Sin asistencia en Ucrania debido a la escasez de fondos para la ayuda humanitaria
El conflicto entre Ucrania y Rusia se inició en 2014 tras las protestas en las calles ucranianas contra su presidente, Viktor Yanukóvich, por no suscribir un acuerdo de asociación con la UE y acercarse más a Rusia. La escalada de tensión fue tal, que finalmente se destituyó a Yanukóvich. En el mismo año, Rusia se anexiona la península de Crimea y dio pie al conflicto armado que, hoy en día, sigue vigente especialmente en la zona este de Ucrania, en los territorios de Donetsk y Lugansk. Desde entonces, las familias que viven próximas a la ‘zona de contacto’ tienen muchas dificultades.
Tal y como recoge la agencia Europa Press, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que cerca del 40% de las personas de las poblaciones en un radio de 20 km de la zona principal del conflicto, no tienen acceso a servicios básicos ni a la atención médica. Una cifra que aumenta hasta el 57% en las personas que viven a unos 5 km de las zonas más convulsas, donde además de no poder disfrutar de los servicios más básicos, según los informes de Naciones Unidas, tampoco tienen acceso seguro a hospitales.
La coordinadora de la ONU en Ucrania ha revelado en un comunicado que se han cubierto menos del 30% del dinero que se solicitó a la comunidad internacional para hacer frente a dicho conflicto. Ante esta falta de fondos, al menos, seis ONG han tenido que paralizar sus actuaciones en la zona, lo que supone aún más desprotección para las personas necesitadas y atrapadas en este conflicto. Debido a la falta de dinero se han tenido que suspender labores básicas y muy necesarias como la distribución de agua potable a través de camiones cisterna (que abastecían a unas 20.000 personas) o el reparto de alimentos a unas 30.000 personas en gran riesgo.
La situación puede volverse todavía más insostenible cuando comience el frío en la región; por lo que, para anticiparse a una posible catástrofe humanitaria, las organizaciones humanitarias han solicitado, con carácter urgente, una partida de 52 millones de dólares para poder hacer frente a las principales necesidades de los miles de personas que se encuentran en situación de riesgo.
Los últimos datos de la OCHA señalan también el aumento de la depresión, el estrés post traumático, ansiedad y diversos desórdenes. Calculan que al menos el 40% de las personas que habitan las regiones de Donestk y Lugansk (enclaves principales del conflicto) están experimentando estos trastornos.