Opinión

Otoño en llamas

photo_camera Hay millones de catalanes que se sienten españoles

Las urnas esperan un cambio radical de los mismos políticos que no fueron capaces de ponerse de acuerdo el 29 de abril.  Ahora, precisamente ahora, la Audiencia  Nacional nos ha confirmado que el motivo troncal de la moción de censura –la supuesta  financiación irregular el PP de Mariano Rajoy- era una interpretación torticera (y por tanto prevaricadora) del juez Ricardo de Prada, amigo íntimo de la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, la fiscal  que “bebe el vino de la copa del también juez prevaricador,  Baltasar Garzón” y que aplaudía  la “información  vaginal” de las cloacas  del multiusos Villarejo. ”Éxito asegurado”,  pronosticaba la Notaria Mayor del Reino,  que pasará a la historia por levantar acta de la exhumación de Francisco Franco. La traición del PNV y los compañeros de viaje de UP, Mareas y separatistas del norte y del este, provocaron una disruptura democrática con la promesa incumplida de convocar elecciones inminentes. 
 
Una vez que Pedro Sánchez saboreó los placeres de La Moncloa, incluidos los viajes en Falcon (todo gratis total) su programa fue sencillo: anclarse al poder. Engañó a todos todo el tiempo (a Rajoy, a Rivera,Iglesias, a los discípulos del racista Sabino Arana, a Otegui, a Puigdemont, a Junqueras. En primavera, azuzó el fantasma de la ultraderecha de VOX y en otoño vuelve a la carga con un órdago para polarizar la campaña: “O él, o un gobierno del PP con el franquista” Abascal. Mentiras. Incorregible el presidente disfuncional que juega siempre con cartas marcadas como denuncia la Junta Electoral Central. 
 
El bloqueador
 
Toda la carrera política del doctor Sánchez es un plagio. Ha tenido varias oportunidades de conformar gobierno, pero en el minuto de descuento echaba el freno y daba marcha atrás. ¿Recuerdan el solemne acuerdo con don Pablo I, el de Galapagar, en el Palacio de la carretera de la Coruña con el membrete del Gobierno de España y el de Unidos Podemos –confundiendo Ejecutivo y PSOE- para ofrecer un mandato estable, ecológico, feminista, digital, igualitario; en suma, super, super progresista?  Las ofertas a la señora del doctor Iglesias y a tres o cuatro privilegiados colegas para entrar en el Consejo de Ministros se disolvieron como un azucarillo en aguardiente castizo.
 
Y entonces fue cuando el líder de lo que queda del 15-M, se sintió herido en su honor. Luego, vino el ofrecimiento in extremis de los 57 escaños de Ciudadanos. Mayoría absoluta con Rivera.  Bloqueó de nuevo el pacto y se lanzó a lo que mejor sabe hacer: mitinear. Sobre todo, porque como de geografía anda pez, –“sí, vengo de Huesca y mañana voy a Aragón”, aseguró en la SER”-, pues dice en cada plaza lo que quieren oír sus parroquianos. Esta vez parece que no va con su chica parada… con tantos nombres como ciudades visita. 
El eslogan de campaña, Ahora gobierno Ahora España, Ahora sí, invitaba al optimismo. Pero 24 horas después de presentar el programa oficialmente tuvo que “mejorarlo” con lo de la plurinacionalidad y el federalismo –jamás han explicado estos conceptos ni en San Sebastián, Granada y Barcelona- para contentar a Miquel Iceta, el colaboracionista más necesario y brillante del golpismo catalán. Don Pedro Sánchez tiene bloqueado al PSOE –que nos ha gobernado casi 25 años de nuestra vida- y solo exige adhesiones inquebrantables. Hay que otorgarle una medalla pensionada por la exhumación de los restos de Franco. ¡Qué valentía el de este doncel! ¡qué coraje¡¡qué valor¡¡qué supremo heroísmo al ganar una batalla con un Cid Campeador muerto en la cama hace casi medio siglo! 

