Casablanca ha acogido el encuentro del Consejo de Negocios Marruecos-Arabia Saudí con el fin de retomar con firmeza el vínculo económico y comercial

Marruecos y Arabia Saudí buscan reimpulsar su relación económica

photo_camera Khalid Benjelloun, copresidente del Consejo de Negocios Marruecos-Arabia Saudí de la Confederación General de Empresas de Marruecos

Marruecos y Arabia Saudí trabajan en la línea de potenciar el nexo económico y comercial entre ambos países. Con tal motivo, Casablanca ha albergado durante la jornada del miércoles la celebración del Consejo de Negocios Marruecos-Arabia Saudí.

Este encuentro ha otorgado una “oportunidad idónea” para tratar la situación del vínculo empresarial y las oportunidades inversoras relativas a las economías del país africano y del árabe; todo dirigido a relanzar la cooperación económica entre los reinos marroquí y saudí. 

Khalid Benjelloun, copresidente del Consejo de Negocios Marruecos-Arabia Saudí de la Confederación General de Empresas Marroquíes (CGEM) y anfitrión del cónclave, indicó que la economía marroquí se ha instalado en un clima “favorable”, según ha recogido la agencia oficial de noticias marroquí MAP. Benjelloun explicó que su país es una opción bastante atractiva ya que destaca por la estabilidad económica, una tasa de inflación controlada y por el crecimiento económico sostenido durante la última década, así como por la apertura internacional gracias a acuerdos de libre comercio suscritos con la Unión Europea, Estados Unidos o diversos países árabes.

Aquí entra en juego Arabia Saudí, la primera potencia económica de Oriente Medio, el mayor productor mundial de petróleo y uno de los países más ricos del entorno árabe y que cuenta con importantes proyectos de inversión en diversos sectores, como el de las infraestructuras, la construcción y el transporte. 

Dada las condiciones geográficas y climáticas del Reino, necesita la importación de determinados productos necesarios procedentes de varias partes del mundo debido a las dificultades productivas que tiene en determinados sectores, derivadas de sus propias características. Por lo tanto, el Estado saudí está muy interesado en recibir productos de otras naciones para cubrir el consumo que no puede satisfacer por sus incapacidades productivas en determinados ámbitos. Aunque la distancia y formas de Gobierno parezcan grandes barreras de entrada, se trata de un país en pleno proceso de apertura que cuenta con una economía con gran potencial y que necesita de socios comerciales que exporten mercancías para sus industrias y consumo final.

Ante esto existen las lógicas barreras arancelarias, que en Arabia Saudí oscilan entre el 5 y el 20% dependiendo del producto. Sin embargo, por ejemplo, los productos alimentarios son los que presentan mayores ventajas para exportar al mercado saudí ya que están libres de aranceles o tasas impositivas, lo que facilita su comercialización. 

Aquí Marruecos puede encontrar un gran nicho de negocio ya que se erige en un agente económico en el cual tiene gran peso el mercado agroalimentario; por lo que puede significar una fuente exportadora importante para el mercado saudí.

Además, se trata de una nación con la que Arabia Saudí siempre ha mantenido una estrechísima relación; pero esta se ha enfriado bastante en los últimos meses tras la postura neutral adoptada por el reino alauí después del embargo político y económico decretado en 2017 por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Bahréin sobre Qatar, nación a la que acusaban de sustentar a grupos terroristas transfronterizos, algo que los qataríes siempre han desmentido, y de aproximarse demasiado a Irán, gran rival en el plano internacional del Estado saudí y principal referente de la rama chií del islam, contrapuesta a la suní defendida por el Reino.

El rey de Marruecos, Mohamed VI, siempre ha intentado mantener buenas relaciones con Arabia Saudí, uno de los principales inversores en Marruecos, pero tampoco deseaba enfrentarse a Qatar, cuya capacidad inversora es más que reseñable también. En este escenario, cabe destacar también que el monarca alauí es amigo personal tanto del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, como del emir qatarí Tamin bin Hamad al-Thani.

A pesar de este enfriamiento del vínculo entre ambos países, la CGEM ha aprovechado la reunión del Consejo de Negocios para presentar varias propuestas al interlocutor saudí de cara a llegar a acuerdos concretos, dentro de los cuales destaca como proyecto estrella una línea marítima entre Marruecos y Arabia Saudí para impulsar el comercio, en particular de las exportaciones agroalimentarias marroquíes. 

Además, la Confederación General de Empresas de Marruecos propone la creación de un Consejo Superior de Inversiones para apoyar proyectos, la creación de un Comité Conjunto marroquí-saudí para dirigir las inversiones conjuntas y desarrollar las relaciones comerciales con el continente africano, apartado en el cual el reino marroquí puede desempeñar un papel importante como puerta de entrada a otros mercados de su continente emplazados por debajo de la línea del Magreb. 

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