Casa Blanca, a través del secretario de Estado Mike Pompeo, sugirió una iniciativa similar a la que introdujo Hunt. El plan, denominado ‘Centinela’, llamaba a la cooperación de países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, dos de los grandes rivales geopolíticos de Teherán en la región.

Aunque cabe albergar dudas sobre la viabilidad y posterior aplicación de los mencionados movimientos, Irán no ha querido arriesgarse y se ha anticipado a ellos. La formalización de su alianza de defensa marítima con Rusia constituye, de este modo, una respuesta contundente a sus oponentes. De igual modo, la maniobra consolida una dinámica de dos bloques enfrentados: por una parte, el comandado por Estados Unidos y Reino Unido, con Tel Aviv y Riad como aliados en la región; por otra, el régimen de Teherán apoyado por Rusia, que cobra cada vez más peso en Oriente Próximo a través de Siria, Yemen y el Caspio.

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