La visita real a Arabia Saudí afianza la presencia de España en el Golfo Pérsico
Por Paco Soto
Foto: El rey y otras personalidades posan para la foto con motivo de la reunión para la presentación del AVE Meca-Medina.
La visita oficial de 40 horas que realizó entre el 17 y el 19 de mayo el rey Juan Carlos I a Arabia Saudí sirvió para afianzar la presencia económica y política española en este país árabe del Golfo Pérsico, que es una potencia emergente y el primer productor de petróleo del mundo y segundo suministrador de crudo de España, después de México. La visita tuvo un marcado contenido económico, porque España, que es uno de los grandes exportadores de capitales en el mundo, aspira a incrementar sus inversiones en Arabia Saudí y en la región. Tanto es así, que España quiere invertir unos 230.000 millones de euros en el país árabe. Por eso mismo, el jefe del Estado viajó a este país acompañado por los ministros de Defensa, Pedro Morenés; de Fomento, Ana Pastor, y de Industria, José Manuel Soria, y una treintena de empresarios españoles que buscan oportunidades de negocio o han firmado contratos en la rica potencia petrolera. Los encuentros que mantuvo el monarca con altos representantes saudíes desde su llega a Yeda –la segunda ciudad más grande del país-, como el príncipe Salman Bin Abdulaziz al Saud, heredero al trono, y el príncipe Muqrin Bin Abdulaziz al Saud, viceheredero del Reino, demostraron la importancia de la visita real. La delegación empresarial que acompañó al rey fue una buena representación de la flor y nata de las grandes corporaciones españoles que triunfan en el extranjero: ACS, Abengoa, Ferrovial, Renfe, Talgo, Gestamp, Ineco, Indra, Isolux, Mondragón Educación, Navantia, OHL, Rotman, Sacyr, Sener, Técnicas Reunidas, Telvent, Tracsa y Urovesa, Esade… El rey Juan Carlos se reunió con representantes de las 85 grandes y pequeñas empresas españolas que construyen importantes infraestructuras en el país árabe como el AVE que unirá las ciudades de Meca y Medina y las tres líneas de Metro de Riad, la capital del país.
España y Arabia Saudí han sellado acuerdos para llevar a cabo otros proyectos de envergadura como la construcción de los Metros de Yeda, Damán y Medina y las líneas de ferrocarril que conectarán el país árabe de norte a sur, las ciudades de Riad y Yeda y el Mar Rojo con el Golfo Pérsico. La construcción de nuevas carreteras, depuradoras, desaladoras, el impulso de las energías renovables y plantas de electricidad, la ampliación de puertos y aeropuertos y las iniciativas en el ámbito sanitario y educativo figuran también en la larga lista de negocios empresariales españoles. Asimismo, la empresa pública Navantia aspira a vender varias fragatas a la Armada saudí, que quiere ampliar su flota con seis destructores, veinte fragatas, 90 patrulleras y 20 submarinos. Cabe destacar la importancia que tuvo la reunión explicativa sobre el proyecto del AVE de Meca a Medina entre el rey Juan Carlos y los ministros de la delegación española y las autoridades saudíes. También desempeñaron un papel importante en el marco de la visita real los representantes de instituciones españolas y saudíes como el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, el Comité Hispano-Saudí de Cámaras de Comercio y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI). El rey Juan Carlos I demostró una vez más que sabe ser un magnífico representante de la España democrática y moderna que se esfuerza por superar la crisis e internacionalizar aún más su economía.
Consciente del papel que cumple la monarquía española en el ámbito internacional, el jefe del Estado animó a los empresarios y las instituciones públicas y privadas a incrementar sus esfuerzos a favor de una mayor presencia de España en Arabia Saudí y en el mundo. Su petición no cayó en saco roto y el ministro de Transportes saudí alabó el proyecto de 450 kilómnetros de tren de alta velocidad que varias multinacionales españolas llevan a cabo en el país árabe. El contrato firmado entre las autoridades saudíes y las empresas españolas en 2012 asciende a 6.736 millones de euros. “El apoyo del rey ha sido fundamental y clave en este gran proyecto, en la imagen de España en todo el mundo y en saber que la tecnología española en alta velocidad nos ha colocado como referencia mundial”, recalcó la ministra de Fomento, Ana Pastor. Según dijo la ministra, Juan Carlos I es el “mejor embajador que nunca podría tener España”. Pastor puso de manifiesto que España es un país tecnológicamente avanzado, porque tiene “gente preparada”, y dio el ejemplo de los centenares de ingenieros, técnicos y profesionales de diversos ramos que trabajan en la construcción de la línea de AVE Meca-Medina. Según estimaciones técnicas, el denominado “AVE del desierto”, a partir de 2017, podría tener una capacidad de transporte de viajeros de unas 244.000 personas al día, en los momentos de mayor afluencia de peregrinos a La Meca.
Arabia Saudí ha encargado 35 trenes a España, y podría ampliar la cifra a 55 en el futuro. Los convoyes ya están siendo fabricados por la empresa Talgo en España, y tienen unas particularidades tecnológicas adaptadas a las características del desierto de piedra y arena de Arabia Saudí. Según fuentes del consorcio constructor del AVE saudí, el primer tren de prueba estará listo a principios de 2015 y los saudíes desearían que las obras estuvieran acabadas en diciembre de 2016. Ana Pastor destacó que son “muchos proyectos de futuro. Sólo en ferrocarril van a destinar en los próximos años 100.000 millones de euros”. El viaje oficial a Arabia Saudí se llevó a cabo en el marco de una gira de marcado carácter económico que el rey Juan Carlos inició el pasado mes de abirl por los países del Consejo de Cooperación del Golfo. El periplo real comenzó en Emiratos Árabes Unidos y Kuwait y tuvo continuidad en Omán y Bahrein. Tras el viaje a Arabia Saudí el monarca visitará Catar. Según fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores, la gira por estos seis países del Golfo Pérsico responde al propósito de reforzar las relaciones bilaterales con Estados de una región muy atractiva desde el punto de vista económico y que Madrid considera de “prioridad estratégica”.