Los BRICS, el bloque económico constituido por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, han mostrado una imagen de unidad en el primer día de su cumbre anual. El foro se está celebrando en Brasilia. Los líderes de los cinco países han dejado clara su intención de regirse por principios económicos liberales, en contraposición al proteccionismo que está promoviendo desde Washington la Administración de Donald Trump.
Los mandatarios han coincidido en que son necesarias nuevas inversiones en infraestructuras por parte del Nuevo Banco de Desarrollo (entidad asociada a la financiación de proyectos en los BRICS) para que los cinco países consoliden su crecimiento de forma definitiva. Esas nuevas obras, han manifestado, han de tener en cuenta el factor sostenibilidad para ser viables a largo plazo.
Además, como medida común, los cinco países abogan por implantar un sistema de pagos común. Así lo ha expresado Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversiones Directas: “Un sistema de pagos eficiente de los BRICS puede fomentar pagos en divisas nacionales para asegurar pagos sostenibles y las inversiones entre nuestros países, que representan más del 20% de los flujos de entrada globales de inversión estrategia directa”. También se ha informado de que los BRICS han discutido la posibilidad de crear una criptomoneda común para reducir la dependencia del dólar.
La cumbre, aunque tiene una indudable naturaleza económica, se ha caracterizado, asimismo, por mostrar un componente político nada desdeñable. Uno de los mensajes más directos ha sido transmitido por el presidente ruso Vladimir Putin: “La economía global se ha visto afectada por el amplio uso de competencia desleal en el comercio y por sanciones unilaterales, incluidas aquellas que tienen una motivación política”. El inquilino del Kremlin no ha sido el único en cargar las tintas contra Estados Unidos. “Las contracorrientes proteccionistas e intimidadoras generan impactos negativos en el comercio internacional, acrecentando la presión sobre la economía global”, ha lamentado Xi Jinping.
Sin embargo, el presidente de China ha valorado, igualmente, la mejora de las relaciones de su país con Brasil a lo largo del último año. La retórica nacionalista que aupó a Jair Bolsonaro a la Jefatura del Estado se ha suavizado y el entendimiento ha sido la tendencia habitual a lo largo de los últimos meses. Prueba de ello es el megaproyecto que la agencia Reuters ha anunciado este miércoles, 13 de noviembre, en virtud del cual la China Communications Construction Company financiará la construcción del puerto de Sao Luis. El proyecto constituirá una de las mayores inversiones extranjeras en Brasil.
El gigante sudamericano no es el único país con el que China está remendando sus lazos. La cumbre de Brasilia ha servido para que Pekín y Nueva Delhi destensen sus relaciones. Últimamente, ambos actores han visto cómo esos nexos se han deteriorado debido al conflicto en Cachemira, región en disputa donde tienen intereses India, Pakistán y también China. En una tentativa por contribuir a normalizar la situación, Xi Jinping ha invitado al primer ministro Narendra Modi a visitar oficialmente su país.
El jefe de Gobierno indio se ha mostrado muy ambicioso en lo que se refiere a las perspectivas de crecimiento de su país. En términos generales, Modi espera que la riqueza del subcontinente se duplique a lo largo del próximo lustro. En 2018, el producto interior bruto del país fue de 2,6 billones de dólares. La idea que tiene en mente el Ejecutivo es que esa cifra haya ascendido hasta los 5 billones para el año 2024; un objetivo que podría quedar lastrado por la gran dependencia del dinero en efectivo del tejido económico nacional.
Por su parte, Cyril Rampahosa, presidente de la República de Sudáfrica, ha acudido a la cumbre con el objetivo de situar al continente africano en el centro del debate. Su país busca sentar las bases de un acuerdo que permita sacar adelante una nueva reconversión industrial. Las bases productivas de Sudáfrica están fuertemente basadas en sectores como la minería y la exportación de materias primas.
El grupo de los BRICS es un actor que, tradicionalmente, ha sido concebido como un contrapoder a las políticas económicas promovidas por Estados Unidos. Reúne, de forma aproximada, una cuarta parte del producto interior bruto global y algo más de dos quintas partes de la población del planeta.
Problemas en la Embajada venezolana
En paralelo a la cumbre, representantes del ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil han convencido a un grupo de partidarios de Juan Guaidó para que desalojasen la embajada de Venezuela en la capital. Algunos se han quejado del trato de las autoridades locales. “Nos han escoltado a la puerta de atrás como si fuéramos delincuentes”, ha declarado a Reuters el comandante desertor José Gregorio. Todos ellos han sido invitados a abandonar el país.
Posteriormente, los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro han entrado en la legación diplomática. El episodio ha dejado en una situación algo incómoda al Gobierno de Bolsonaro, que reconoció como legítimo a Guaidó como jefe de Estado de Venezuela el pasado mes de enero.