La Cámara de Manila, 120 años de lazos económicos entre España y Filipinas

Sara Gómez Armas/EFE

Pie de foto: La Cámara de Manila, 120 años de lazos económicos entre España y Filipinas.

En un momento de expansión de los vínculos económicos entre España y Filipinas, la Cámara de Comercio Española de Manila cumple hoy 120 años como la más antigua de Asia y la tercera del mundo, solo dos años más joven que las de Ciudad de México y Cartagena de Indias.

"Hoy es una institución respetada, con 131 miembros, y la primera parada de casi todas las empresas españolas que prueban suerte en Filipinas", contó en una entrevista con Efe la directora de la Cámara de Comercio de España en Filipinas, Bárbara Apraiz.

Para Apraiz, la mayoría de sus miembros -con firmas como Acciona, Indra, Grupo Pascual o Mapfre- son "empresas con vocación de exportación que ya han conquistado Latinoamérica y buscan nuevos mercados". "Muchas quieren utilizar Filipinas como la puerta de entrada a Asia", apuntó Apraiz, ante la forma similar de hacer negocios en los dos países, unidos por estrechos vínculos históricos y culturales. De hecho, el germen de La Cámara actual -creada el 16 de julio de 1899 por orden de la Reina Regente María Cristina de Austria- es la Cámara de Comercio de Manila, que nació en 1889 cuando Filipinas aún era colonia española, la primera asociación empresarial del país instalada en Binondo, el barrio financiero de la época.

La pérdida de la colonia en 1898 no implicó el fin de los intereses económicos españoles en Filipinas, donde permanecieron empresas como Tabacalera, fundada por el Marqués de Comillas; Casa Acúzar -el gran resort de lujo de la era colonial-; San Miguel, Elizarde & Cía o Roxas & Cía, patrimonio de familias de origen español que se quedaron en el país. Durante la primera mitad del siglo XX, la Cámara rondaba los 40 miembros, cifra que se duplicó en los años ochenta, cuando la institución vivió su gran ‘boom’ gracias a la apertura económica de Filipinas con la democracia y en un momento de internacionalización de firmas españolas.

La relación económica entre los dos países atraviesa ahora su mejor momento desde los tiempos de la colonia, con más de 130 empresas españolas haciendo negocios en Filipinas y un intercambio comercial que alcanzó los 757.970 millones de euros en 2018, según datos del ICEX. Las exportaciones de España a Filipinas rozaron el año pasado los 480 millones de euros -cuatro veces más que hace una década-; mientras que las importaciones se han duplicado en diez años, hasta los 278 millones de euros. Los sectores más dinámicos fueron el agroalimentario y el de las bebidas, que representaron el 28% y el 30% de las exportaciones españolas a la antigua colonia en 2018.

En términos de inversión directa las cifras todavía son modestas, pero cada vez hay más empresas españolas ganando grandes proyectos, sobre todo en las áreas de infraestructuras y gestión de agua. Por ejemplo, Acciona, instalada en Filipinas desde 2016, acaba de terminar su primer proyecto, una planta de tratamiento de agua en Manila por valor de 150 millones de dólares, que proporciona agua limpia a más de un millón de personas de la capital, que sufre periódicamente escasez del líquido. También ha logrado la concesión para construir el tercer puente que unirá la ciudad de Cebú con la isla de Mactán, donde se ubica el aeropuerto internacional de la provincia -el segundo mayor de Filipinas-, un macroproyecto valorado en 400 millones dólares.

Al frente del sector alimentario, Grupo Pascual entró en el país en 2012 con la intención de desarrollar el sector lácteo, minoritario en Filipinas, en una ‘joint venture’ con el socio local Asia Brewery, del magnate Lucio Tan, propietario de una de las mayores fortunas de Filipinas. En la actualidad distribuye sus productos, sobre todo el yogur de larga vida sin refrigeración, en más de 2.200 supermercados, 8.000 tiendas de conveniencia y un millón de pequeños establecimientos.

La empresa de consultoría y tecnologías Indra ha instalado en Manila su sede para el Sudeste Asiático, desde donde gestiona más de 200 proyectos en quince países diferentes. En Filipinas Indra ofrece servicios tecnológicos a Meralco, la mayor eléctrica del país; a las dos concesionarias de distribución de agua de la capital; y a las principales compañías de telecomunicaciones, con más de 100 millones de suscriptores.

Pero la inversión también crece en la dirección opuesta, ya que en estos momentos el mayor inversor individual filipino que hay en España es Andrew Tan, otra de las grandes fortunas del archipiélago, donde controla el conglomerado Alliance Global Group y ostenta la franquicia de McDonalds. Aficionado al brandy, Tan levantó el Grupo Emperador -propietario del brandy homónimo y las bodegas San Bruno y Las Copas- con modernos viñedos en Cádiz y Toledo, que adquirió en 2015 a los grupos Domecq, Harveys y Terry por 275 millones de euros; después de comprar la Torre Espacio de Madrid al Grupo Villar Mir por 558 millones.

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