Argelia: la transición durará un año y el gobierno será tecnócrata
Henar Hernández Álvarez
Pie de foto: El nuevo primer ministro de Argelia, Noureddine Bedoui, a la derecha, y el viceprimer ministro de Argelia, Ramtane Lamamra, en la rueda de prensa en Argel el jueves 14 de marzo de 2019. AP Photo/Anis Belghoul
Tras su nombramiento el pasado lunes, el nuevo primer ministro argelino, Nouredin Bedoui, ha comparecido en rueda de prensa junto al viceprimer ministro Ramtan Lamamrapara explicar las claves de la transición argelina en una situación que ha calificado como “sensible”.
Bedoui ha afirmado que las demandas de los jóvenes, que llevan manifestándose durante cuatro viernes seguidos contra la corrupción del sistema, conformarán la hoja de ruta del proceso que, en cualquier caso, no deberá exceder de un año. Asimismo, el jefe del Ejecutivo ha mostrado su intención de que el gobierno que tutele la transición sea tecnócrata y representativo, por un lado, de toda la sociedad, con especial importancia de las mujeres y los jóvenes y, por otro lado, de todo el espectro político, por lo que estará abierto a la participación de los partidos de la oposición, a los que además ha apelado a dialogar para encontrar soluciones a los problemas que afronta Argelia. El primer ministro también ha explicado que el gobierno deberá apoyar a la conferencia nacional, de la que saldrá un candidato de consenso que sería ratificado después en unas nuevas elecciones presidenciales. Asimismo, ha precisado que la conferencia sobre la reforma de la Constitución comenzará una vez se haya constituido el nuevo Ejecutivo.
Sin embargo, parece que esta comparecencia no ha podido calmar los ánimos de los miles de argelinos que se han manifestado por todo el territorio nacional cada viernes desde el pasado 22 de febrero. Unas protestas que fueron catalizadas por el anuncio del presidente Abdelaziz Buteflika de presentarse a sus 82 años a las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril. A pesar de que finalmente Buteflika comunicó que renunciaba a su candidatura – propiciado, en parte, por los problemas de salud, puesto que a finales de febrero se trasladó a Ginebra para recibir tratamiento médico en un hospital – los manifestantes volverán a salir a las calles este viernes para protestar contra su mandato actual, el cuarto, que podrá alargarse en el tiempo indefinidamente hasta que se celebren nuevas elecciones, ya que los comicios previstos para esta primavera han sido aplazados a una fecha aún por determinar tras el anuncio del presidente Buteflika. Esta decisión ya ha sido rechazada por la oposición, que ha alertado de que podría ser una maniobra del mandatario para permanecer en el poder.
En las protestas participan, además de los jóvenes– los menores de 25 años representan el 45% de la población total de Argelia – otros colectivos como los médicos, los jueces o los profesores, que se han ido sumando progresivamente desde que estallara la crisis social. Además de las manifestaciones multitudinarias, el país sufre desde el pasado domingo el azote de una huelga general que está previsto que se mantenga hasta este viernes. Sin embargo, el paro está siendo secundado de forma desigual: mientras los transportes y las instituciones educativas se han paralizado, los comercios siguen abiertos al público, según testimonios recogidos por AFP.