La Fed, pendiente de la evolución del empleo antes de bajar más los tipos

La prolongación de la guerra comercial hace más evidentes sus impactos negativos

La prolongación de la guerra comercial hace más evidentes sus impactos negativos

"Al final, es más probable que el conflicto entre EEUU y China se acabe resolviendo en la mesa de negociación que en los mercados de divisas", señala un análisis de DWS.

Grafico con los datos de las exportaciones chinas a EEUU
Continúa el conflicto comercial entre EE. UU. y China, y sin perspectiva de mejora a corto plazo. Trump mantiene su postura de dos pasos para adelante (intensificación del conflicto) y uno para atrás (relajación del conflicto), aunque los ‘pasos para atrás’ han consistido básicamente en posponer las medidas punitivas más allá de las fechas anunciadas inicialmente, precisa un análisis de DWS.

«Esto se debe, en parte, a que cuanto más se prolonga el conflicto, más evidentes resultan las consecuencias económicas negativas, y no solo para los protagonistas», explican los expertos de la gestora del Deutsche Bank.

Otros países también se están viendo muy afectados, sobre todo aquellos cuyas economías dependen en gran medida de los sectores industrial y manufacturero, puesto que la disputa comercial entre EEUU y China se ha centrado en los bienes destinados a la exportación.

En el caso de China, el tipo de cambio parece estar amortiguando las consecuencias a corto plazo, al menos desde el punto de vista del país asiático. En las últimas semanas, el yuan se ha depreciado aproximadamente un 6% con respecto al dólar estadounidense, pasando de cotizar a 6,7 yuanes por dólar a 7,15. Como resultado, el valor de las exportaciones chinas a EE. UU. ha caído un 6% en términos de dólar pero se ha mantenido prácticamente estable en términos de yuan, como puede verse en el gráfico de DWS. No obstante, «a largo plazo la devaluación de la divisa es una espada de doble filo», advierte el análisis de DWS.

Un tipo de cambio más débil incrementa la competitividad porque abarata los productos del país para los clientes extranjeros pero encarece los bienes y servicios extranjeros para los consumidores nacionales. Y ahí precisamente está el quid de la cuestión:parte del conflicto lo están pagando los hogares y las empresas nacionales, que ven reducido su poder de compra de productos importados, como el petróleo.

Por su parte, los hogares y las empresas estadounidenses también están sufriendo las consecuencias, porque la devaluación aún no ha compensado por completo los aranceles impuestos recientemente.

«Este doble efecto de la reciente, y moderada, pérdida de valor del renminbi es uno de los motivos por los que no esperamos que la divisa china sufra una pronunciada devaluación a largo plazo. El efecto combinado de los aranceles estadounidenses y la devaluación del renminbi perjudica a los consumidores y a las empresas de ambos países, una situación que debería animar a sus dirigentes a volver a la mesa de negociación. Eso, a su vez, reduciría la presión sobre el renminbi chino, evitando una nueva devaluación», señalan los expertos de DWS.

El impacto de las nóminas en el dólar

Gráfico con datos sobre EEUU
El Non-Farm Payrolls (NPF, nóminas no agrícolas) es un indicador económico publicado mensualmente por el Department of Labor de EEUU (equivalente al Ministerio de Trabajo) como parte del informe de estado del mercado laboral. EL NFP mide el cambio en el número de empleados en EEUU excluyendo el sector agrícola, por lo que se considera la medida más exhaustiva de la creación de empleo en EEUU. Los datos del NFP pueden influir en decisiones políticas, monetarias y de tipo de interés, ya que mantener un mercado laboral saludable es uno de los cometidos de la Reserva Federal.

En general, un incremento del empleo significa que las empresas están yendo mejor, e implica un futuro gasto del consumidor estadounidense mayor, ya que estos nuevos empleados contarán con una fuente de ingresos. Aumentos sostenidos del NFP aumentan las expectativas de una mayor inflación, a lo que la Fed puede responder con una subida de tasas de interés.

Buenos datos del NFP suelen ser alcistas para el dólar. Y viceversa. El caso es que desde que la Fed insinuó recortes de tipos en junio, el dólar estadounidense ha estado ganando.

«La Fed de EEUU cumplió su promesa de reducción de tipos en julio y los mercados ven más recortes en el futuro, pero eso hizo poco para debilitar al dólar», subraya un análisis de XTB. Esto se debe a que en Europa, el Brexit pesó sobre la libra y el euro, y se habla mucho no solo sobre los recortes de tipos sino también sobre el reinicio del programa de recompra de activos (QE). Y a que en Asia, la depreciación del yuan ejerció una presión a la baja sobre otras monedas si querían seguir siendo competitivos frente a China.

«El rally de bonos y oro atrajo entradas al dólar estadounidense, donde los rendimientos son los más altos en el G10. Por otro lado, los datos de la actividad comercial han demostrado que el rendimiento superior de los EEUU ya se ha desvanecido y la caída de los nuevos pedidos de exportación insinúa que una moneda fuerte podría ser al menos parcialmente responsable. Desde esa perspectiva, un mercado laboral fuerte podría ser el último puerto del dólar estadounidense fuerte», argumentan los expertos de XTB.

Los mercados ven una alta probabilidad de recortes de tipos en todas las reuniones restantes de la Fed este año. »Esa es una posibilidad alta, pero está lejos de decidirse: hay algunas voces en la Reserva Feral que no ven la necesidad de más recortes, y el fuerte mercado laboral es uno de los argumentos», apuntan en XTB.

Si bien las encuestas de negocios se han deteriorado recientemente, las ganancias de empleo han sido bastante estables, y los miembros de la Reserva Federal más reticentes pueden querer ver este cambio antes de votar para aplicar más recortes y validar las expectativas del mercado. Por lo tanto, un NFP débil podría ser un verdadero cambio de juego para el dólar.

El último NFP mostró una ganancia de empleo de 164.000 personas y se espera un número similar esta vez. Sin embargo, agosto y septiembre fueron los dos meses más débiles en el período 2011-2018, por lo que parece haber un riesgo a la baja. Por otro lado, el informe de ADP para agosto superó las expectativas en 195.000 nuevos empleos. «El NFP es un número muy volátil y todo es posible», avisan en XTB, cuyos analistas creen que un dato inferior a 100.000 nuevos empleos «sería una gran decepción».

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