Un joven marroquí lanza por Internet un sex shop halal
19 de septiembre de 2014 (21:55 h.)
Por Amina Adib
Foto: El mundo árabe ya tiene a su disposición un sex shop digital conforme a las normas islámicas.
Abdelaziz Aouragh es un joven marroquí residente en Holanda. Ha tenido la idea de lanzar la primera tienda digital de productos eróticos dirigidos al mundo árabe. Es la primera vez que una iniciativa de esta naturaleza se lleva cabo en una región del mundo que no tiene buena imagen en materia de erotismo y sexo. No sabemos si como dice el escritor y poeta español Manuel Vilas “el sexo es el motor del mundo’, y es probable que Aouragh no conozca al citado autor. Pero no hay duda de que este joven marroquí es atrevido, imaginativo y valiente. Tras haber dado este paso por Internet, quiere abrir una sucursal de su tienda en Arabia Saudí, un país donde la represión sexual es enorme y las mujeres tienen menos derechos que un perro callejero. Pero donde los hombres que tienen dinero y viajan a Europa y a países musulmanes más liberales, como Marruecos, se permiten el lujo de beber como cosacos y emborracharse como polacos y recorrer los prostíbulos más lujosos de las ciudades que visitan. Esto en el mejor los casos. En el peor, el sector pederasta de esos hombres adinerados y depravados se dedica a consumir prostitución infantil. Marruecos es un triste ejemplo de esta repugnante realidad. El joven Abdelaziz Aouragh certifica que sus productos -bajo el sello Al Masira- son halal, es decir que son permitidos por las estrictas normas islámicas. Su tienda es el primer sex shop halal del mundo.
Conquistar Arabia Saudí
Según el rotativo marroquí arabófono ‘Al Akhbar’, este nuevo negocio favorecerá a la industria halal que espera alcanzar de aquí a 2020 una cifra de negocios de 6,4 trillones de dólares. Como señala el periódico digital marroquí en lenguas árabe y francesa ‘Le360ma’, 60.000 personas ya se han abonado al sex shop islámico. El propietario de la tienda cree que podrá conquistar Arabia Saudí sin demasiados problemas, porque hay un mercado de 1,5 millones de consumidores de productos eróticos que le están esperando. “Las autoridades religiosas de Arabia Saudí han dado su autorización para abrir una sede”, asegura el diario ‘Al Akhbar’. Hace unos meses, el joven marroquí se alió con Beate Uhse, el gigante alemán de productos eróticos desde que acabó la Segunda Guerra Mundial, cuyo volumen de negocios alcanza los 150 millones de euros. “Llevaremos nuestros 18 productos islámicos al mercado a través de Beate Uhse”, aseguró Aouragh. Unos productos, explica el joven de origen marroquí residente en Holanda, que no tienen nada que ver con los juguetes eróticos que se venden en los sex shops occidentales, porque son cremas, lociones o aceites de masaje. Demasiado para algunas mentes estrechas del mundo islámico.
Condena en Irán
Por otra parte, un tribunal iraní condenó a seis jóvenes que grabaron un vídeo bailando al ritmo de 'Happy', el éxito de Pharrell Williams, a penas de prisión y latigazos, según informó la Campaña Internacional de Derechos Humanos en Irán, una ONG con sede en Estados Unidos. Según la agencia EFE, los jóvenes fueron juzgados esta semana acusados de “participar en la producción de un vídeo vulgar” y “mantener relaciones ilícitas” entre ellos, y condenados por el tribunal a seis meses de cárcel y 91 latigazos cada uno, excepto una de las participantes, Reyhaneh Taravati, que fue sentenciada a un año de prisión. Las penas, sin embargo, quedaron suspendidas, tal y como indicó el abogado de los jóvenes, Farshid Rofugaran. “Afortunadamente”, dijo el letrado, “las sentencias han sido suspendidas”, lo que supondrá que no entrarán en prisión ni recibirán latigazos. El letrado dejó claro que todavía tiene que recibir notificación oficial de la decisión judicial para confirmar todos sus extremos. “Una condena suspendida pasa a ser nula transcurrido un determinado periodo de tiempo”, señaló Rofugaran. En el caso de estos jóvenes iraníes, también conocidos como el Grupo Happy, ese periodo para la nulidad de la sentencia será de tres años. “Cuando la sentencia está suspendida, el veredicto no se lleva a cabo pero si durante ese periodo se comete un delito similar, el acusado está sujeto al castigo legal y la condena se lleva a la práctica”, indicó. El grupo fue arrestado el pasado mes mayo, después de que el vídeo, considerado provocador según los estándares morales de la República Islámica de Irán, se hiciera “viral” en Internet. En el vídeo, las chicas no llevan el pañuelo con el que obligatoriamente todas las mujeres deben cubrir su cabello ni la camisola o abrigo, denominada en Irán mantón, que se lleva sobre la ropa y debe ocultar sus formas y tapar sus nalgas, muslos y piernas. Además, bailan con los varones, una violación del más estricto código de comportamiento islámico que las autoridades iraníes tratan de hacer respetar en el país, sobre todo en la esfera pública. Dos de los jóvenes comparecieron en la cadena de televisión estatal ‘IRIB’ para mostrar su arrepentimiento por haber participado en la grabación y asegurar que habían sido engañados.