Los homicidios en el mundo provocan más muertes que las guerras

Atalayar

Pie de foto: El Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019 publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito

Hasta 464.000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017, superando con creces las 89.000 que murieron en conflictos armados en el mismo período, siendo Latinoamérica la zona más peligrosa y la desigualdad, el crimen organizado y el machismo las principales causas. El total personas fueron víctimas de homicidios intencionados en 2017 ha crecido de las 362.000 registradas en 1990, pero el aumento de la población hace que la tasa, que se mide como la tasa de víctimas por cada 100.000 personas, haya bajado del 7,4 en 1993 al 6,1 de 2017.

Estos datos han sido revelados por el Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019 publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). El informe es hace un análisis exhaustivo del número, las causas y las posibles soluciones a los homicidios intencionados en el mundo. 

Pese a que el continente americano sólo alberga el 13% de la población mundial, es donde se registran el 42% de todas las víctimas de homicidios, una situación que es especialmente grave en América Latina y en la que confluyen problemas de desigualdad, debilidad del sistema judicial y fortaleza del crimen organizado. Los únicos cuatro países del mundo con tasas de homicidio de más de 40 personas por cada 100.000 habitantes están en América Latina: El Salvador (62,1), Venezuela (57), Jamaica (57) y Honduras (41,7). Aún así, aunque las tasas de homicidio siguen siendo altas en América, el panorama varía enormemente dentro de la región y dentro de cada país.

La tasa media de homicidios anual en el continente es de 17,2 por cada 100.000 habitantes, casi el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa. La UNODC destaca especialmente el caso de Venezuela, donde se ha registrado "el más dramático incremento" de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100.000 habitantes entre 2012 y 2017. Por contra, la UNODC destaca la reducción del número de homicidios experimentada por Colombia en ese periodo, de 80 a 25 por cada 100.000 habitantes, algo que lo atribuye en parte a la "intensificación de la acción estatal contra el tráfico de drogas".

A nivel global, el 19% de todos los homicidios de 2017 estuvieron relacionados con el crimen organizado. Desde el año 2000, el crimen organizado ha matado a tantas personas como todos los conflictos armados en el mundo. Al igual que los conflictos armados, la delincuencia organizada desestabiliza a los países, mina el desarrollo socioeconómico y erosiona el Estado de derecho.

Mientras tanto destaca el número de homicidios machistas a nivel mundial. Aunque las mujeres son víctimas en sólo el 20% de todos los asesinatos, esa cifra se eleva hasta el 82 cuando se trata de homicidios cometidos dentro de la pareja. Casi el 60% de las 87.000 mujeres que fueron asesinadas en 2017 en todo el mundo fueron víctima de un crimen machista cometido por sus parejas, ex-parejas o familiares hombres, lo que hace que el hogar sea "el lugar más peligroso" para ellas. Del total de 87.000 mujeres víctimas de asesinatos en 2017 en todo el mundo unas 50.000 murieron a manos de un familiar y en 30.000 casos, esa persona era su pareja o expareja.

El continente más peligroso para ser mujer es África: la prevalencia del asesinato a manos de familiares o (ex)pareja es de 3,1 para cada 100.000 mujeres. América, con una tasa de 1,6 y Oceanía (1,3) son algo más seguras, seguidas de Asia (0,9) y Europa (0,7 muertes por cada 100.000 mujeres). La ONU explica que la prevención de los asesinatos machistas exige estrategias políticas de educación a largo plazo y un cambio de mentalidad respecto a los roles sexuales y la función de la mujeres la sociedad.

En todas las regiones, la probabilidad de que los niños sean víctimas de homicidio aumenta con la edad, aunque este proceso ocurre en diferentes etapas. Los hombres y los adolescentes de sexo masculino de entre 15 y 29 años corren el mayor riesgo de ser víctimas de homicidio en todo el mundo.

En el mundo, el 63% de los homicidios cometidos son resueltos por la Policía. Ese porcentaje cae al 43% en América, un continente donde la impunidad, causada por un sistema judicial débil, crea un ambiente en el que los criminales operan con más facilidad.

Las intervenciones dirigidas y eficientes para contrarrestar los homicidios requieren una comprensión integral de su escala y sus causas. Entre los factores que impulsan este delito que se destacan en el estudio figuran la desigualdad, el desempleo, la inestabilidad política, la prevalencia de los estereotipos de género en la sociedad y la presencia de la delincuencia organizada.

El informe consta de cinco folletos temáticos, cada uno de los cuales ofrece una visión de las facetas y dimensiones específicas de este complejo fenómeno: tendencias y patrones de homicidio; impulsores, mecanismos y tipologías de homicidio; homicidio y desarrollo sostenible; asesinatos de mujeres y niñas relacionados con el género; y asesinatos de niños y adultos jóvenes. Un sexto folleto adicional consiste en el resumen ejecutivo y las implicaciones para las políticas públicas.

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