Londres ha recalcado que no se han producido cambios en su política exterior con Irán

Reino Unido se suma a la misión naval de Estados Unidos en el estrecho de Ormuz

photo_camera Mehmet Eser/Agencia Anadolu - En julio de 2019, el segundo buque de guerra perteneciente a la Marina británica llegó al Estrecho de Ormuz.

Reino Unido ha anunciado que participará en la “misión de seguridad marítima” junto con Estados Unidos para proteger a los barcos británicos en su paso por el estrecho de Ormuz frente un aumento de la escalada de tensiones e incidentes con Irán. 

Las autoridades británicas han enfatizado, este lunes, que no se han producido cambios en la política de Londres sobre Irán, pero afirmaron que unirse al plan de EEUU es la medida más significante de la política exterior, no relacionada con el Brexit, del nuevo Gobierno de Boris Johnson. “Reino Unido está decidido a proteger a sus navíos contra las amenazas ilegales y es por ello que hoy nos unimos a la nueva misión de seguridad marítima en el Golfo”, ha explicado en un comunicado el ministro de Defensa británico, Ben Wallace. 

Hace dos semanas, el Gobierno británico estaba apelando a una misión naval conjunta europea contra la “piratería iraní”, y en la reciente cumbre de Bahréin, varios Estados europeos y de Oriente Medio se reunieron para buscar una solución militar en el estrecho de Ormuz. Sin embargo, la decisión del Ejecutivo de Johnson de mandar dos fragatas al estrecho de Ormuz aproxima a Reino Unido a la política llevada a cabo por EEUU en este estratégico punto del golfo Pérsico, que se caracteriza por ser más agresiva con las actividades del Gobierno persa.

Ningún otro país ha declaro por el momento su involucración en esta misión naval. Por su parte, el Gobierno norteamericano ha recibido con optimismo la decisión: “Este es un desafío internacional y esperamos la oportunidad de trabajar junto con la Marina Real y con socios y aliados adicionales que comparten el objetivo común de garantizar el libre flujo del comercio”, según ha declarado la comandante Rebecca Rebarich, portavoz del Pentágono, recogido por la agencia Reuters. 

Londres, de esta forma, se separa de la postura que llevaban hasta el momento el resto de Estados de la Unión Europea (UE) de mantener una postura prudente ante la escalada de las tensiones en el Golfo. Especialmente porque la UE sigue estando interesada en salvar el acuerdo nuclear con Irán, del que el Ejecutivo de Donald Trump se retiró unilateralmente en 2018, antes de que el Gobierno iraní se desvincule por completo de sus compromisos nucleares en septiembre, fecha límite del ultimátum que dio Teherán a la UE para salvar el acuerdo.

Sin embargo, Reino Unido ha reafirmado su “compromiso en trabajar con Irán y nuestros socios internacionales para rebajar la escalada y mantener el acuerdo nuclear”, según ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab. Según una fuente británica citada por la agencia Reuters, la nueva visión de Londres será la de proteger la seguridad de los barcos británicos, pero no la de unirse en las sanciones estadounidenses contra el país asiático. 

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, indicó este lunes que Berlín, por su parte, apuesta por impulsar una misión de observación de la UE con el objetivo de proteger la navegación en el estrecho. Añadía que “es también predecible que será necesario cierto tiempo para convencer a la UE de esto”, según ha recogido la agencia de noticias DPA. El Gobierno de Alemania ya rechazó la oferta de unirse a la misión naval encabezada por EEUU por considerar que aumentaba la escalada de tensión militar en la región. En la misma línea se ha mostrado España, que tampoco contempla sumarse a esta coalición, según ha informado a la agencia Europa Press un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación. 

La respuesta de Irán a esta medida se ha manifestado este lunes mediante su ministro de Asuntos Exteriores, Javad Zarif, quien ha declarado que el país asiático “no permitirá más ofensas marítimas” en el estrecho de Ormuz, quinto punto de tránsito de crudo del planeta. 

Una lancha de la Guardia Revolucionaria de Irán moviéndose alrededor del petrolero de bandera británica Stena Impero.
Es probable que Australia siga los pasos de Reino Unido

Australia se muestra lista para anunciar su posible contribución a la protección de las rutas marítimas en Oriente Medio, después de que altos ministros australianos tuvieran una reunión con oficiales estadounidenses discutiendo la propuesta. La participación de Australia daría un impulso a los esfuerzos del Ejecutivo de Donald Trump para construir esa coalición internacional contra las acciones iraníes en el Golfo, después de que los Estados de la UE hayan mostrado sus reticencias.

El primer ministro de Australia, Scott Morrison, declaró este lunes que el Gobierno estaba “considerando cuidadosamente” la solicitud propuesta por el país norteamericano, pero que su objetivo era “reducir las tensiones”. Esto ha ocurrido después de que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, durante su visita a Sydney el pasado domingo, dirigiera sus palabras al Gobierno australiano explicando que los países que dependían del petróleo y otros bienes deberían contribuir a la colación.  

El director del Instituto de Política Estratégica de Australia, Peter Jennings, ha expuesto recientemente que más que una fragata o un avión de vigilancia, Australia puede aportar helicópteros marineros y soldados armados con ametralladoras calibre 50 en buques tanque para defenderse de los posibles ataques. 

Asimismo, cabe destacar que Morrison se reunirá el miércoles con el secretario general de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN), Jean Stoltenberg, para tratar las tensiones en Oriente Medio y con Rusia y China. 
 

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