La ola de conectividad en Cuba crece y llega a los hogares y negocios privados

Maixa Rote

Pie de foto: Una mujer cubana compra un aparato para recibir Internet en casa, el 29 de julio de 2019 en La Habana. AFP/STR

En el mundo globalizado que nos rodea hoy en día, el acceso a Internet se ha convertido en un indicador básico del nivel de vida de una nación. No en vano, seis de los diez países con menor conectividad a nivel mundial se encuentran, asimismo, entre los diez más pobres (por PIB). En este sentido, el caso de Cuba es algo particular puesto que, pese a su entrada en 1990 en la línea digital, el acceso ha estado sometido desde entonces a diversas restricciones y controles, por lo que se ha quedado rezagada en la pugna por la adhesión al espacio virtual.

Sin embargo, el Ministerio de Telecomunicaciones e Informática de Cuba ha aprobado este lunes las resoluciones 98 y 99, mediante las que se permite la utilización de redes privadas en hogares y negocios, según ha informado la Gaceta Oficial del país. Así, los ciudadanos podrán conectarse a través de sus propios enrutadores y usarlos en las frecuencias de 2,4 Ghz y 5 Ghz a las que, hasta ahora, solo se podía acceder en las plazas que contaban con este servicio y disponiendo de una tarjeta de datos por el precio de un dólar la hora. Esta resolución supone un gran avance en el desarrollo de la conectividad en la isla y refuerza el memorando de implantación de la tecnología 4G que se puso en marcha en marzo de este año.

La nueva normativa contempla, entonces, que los usuarios con redes privadas en sus hogares no requieran de una licencia de operación, siempre y cuando sea sin fines lucrativos y no se excedan los 100 mW (200-300 metros) de alcance de la señal. Asimismo, se ha establecido una licencia para las redes alámbricas e inalámbricas cuya antena se encuentre en exteriores. De este modo, no se trata de incorporar extras a los servicios hasta el momento ofrecidos, sino de modificar los métodos de funcionamiento de las tecnologías Wi-Fi existentes. No obstante, las numerosas limitaciones económicas y materiales de estos servicios en su día hicieron que se extendieran diversas redes informales que ofrecían conexión a Internet de contrabando. Ahora, ese mismo comercio ilegal se tambalea sobre la cuerda floja con las nuevas directivas aprobadas.

Pie de foto: Cubanos conectados a una red Wi-Fi. (CUBACONECTA)

El monopolio de ETECSA en Cuba

La empresa estatal cubana de telecomunicaciones ETECSA ha ido creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en un gran monopolio. Así pues, se trata del único operador de telefonía fija y celular del país y gestiona la actividad de todos los proveedores de Internet disponibles. En esta línea, el primer gran cambio que vivieron las telecomunicaciones en la isla fue cuando Barack Obama rebajó el bloqueo económico y autorizó a compañías estadounidenses establecer contratos con ETECSA. Como consecuencia, en 2016 la empresa cubana firmó un acuerdo con una unidad mayorista de la compañía norteamericana Verizon Partner Solutions, que permitía la interconexión directa entre ambos países, según informaba el diario cubano Granma. Poco a poco, se fueron introduciendo mejoras infraestructurales que han permitido el desarrollo del acceso público a Internet a través de tres actuaciones emprendidas por esta sociedad estatal: la red de Internet para Empresas, la red de Internet en el móvil y la red ADSL Nauta Hogar.

Más tarde, llegaba a Cuba la conexión a los datos móviles mediante la red 3G en diciembre de 2018, momento a partir del que despuntó especialmente el número de usuarios conectados a través de teléfonos móviles (más 1,8 millones). En esta ocasión, ETECSA ha ampliado la oferta de acceso mediante las directivas mencionadas de establecimiento de redes privadas.

La conectividad a nivel mundial

El acceso a Internet crece diariamente y en el transcurso del año 2018 se alcanzó la mayor cifra de la historia, con un 51,2% de población mundial que disponía de esta posibilidad, según un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Sin embargo, la brecha digital sigue existiendo y responde a tres factores principales: la falta de infraestructura, la falta de conocimientos de informática y la falta de interés en las posibilidades de la Sociedad de la Información. Por otra parte, África experimentó un gran crecimiento respecto a 2015, ya que el porcentaje de personas que se conectaban a Internet aumentó del 2,1% al 24,4%, aunque continúa siendo el continente donde más dificultades de acceso existen.

Pie de foto: Cuba Debate.

Por otra parte, el acceso móvil y desde el hogar siguen en alza mientras el número de abonados a la telefonía fija disminuye inexorablemente. En 2018, casi el 60% de los hogares contaban con Internet, lo que, comparado con el 20% de 2005 supone un aumento sustancial en la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación. Además, la mayoría de las personas puede acceder a una red 3G, pese a que las principales diferencias de penetración a Internet siguen respondiendo a cuestiones regionales.