El impacto transversal del cambio climático obliga a que se revise las políticas, la agenda y la planificación alrededor de la seguridad hidráulica

La resiliencia del agua frente al cambio climático

ATALAYAR - Julián Suárez Migliozzi, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de CAF

La comunidad hídrica se enfrenta a unos retos enormes y se pregunta constantemente qué depara el futuro. El cambio climático es el gran reto de nuestra generación y su impacto en el ciclo del agua está fuera de toda duda; especialmente dura es la realidad de que sus recursos se verán reducidos, incluido el suministro de agua básica. 

De esta manera, los efectos del cambio climático han hecho que los episodios de sequías de los últimos tiempos hayan sido más recurrentes y prolongados en muchas esquinas del planeta acompañados, en muchas ocasiones, por lluvias torrenciales e inundaciones que han aumentado en frecuencia y en intensidad. En América Latina y el Caribe, las inundaciones son cada vez más frecuentes, con un aumento de casi el 50% comparado a los 15 años anteriores. Estos fenómenos hidrometeorológicos, sequías e inundaciones, corresponden a las dos caras más visibles de la crisis climática. Mientras tanto, el agua es un recurso indispensable para la vida que necesita de una gestión integrada. 

Teresa Ribera_CAF_Agua

La consecuencia de ello es que el abastecimiento de agua tanto para el mundo urbano como para el rural, el de uso agrícola e industrial, determinante para el desarrollo humano en el planeta se ve comprometida. Estos asuntos de relevancia nacional e internacional fueron los  protagonistas de la V edición de los Diálogos del Agua América Latina-España, organizado por  CAF, el banco de desarrollo de la región, y titulado “Agua y Resiliencia a los efectos del Cambio Climático” y celebrado en Madrid. 

En su quinta edición, los Diálogos del Agua es un espacio de discusión temática que se organiza anualmente con el objetivo de promover el intercambio de conocimiento y experiencias entre América Latina y España, en torno a asuntos de interés para el sector hídrico. "Estos Diálogos del Agua han permitido fomentar la cooperación técnica en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos en América Latina", dijo en su discurso inaugural de la jornada la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. 

La ministra aseguro que han sido este tipo de eventos los que han permitido fomentar la cooperación técnica y el intercambio honesto de prácticas y experiencias de las administraciones hídricas de nuestros países. "La resiliencia, es la manera que tenemos para resistir bien los efectos del cambio climático", añadió sobre el eje en el que se centró la jornada de este año, "entender de que se trata y estar preparados a las consecuencias". Además estresó que el camino a seguir al respecto es el multilateralismo, basado en la cooperación. "Las necesidades de inversión en agua y saneamiento en América Latina son esenciales. Los bancos multilaterales de desarrollo creen que alrededor del 0,3% del PIB de la región debería destinarse a políticas de agua", aseveró la ministra Teresa Ribera. 

Aina Calvo

Julián Suárez Migliozzi, vicepresidente de Desarrollo Sostenible del banco multilateral, aseguró que "en términos de inundaciones existen alrededor de 1.200 millones personas expuestas al riesgo de inundaciones a nivel global, cifra que se prevé que aumente a unas 1.600 millones en 2050, alcanzando así a 1 de cada 5 habitantes del planeta". En términos de sequías, casi la mitad de la población mundial, unas 3.600 millones de personas, vive en áreas donde al menos un mes al año la disponibilidad de agua puede ser insuficiente para cubrir su demanda básica, cifra que se prevé aumente a unas 5.700 millones de personas en el año 2050. Por ello, "y en términos de seguridad alimentaria, las sequias desafían el acceso a alimentos" lo que nos obliga a cambiar nuestros patrones de conducta. 

Así, con el fin de buscar esa mayor resiliencia sobre el agua, y en línea con la agenda de seguridad hídrica porque "si hay un recurso que necesita una reflexión sobre estrategias de sostenibilidad es el agua". "Es primordial actualizar la política hidráulica que entienda que el agua es un recurso con límites" y se debe orientar a reducir "los impactos del cambio climático: las sequías y las inundaciones, que este verano han afectado especialmente a nuestro país", destacó la ministra Teresa Ribera. Dado el impacto transversal del cambio climático se necesita "una mejor gestión de los recursos hidráulicos" que incluye un incremento de la inversión en agua y saneamiento, dijo la ministra en funciones. "Es imposible pensar ya en planificación, gestión, servicios del agua..., sin integrar los escenarios de cambio climático", aseguró al expresar su decidida apuesta por una transición a un modelo económico más justo.

