'La religión tiene que quedarse fuera del feminismo'
Eloísa Cózar Navarrete
Pie de foto: De izquierda a derecha, Karim Hauser, coordinador de Relaciones Internacionales de Casa Árabe y presentador del evento, Mona Eltahawy, periodista y escritora y Najat El Hachmi, filóloga y escritora.
“No van a ser los racistas los que me hagan dejar de luchar por mis derechos como mujer”. Así zanjaba Najat El Hachmi una de las intervenciones más aplaudidas en el auditorio de Casa Árabe el pasado 26 de marzo. La escritora, junto con la periodista Mona Eltahawy, dio vida a la jornada “Religión, feminismos y laicidad”, enmarcada dentro del ciclo de conferencias “Diálogos sobre sociedades abiertas”, organizado por Casa Árabe y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión europea y Cooperación y que se prolongará hasta julio de 2019.
Estas ponencias se han organizado en un contexto en el que los informes de distintos organismos internacionales sitúan a los países del norte de África y de Oriente Medio como los más deficientes en materia de igualdad de género. Pese a que el nivel de desigualdad varía dependiendo de la región, la incorporación de las mujeres a la vida pública, laboral o de ocio aún dista mucho de ser igualitaria. Najat El Hachmi afirmaba que desde niña su vida ha estado condicionada por el peso de la tradición: “Desde pequeña me daba cuenta de elementos cotidianos que saltan a la vista, hábitos que tenemos muy interiorizados. Yo no tardé en darme cuenta de que yo tenía que aprender las tareas del hogar y mis hermanos no, yo no podía salir y mis hermanos sí”.
La discriminación llega a tal punto que muchas mujeres se consideran a sí mismas como ciudadanas de segunda clase. Mona Eltahawy contaba que: “Desde pequeña mis profesoras me preguntaban en qué trabajaba mi padre, no mi madre. No se esperaban que ella trabajara. En estas situaciones se ve el poco valor de las mujeres musulmanas”. Un valor y unos derechos que muchas feministas árabes llevan años reclamando. Pese a las revueltas iniciadas en el año 2011 para conseguir plasmar los derechos sobre el papel, Túnez parece el único país donde dichas protestas parecen haber mejorado la situación general de las mujeres. Paralelamente, para Najat El Hachmi, conseguir la independencia económica es clave para avanzar en la garantía de los derechos de las mujeres, un paso de gigante para la emancipación: “Veía a mis maestras, que habían tenido que luchar por sus derechos. Las veía en esos momentos con menos dependencia económica, y eso se convirtió para mí en una obsesión”.
A medida que aumenta la conciencia social, la lucha por la igualdad se vuelve más fuerte. Cada vez son más las feministas árabes que cuestionan la opresión religiosa, política y cultural a la que se han estado tradicionalmente sometidas. Mediante su activismo, luchan para que las voces de todas las mujeres que no pueden gritar sean oídas, tanto en sus países como por todo el mundo. “Es muy importante descubrir cómo otras mujeres están intentando dar respuesta a estas molestias”, “la aportación de feministas occidentales a mí me sirvió de atajo” decía Najat El Hachmi. “La revolución será feminista o no será, ese es el mensaje que intento transmitir”, “creo que somos los nuevos iconos, y eso es muy positivo” completaba Mona Eltahawy.
Con respecto al islam, ambas afirmaron que existe una gran brecha entre países que lo profesan. Mona Eltahawy contaba que cuando llegó a Arabia Saudí se dio cuenta de que el islam que allí se seguía no era el mismo con el que se había criado en su natal Egipto: “Para mí fue un trauma. Como chica parecía que era la encarnación del pecado. Me traumaticé, empecé a leer libros y me hice feminista. Hay una gran brecha entre Egipto y Arabia Saudí. No hay un solo islam. Supuso mucha conmoción”. Najat El Hachmi también aseguraba que, aunque no hayas vivido en el país, igualmente te afecta: “Ves toda esa corriente fundamentalista que empiezan a establecer normas estrictas con el cuerpo de las mujeres, y eso te indigna. La religión tiene que quedarse fuera del feminismo”.
Ambas feministas. Ambas escritoras
Mona Eltahawy y Najat El Hachmi son dos activistas que desde años luchan por los derechos de la mujer en los países más desiguales de Oriente Medio y el norte de África. En la jornada “Feminismos, religión y laicidad” ambas hicieron un llamamiento a la igualdad de género para abordar una problemática que ya se ha convertido en la principal preocupación de activistas y feministas de todo el mundo.
Mona Eltahawy es columnista y oradora sobre temas árabes, musulmanes y feminista. Fue corresponsal de Reuters en Oriente Medio y actualmente colabora para medios como el New York Times y The Guardian. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos y la revista The Time la presentó como “persona del año”. Además de periodista, es autora del libro El himen y el hiyab: por qué el mundo árabe necesita una revolución sexual. “A mí me interesa mucho la revolución social y sexual. Estamos ante una revolución de mujeres que queremos ser dueñas de nuestro propio cuerpo”. “El patriarcado es un problema universal, no solo mío, y mi objetivo es destruirlo”.
La presentación del libro de Mona Eltahawy tiene lugar este jueves 28 de marzo a las 19:30 en la Fundación Tres Culturas.
Najat El Hachmi, nacida en Marruecos, emigró a Vic con tan solo ocho años. Es licenciada en Filología Árabe y desde pequeña ha procurado canalizar y acercar los dos mundos a los que pertenece. Es autora de varios libros, como 'Yo también soy catalana', o 'El último patriarca'. Colabora como tertuliana radiofónica y publica artículos en prensa escrita. Con su obra 'El último patriarca' recibió el premio Ramón Llull 2008, el Prix Ulysse a la primera novela 2009 fue finalista del Prix Méditerranée Étranger 2009.
Las jornadas dentro del ciclo de conferencias “Diálogos sobre sociedades abiertas” continúan en la sede de Casa Árabe de Madrid, con un total de 13 sesiones (dos al mes), dedicadas a varias cuestiones y temas, que se pueden consultar en el siguiente enlace.