Continúan muriendo cientos de niños en Siria
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este jueves que 1.106 niños han perdido la vida en 2018 durante el conflicto en Siria, una de las cifras más altas que ha registrado el país de Oriente Medio desde el estallido de la violencia armada hace nueve años. Fran Equiza, representante de UNICEF en Siria, ha señalado en Ginebra que, pese a que las agresiones han disminuido, se espera que los registros de niños fallecidos sean similares para el 2019.
“Matar y mutilar sigue siendo la violación más frecuente contra los niños en Siria, con 657 niños muertos y 324 heridos entre enero y finales de septiembre”, ha señalado el delegado diplomático español. “Con más de 5 millones de niños que necesitan asistencia humanitaria dentro de Siria, incluidos 2,6 millones de niños desplazados internos: la escala, la gravedad y la complejidad de la crisis es asombrosa”, añadía.
“Este año no se presenta mejor para los niños”, ha comunicado Equiza. Y es que, hasta septiembre, Naciones Unidas ha reportado 1.792 violaciones graves de los derechos de los niños solo en este año. El delegado ha apuntado que estas cifras incluyen violaciones, asesinatos, reclutamientos y secuestros de niños; así como ataques contra escuelas e instalaciones de salud. Del mismo modo, el diplomático ha señalado que estos números pueden ser potencialmente mucho mayores.
Especialmente crítica está siendo la situación en el noroeste de Siria, en la ciudad de Idlib y su provincia, el último bastión que queda del bloque opositor al presidente, Bachar al-Asad, en torno a 74.000 personas, entre los que se encuentran 31.000 niños, permanecen desplazados. Según datos presentados por Naciones Unidas, 10 niños han sido asesinados y 28 mutilados debido a los enfrentamientos en esta región. Este mismo miércoles tres niños resultaron heridos debido al impacto de un proyectil sobre una escuela al sur de Tal Abiad que albergaba 12 familias desplazadas.
Además, UNICEF ha afirmado que uno de cada cinco niños tiene retraso en su crecimiento en las provincias de Deir-ez-Zor y A-Hasakeh, mientras que la media en otras zonas del país es de uno sobre ocho. 1,6 millones de personas en el noroeste de Siria se encuentran una seria crisis humanitaria sin asistencia de agua potable y saneamiento, además de que más de la mitad de los niños no van al colegio. 28.000 niños, de 60 nacionalidades distintas, se encuentran atrapados en campos de desplazados en esta zona del país y fuentes de la ONU apuntan a que 250 niños de apenas nueve años se encuentran detenidos, posiblemente sean un número mayor.
El recrudecimiento de los últimos enfrentamientos ha hecho que la situación humanitaria en Siria haya empeorado, es por esto que en las últimas semanas UNICEF ha llamado a los Estados a repatriar a los niños extranjeros que se encuentran atrapados en el noroeste de Siria antes de que las consecuencias puedan ser peores. “La última escalada en el noroeste de Siria trae una urgencia renovada para que los gobiernos repatrien a los niños extranjeros varados en el área antes de sea demasiado tarde. Los gobiernos nacionales tienen ahora la responsabilidad y la oportunidad de hacer lo correcto y llevar a estos niños y sus padres a donde puedan recibir la atención adecuada y estar a salvo de la violencia y el abuso”, afirmaba desde Nueva York la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Las autoridades de la organización universal han señalado que los 31.000 niños desplazados desde el noroeste de Siria aparte de necesitar agua potable, higiene familiar o suministros nutricionales, especialmente crítico ha sido su estado psicológico después de haber presenciado bombardeos, combates o explosiones en sus ciudades de origen. “El interés superior de los niños debe ser una consideración primordial en todo momento”, afirmaba la directora ejecutiva. “UNICEF sigue profundamente preocupado por la seguridad y bienestar de estos niños que luchan por sobrevivir en medio de condiciones cada vez más graves en los campos y centros de detención de la zona”, añadía.
Estas declaraciones se producen un día después de la conmemoración del Día Universal de los Derechos del Niño el pasado 20 de noviembre. Este mismo día, pero en 1959, Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, que incluía 10 principios fundamentales para respetar los derechos de uno de los grupos humanos más vulnerables, aunque sin tener carácter jurídicamente vinculante. Sería el 20 de noviembre de 1989 cuando se firmara la Convención sobre los Derechos del Niño de obligado cumplimiento para todos los Estados que la ratificasen.
Especialmente vulnerable es la situación de los niños desplazados, migrantes y refugiados. Un 40 por ciento de los desplazados internos por conflictos y otras crisis en el mundo, son menores de edad, lo que supone 17 millones de menores, según datos del Centro de Control de Desplazamientos Internos. Estos niños “corren un riesgo especialmente alto de sufrir abusos, ser olvidados, contraer enfermedades y caer en la pobreza” y “requieren especial apoyo por parte de los gobiernos”, ha señalado la directora de esta organización a Efe.
Otro de los grandes riesgos para estos niños es sufrir detenciones durante su trayecto y afecta, no solo a países como Siria o de África Subsahariana, sino a todos los continentes. Más de 100.000 niños migrantes se encuentran en centros de detención en Estados Unidos, según ha recogido un estudio de la ONU publicado esta semana. “Eso es mucho más que en todos los otros países de los que tenemos cifras fiables”, declaraba a la prensa, Manfred Nowak, uno de los autores del informe.
“Separar a los niños de sus padres como hizo la administración de Trump, incluso a niños pequeños, en la frontera entre México, es algo que está absolutamente prohibido por la Convención de los Derechos del Niño”, añadía el jurista. Según el documento, al menos 330.000 niños se encuentran detenidos en 80 países por razones migratorias. Por su parte, más de 7 millones están privados de su libertad.