La Unión Europea extiende su acuerdo comercial con Marruecos a la región del Sáhara Occidental

Pedro Canales

El Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo ha dado su placet este miércoles para modificar el acuerdo comercial existente desde 2013 entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea, afín de que incluya el territorio del Sáhara Occidental. El voto a favor de la modificación del Acuerdo ha sido aplastante, con 444 votos a favor frente a los 167 en contra. 

El Frente Polisario, que representa los refugiados saharauis que viven en los campamentos de Tinduf (Argelia) y tiene una corriente de simpatizantes en el territorio sahariano, ha sufrido una sonora derrota al querer colocar el debate sobre los acuerdos comerciales, económicos, pesqueros y agrícolas entre el Reino alaui y la Unión Europea, en el terreno político. 

El Parlamento Europeo en este proceso en concreto no ha hecho ningún reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre la ex colonia española, y mucho menos un reconocimiento de la soberanía que sobre dicho territorio ejercería hipotéticamente la República saharaui independiente proclamada en Tinduf. No era ese tema lo que estaba en la agenda. Se trata de unos acuerdos únicamente comerciales, que benefician tanto a la UE en su conjunto, como a Marruecos como país y a la economía y la población que habita en el territorio en cuestión. 

Tanto desde Rabat como desde Bruselas se ve dicha aprobación como un avance en la consolidación de la asociación estratégica multiforme entre el Reino marroquí y la Unión Europea. “Es una buena noticia para la UE, para Marruecos, para las empresas locales y los habitantes del Sahara”, ha declarado el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici. Según los expertos europeos, las tarifas aduaneras privilegiadas derivadas del Acuerdo, permitirán apoyar la economía local y las exportaciones. En el sector agrícola hay 14 mil empleos en juego; en el pesquero cerca de 45 mil. 

Es probable que el Frente Polisario, que ha “condenado” la decisión del Parlamento Europeo, vuelva a recurrir al Tribunal de Justicia Europeo, como ya hizo en 2016, para tratar de impugnar el visto bueno dado por Estrasburgo a la modificación del acuerdo de 2013. Ya entonces, la Corte de Justicia europea consideró que el acuerdo entre Rabat y Bruselas no debía aplicarse al Sáhara Occidental “a menos que representantes de sus habitantes lo consientan, y que el territorio sea explícitamente mencionado en el texto del acuerdo”. Los negociadores europeos que han presentado la propuesta de modificación al Parlamentonconsideran que sí beneficia a la población local. La Comisión Europea afirma que las consultas llevadas a cabo “con un amplio abanico de representantes de la sociedad local, de la sociedad civil y otras organizaciones representativas, han mostrado el apoyo al proyecto”. La carta enviada hace unos días a la Comisión firmada por 80 ciudadanos saharauis representantes políticos y administrativos de todas las estructuras de autogobierno que funcionan en el territorio, ha sido considerada como una prueba más para los eurodiputados que respaldan los acuerdos económicos y comerciales con Marruecos. 

El error cometido por el Frente independentista de querer “politizar” los debates en el Parlamento Europeo, equivocándose de foro de discusión, no dejará de provocar debates internos en el movimiento que dirige Brahim Ghali desde el territorio argelino. 

Tanto la Unión Europea como los Estados Unidos y todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, han depositado su confianza en que el enviado personal del secretario general de la ONU,  el alemán Horst Köhler, consiga llevar las negociaciones iniciadas en diciembre en Ginebra entre Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania, a buen puerto y se alcance una solución pacífica, consensuada y benéfica para todas las partes.