Suárez Migliozzi, que habló sobre la necesidad de la gestión del agua y su incidencia en el desarrollo económico de los países de la región, aseguró que América Latina y el Caribe ocupa una posición estratégica en el contexto mundial. Cuenta con cerca del 30 % de los recursos de agua y disponer de un potencial significativo de tierras para la irrigación agrícola, esencial para la seguridad alimentaria de la región y para cubrir la demanda de otros continentes, en la medida que la región ha incrementado su participación en las exportaciones agroalimentarias mundiales del 8,3 % en el año 1990 al 13,8 % en 2015. "El calentamiento global está cambiando nuestra relación con el agua, tanto dulce como salada", dijo en la apertura de la jornada. 

Panel_Caf_Diaogos del Agua

Aina Calvo Sastre, directora de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que comenzó recordando los devastadores efectos del ciclón Idai sobre Mozambique, Zimbabwe y Malawi, dijo que "América Latina y el Caribe podría ser una de las regiones más afectadas por el cambio climático". Además "la sostenibilidad ambiental es, y no puede dejar de ser, uno de los principios transversales de la cooperación española", explicó.

Con eso en mente, Calvo Sastre resaltó que a través del  Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), un instrumento que tiene como principal objetivo asegurar el acceso a agua potable y saneamiento a las poblaciones más necesitadas de la región latina, "hemos destinados en los últimos 10 años más de 790 millones de euros para promover servicios de agua y saneamiento en 18 países de América Latina y el Caribe”. A ello se añaden las aportaciones de las contrapartes locales, estableciendo una cartera de 1.276 millones de euros que ha resultado en más de tres millones de personas beneficiarias de este fondo. 

En esa línea también habló Suárez Migliozzi que presentó la nueva estrategia del agua de CAF para 2019-2022 cuyo objetivo "es promover el acceso seguro al agua potable y al saneamiento para las poblaciones, y contribuir al desarrollo productivo de los países mediante el uso eficiente del agua; así como la reducción de la contaminación hídrica, la preservación de los ecosistemas, y la protección contra los desastres relacionados con la escasez o exceso de agua".

Los dos paneles que completaron la jornada fueron 'Gestión De Sequías. Experiencias Comparadas En Iberoamérica' y 'La Reducción Del Riesgo Por Inundaciones Urbanas'. La segunda contó con la presencia de Raúl Salazar, Jefe de la Oficina Regional en las Américas de la UNDRR, donde aseguró que "existe aún una tendencia creciente en lo que es la pérdida económica por los desastres y, en concreto, por desastres hidrometeorológicas ya que la región latinoamericana está absorbiendo cerca del 53% de las pérdidas económicas por origen climático a nivel global”.

CAF_Agua

La ministra que dijo que hay que actualizar nuestras premisas para los desafíos que tenemos por delante celebró la declaración del estado de emergencia climática aprobada el pasado 17 de septiembre por el Congreso de los Diputados español. Recordó que "de momento es una mera proclamación" pero "nos invita a reflexionar para incluir políticas transversales en las distintas administraciones". "Comprender el pasado y comprender la complejidad del futuro, lleva a cambios en los enfoques sobre cómo abordamos los retos”, dijo Salazar. 

Así, la jornada ahondó en la necesidad de anticiparnos a los impactos del cambio climático, a la exposición y a los episodios a los que nos vemos enfrentados. Además, hubo unanimidad en incluir la Agenda 2030, el desarrollo sostenible, y cambio climático  en la cooperación técnica del agua. Porque los Diálogos del Agua reflejan hasta qué punto estos desafíos pueden encontrar en la voluntad de cooperación soluciones a los grandes objetivos en las agendas internacionales y también en las nacionales.  
 

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