Pablo Casado, candidato del Partido Popular
 
Más que unas elecciones
 
Las elecciones del 10-N son las más decisivas de este siglo XXI. Porque el fantasma económico resurge como en 2007 y la unidad de España está más amenazada que nunca. Pareciera que tras los dos referéndums ilegales de 2014 y 2017, y la proclamación de la república catalana, con el dúo Rajoy-Soraya en el poder, las cosas no podían ir a peor: nos equivocamos. Este otoño, Cataluña –y en especial Barcelona- han ardido durante ocho noches de violencia revolucionaria, con comandos organizados (los CDR y el Tsunami Democrático –hay que tener desvergüenza para denominar así el terrorismo- alentados por el representante del Estado en la CCAA, Quim Torra y justificando la violencia por organizaciones como el Parlament, la ANC y Omníum Cultural “para visibilizar el conflicto a nivel internacional”. 

Hay millones de catalanes que se sienten españoles


La cobardía de los últimos ministros del Interior del gobierno popular, Fernández y Zoido podría considerarse temeraria tras la tregua-trampa del pusilánime Pequeño Marlasca, que no ha sido capaz de garantizar el orden público en el partido de la Liga de Fútbol Barcelona-Real Madrid, por las amenazas de los terroristas subvencionados por todos nosotros. Eso sí; habrá derroche de medios en la cumbre del Clima en diciembre para hacerse la foto con Greta, pero ni una decisión urgente para la catástrofe del Mar Menor. Tiene una explicación lógica: Murcia no es una nación. 
 
El TS ha dictado una sentencia demasiado benévola (delito de sedición y malversación de fondos públicos para los golpistas del 1-0) –con este Código Penal nunca se podrá aplicar el delito de rebelión- y, amparándose en esa ensoñación del magistrado Varela – van a reformarlo no para incluir con claridad el delito de secesión sino el “delito de seducción”.
En diciembre de 2012, los dirigentes de ERC ya eran conscientes del agujero negro de las leyes españolas, su mejor pasaporte a la independencia. “No hay leyes para pararnos, no van a meter a un millón de catalanes en la cárcel, no van a mandar los tanques ni a la Guardia Civil, y algo más elemental: el gobierno no hará nada”. (Declaraciones de Jordi Bosch –hoy ministrillo de Exteriores de Cataluña- recogidas por este periodista en la reunión mensual de Europa en Suma.
 
¿Creen ustedes que ante tamaño desafío el Congreso de la Nación ha debatido el problema de Cataluña e implementado alguna iniciativa parlamentaria para parar el procès que sigue en marcha? Ninguna. No nos cansaremos de repetir que el Juramento único para cargos electos y funcionarios y una adaptación de la enmienda XIV de la Constitución de los Estados Unidos consagrando la lealtad constitucional- hubieran impedido llegar hasta aquí. 
Albert Rivera, presidente de Ciudadanos


Gobierno constitucionalista
Por fortuna, aún tenemos algunos jueces sin miedo, algunos fiscales indomables, una Constitución del 78 en vigor y un rey de España que ha dado muestras de que es el primer servidor de la Nación en estos tiempos difíciles. Lo hizo el 3 de octubre de 2017 y regresa con toda la familia a Cataluña este lunes para presidir los Premios Princesa de Gerona. Será el bautismo de fuego de la princesa de Asturias tras su debut público de la pasada semana en Oviedo. 
 
El nazismo-comunismo catalanista, favorecido desde la Generalidad –resulta increíble que se abra una investigación a los Mossos por cumplir con su deber y se pida la excarcelación de los detenidos por agredir a la Policía-, es lo propio de un gobierno autónomo en rebeldía, cuyo indigno president acude a cortar carreteras, que homenajea a los saboteadores de los servicios públicos y no condena la violencia de los terroristas encarcelados hace tres semanas. “No nos representan”, dice el racista lacayo del desertor Puigdemont, mientras acude en coche oficial a bendecir a los encapuchados de las autopistas con Ibarretxe de cuerpo insepulto, a la vez que su mujer invadía los accesos al aeropuerto de El Prat, -también en coche oficial, como madre lideresa de sus hijos afiliados a los CDR. 
 
