Túnez se enfrenta a graves problemas para financiar sus pequeñas empresas
Por Mohamed Sahli
Foto: Vista de una zona económicamente pujante en la capital tunecina.
En Túnez, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) tienen grandes dificultades para acceder al crédito, lo que hace aún más difícil su supervivencia económica. Según el Banco para la Financiación de las Pequeñas y Medianas Empresas (BFPME), las compañías tunecinas de tamaño reducido o mediano sólo consiguen en este momento el 20% del crédito que necesitan y tienen que autofinanciar más del 50% de sus necesidades. Las PYMES “necesitan un poco de oxígeno a corto término”, alertan los expertos tunecinos. Si no lo logran, muchas empresas tendrán que cerrar el negocio. El problema no es sólo económico y financiero, sino también político. La transición democrática en Túnez se está haciendo de manera más equilibrada que en otros países de la región, pero los logros políticos no están teniendo una repercusión inmediata y positiva en el mundo económico. Y los sectores que más sufren esta realidad son los pequeños y mediamos empresarios y los autónomos. Tanto es así que, en materia de financiación empresarial, Túnez se colocó en el puesto número 105 en el mundo en 2013, según el informe ‘Doing Business’ del Banco Mundial (BM). En 2014 la situación empeoró y Túnez perdió cuatro puestos. Un estudio del Instituto Árabe de Jefes de Empresas (IACE) llevado a cabo a finales de 2012 y publicado en junio de 2013 señaló que el 66% de las PYMES tunecinas tienen dificultades para financiarse. La situación es muy complicada, porque el pequeño país magrebí tiene 15.000 PYMES que representan el 97% del tejido empresarial tunecino. “Son un sector estratégico para luchar contra el paro”, advierte un economista tunecino. Pero poco podrán hacer contra este problema si no consiguen financiarse adecuadamente.
Un contexto difícil
El contexto económico en el que se mueve Túnez no es fácil, porque los costos de producción han aumentado en los últimos años y la burocracia es un mal endémico que lastra el desarrollo del país. En este sentido, el BM indica en su informe que, en materia burocrática, la situación de Túnez empeoró. El país se sitúa en 2014 en el puesto 70 sobre 189 Estados analizados, mientras que en 2013 se colocó en el número 63 del ranking y en 2012, en el 51. Las nuevas empresas tienen que someterse a 10 procedimientos burocráticos complicados para iniciar su actividad, mientras que la medida regional y la de los países desarrollados de la OCDE es de ocho y cinco, respectivamente. Varios acreedores y fondos regionales e internacionales se muestran dispuestos a ayudar a las PYMES tunecinas. Uno de ellos es el Estado italiano, que el pasado mes de febrero concedió un préstamo de 73 millones de euros a Túnez destinado a la modernización de las PYMES y a la promoción de la innovación en el sector privado. Las empresas que se han visto beneficiadas por este préstamo tendrá que devolver el crédito solicitado en euros a un interés del 2,5% en un periodo de 10 años. Si el crédito es en dinares tunecinos, el interés será del 4,5%. El Banco Europeo de Inversión (BEI) acordó en junio pasado 100 millones de euros a las empresas tunecinas. Otros 100 millones ya fueron prestados por el BEI en diciembre de 2012, lo que permitió financiar 500 proyectos empresariales y crear 2.800 empleos. Además, el Consejo Tunecino-Americano sobre el Acuerdo Marco de Comercio e Inversión (TIFA) negocia actualmente una serie de iniciativas para promover el comercio entre Túnez y Estados Unidos. El BM ha anunciado su disposición a conceder un préstamo de 50 millones de dólares destinado a promover las exportaciones tunecinas al Magreb y a África subsahariana, sobre todo en el caso de las PYMES. Las autoridades tunecinas también han tomado algunas medidas para estimular el crédito, y en este sentido, el BFPME anunció su disposición a poner en circulación 100 millones de dinares (unos 42,8 millones de euros) para ayudar a las PYMES.