La crisis de refugiados copa la cumbre UE-África de La Valetta

Carmen Chato/marruecosnegocios.com

Pie de foto: Los participantes en la Cumbre UE-África que ha tenido lugar en La Valetta

La Cumbre Unión Europea-África, que durante dos días ha reunido a los dirigentes de ambos lados del Mediterráneo, finalizó con una llamada de atención por parte del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a los Estados miembros de la Unión Europea.

Tras analizar en qué situación se encuentran las medidas a las que se comprometieron los países europeos para hacer frente a la crisis de refugiados, Juncker demandó a los dirigentes de la UE más esfuerzos para cumplir con sus compromisos y pidió más rapidez para poner en marcha las medidas acordadas.

Una crisis de refugiados que ha llevado en lo que va de año a más de 750.000 personas a arriesgarse a cruzar el Mediterráneo para huir de la guerra y la violencia. Pero no hay que olvidar, que si bien esta situación de emergencia es cada vez más dramática, los migrantes procedentes de la vecindad europea han puesto rumbo al continente en condiciones extremas desde hace décadas. Ahora, los que se embarcan en esta travesía, ya no sólo huyen de conflictos endémicos, de la pobreza o de la falta de oportunidades sino de una guerra civil cruenta, la de Siria, que lleva camino de cumplir los cinco años.

Ante lo extremo de la situación, el Consejo Europeo abogó en abril de este año por organizar una cumbre internacional para debatir cuestiones de migración con los países africanos y con otros Estados considerados clave en esta materia. Por ello, y para tener una perspectiva mucha más amplia, se invitó a participar tanto a los Estados miembros de la UE como a los países miembros de los procesos de Rabat y de Jartum. También los representantes de la Comisión de la Unión Africana y de la Comisión de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), las Naciones Unidas y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) fueron algunas de las entidades invitadas a esta cumbre.

La Comisión Europea analiza las acciones conjuntas de la UE en relación a la crisis de refugiados

Juncker repasó la situación en materia de compromisos financieros de los Estados y de la Comisión europea, de las operaciones de reubicación y de retorno, de la aplicación del Mecanismo de Protección Civil, y del funcionamiento de los puntos "críticos" ("hotspots") en Grecia e Italia, países de la UE que se sitúan a la cabeza de los afectados en el tránsito hacia el interior continental.

El Presidente Juncker expresó su malestar ante la lentitud de los avances: "No estoy nada satisfecho con el ritmo de las reubicaciones de refugiados en el momento.  A este ritmo se tardará hasta 2101 para trasladarse a 160.000 personas". Sin embargo,  expresó su satisfacción al ver que la República Checa, Hungría y Eslovaquia han confirmado que enviarán 300 expertos suplementarios en respuesta a las llamadas de Frontex y de la OEAA.

Un Fondo Fiduciario para frenar la inmigración de África como primera medida

La Comisión Europea propuso crear este fondo de emergencia en septiembre pasado y anunció una dotación inicial de 1.800 millones a completar con otros 1.800 millones asignados por los 28 gobiernos europeos. A los estados miembros les está costando, sin embargo, mostrarse generosos y de momento, sobre el papel, la aportación alcanza solo los 47,4 millones de euros.

Beneficiará esencialmente a la región del Sahel y del lago Chad: Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Mali, Mauritania, Niger, Nigeria y Senegal. También podrán optar a los fondos los países del cuerno de Africa: Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del sur, Sudán, Tanzania y Uganda. Así como el norte de Africa: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto.

El objetivo es ayudar a las tres regiones de África beneficiadas a hacer frente a los numerosos retos que tienen. Empezando por la presión democrática, los problemas medioambientales, la extrema pobreza, las tensiones internas, la corrupción que mina sus instituciones, el desplazamiento interno, la criminalidad, radicalización y extremismo así como la inmigración irregular y el tráfico de seres humanos.

Son cuatro tipos de proyectos los que se quieren poner en marcha. Todos aquellos destinados a impulsar el empleo, especialmente de los jóvenes y las mujeres en las comunidades locales con especial énfasis en formación profesional y microempresas. También apoyará proyectos relacionados con servicios básicos en materia de alimentación, sanidad, educación o medio ambiente, así como proyectos destinados a contener los flujos de inmigrantes irregulares y la lucha contra las mafias. Por último aportará dinero a proyectos destinados a impulsar la buena gobernanza.