El espectáculo de los Rectores de las Universidades catanas es bochornoso. Se han rendido a los vándalos que propagan miedo y odio, han pactado su inmunidad, les prometen el aprobado general por asistir a las manifestaciones, les quieren eximir del pago de matrículas y tasas y permiten que los alumnos que lo deseen no puedan asistir a su trabajo; recibir clases.  ¿No es eso malversación de fondos públicos? ¿Y qué han dicho el presidente del Gobierno en funciones, el ministro volador (también en funciones) y la CRUE? Nada. Que hay normalidad y que el PP fue un semillero de separatistas.  No existe autonomía cuando no hay autonomía financiera. Y las Universidades españolas dependen en un 80 por 100 de los PGE. Cataluña adeuda al Estado 78.000 millones que nunca piensa pagar. 
 
Por último, ¿qué pensar de los alcaldes y ediles de la AMI que utilizan sus bastones como lanzas contra España y apoyan a los golpistas, y del Cuartel General de la trama revolucionaria que es TV3?  Que toda su chulería se la pagamos nosotros. Desgraciadamente. 
 
Resulta conmovedor ver a los empresarios catalanes –aquellos herederos del golpe de estado de 1923 que nos impusieron desde la Ciudad Condal al dictador Primo de Rivera para segur con sus privilegios proteccionistas- cómo imploraban ante el monarca español un acuerdo en Madrid. ¿Qué han hecho durante la dictadura pujolista y los tripartitos? Se lo diré en dos palabras: corromper a todos los partidos políticos con comisiones del 3 al 10 % y callar como una banda mafiosa. El apoyo explícito de CCOO y UGT es sencillamente canallesco.
 
Necesitamos, pues, un gobierno constitucionalista la noche misma de pasar por las urnas. Un gobierno valiente que aplique las leyes, que proteja a los catalanes que viven bajo el miedo y el terror. Unos catalanes y españoles que han estado abandonados desde hace 40 años y especialmente por los tres presidentes más nocivos en la democracia española: Zapatero, don Mariano y PS, el doctor “cum laude del plagio”.
 
Rearmar al Estado
Aplíquense las normas en su integridad y amplitud. La Ley de Seguridad Ciudadana, el Código Penal, el Civil y el artículo 155. El Parlamento salido de las urnas tiene como primera misión rearmar al Estado. Desgraciadamente, la llave de la gobernabilidad la tiene el PSOE. Porque tras la declaración de Barcelona con el anfitrión Torra y el invitado especial Arnaldo Otegui, la disyuntiva es clara: o democracia o tiranía. O unidad de la Patria o federalismo asimétrico; es decir, más desigualdad, más injusticia social y menos libertad.  
 
El “tsunami de nazis insurrectos” ya ha amenazado con boicotear colegios y taladrar la ciberseguridad del recuento. Luego no digan que no lo sabían. 
 
Éstas no son unas elecciones para dirimir si gobiernan las derechas o las izquierdas: son una cita única para consolidar las instituciones democráticas en el seno de la UE o para volver al Frente Popular de los años 30. Ya han inhumado a Franco del Valle de los Caídos; una pírrica victoria que se complementará con el derribo de la Cruz y con el advenimiento de una Memoria Histérica que nos helará el norte del corazón. Como demócratas no vamos a pedir que inhumen a Sánchez de la Moncloa, como se pide en las redes sociales. Es más; queremos que recupere el sueño que le quitaba gobernar con Pablo Iglesias. Que decida el pueblo español en libertad.
 
Lo progresista es hacer un gobierno fuerte, patriota y que cumpla y haga cumplir las leyes. En un Estado de Derecho nadie esta por encima ni al margen de la ley. Si el bloqueo impide un nuevo tiempo de reformas urgentes, todos los candidatos deberían dimitir. No nos merecemos un equipo de políticos saboteadores. Dialogo, por España como necesidad.

Los reyes de España acudirán a la entrega de los premios Princesa de Gerona
 
El rey Felipe VI es el último muro de contención para instaurar la III República. Estamos con la Monarquía Parlamentaria y con la Carta Magna del 78. Todos a las urnas el domingo próximo. Hay mil motivos para votar: Ahora, España (PSOE), España en Marcha (Cs), España siempre (Vox) Por todo lo que nos une (PP) Un gobierno contigo UP.
Ahora sí.  Acabemos con este otoño catalán en llamas en esta semana sin apenas lluvias. 
Bahia de Itaca.