El político etíope ha utilizado la entrega del premio para enarbolar una “paz duradera en el Cuerno de África” en contra de los extremismos

Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía, recoge el Nobel de la Paz

PHOTO/HAKON MOSLOVD LARSEN/NTB - El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, posa después de recibir el medallón del Premio Nobel de la Paz de 2019 durante la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, ha sido galardonado este martes con el premio Nobel de la Paz tras haber cerrado un acuerdo de paz con Eritrea, su país vecino, después de décadas de conflicto. El que ahora se ha convertido en el primer etíope que guarda un Premio Nobel en su haber ha querido centrar su discurso en hacer una llamada a la unidad nacional de Etiopía en busca de la democracia y la inclusión cultural y en contra de los extremismos y los discursos del odio. 

“Para mí, cultivar la paz es como plantar y cultivar árboles. Al igual que los árboles necesitan agua y buena tierra para crecer, la paz requiere un compromiso inquebrantable, paciencia infinita y buena voluntad para cultivar y cosechar sus dividendos”, con estas palabras se ha referido a la paz el primer ministro etíope al recibir el galardón del Comité Nobel Noruego en Oslo. “En definitiva, la paz requiere una visión duradera. Y mi visión de la paz está enraizada en la filosofía Medemer”, así, con esta palabra en amárico (la lengua más extendida en Etiopía), Ahmed Ali ha aludido a la convivencia y a la unidad del país africano basadas en el amor y el perdón. 

Etiopía ha vivido un periodo de reformas políticas bajo el Ejecutivo de Ahmed Ali; un cambio de sentido hacia una visión más liberal de la política, alejándose de la línea férrea y represiva de sus antecesores. Entre sus medidas, destacan la liberación de prisioneros políticos y periodistas, el cierre de centros de tortura, más espacio a la libertad de prensa y al multipartidismo o el despido a funcionarios antes intocables, algunos de ellos incluso acusados de tortura. “Quiero llamar a todos mis compañeros etíopes a unir sus manos y a ayudar a construir un país que ofrezca justicia, derecho y oportunidades iguales para todos sus ciudadanos”, ha añadido en su discurso. 

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, es presentado por el presidente del Comité del Premio Nobel, Berit Reiss-Andersen, durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz

Sin embargo, todavía existen descontentos e incertidumbres en este país del Cuerno de África respecto a esa intención mostrada por Ahmed Ali de reforzar la unidad nacional en un país con una gran diversidad de grupos étnicos que tradicionalmente han guardado grandes tensiones y relaciones conflictivas entre ellos. El primer ministro etíope se enfrentó a una de las mayores crisis de su mandato después de la muerte de decenas de personas en una ola de desorden y protestas en los últimos veinte meses que han hecho el año pasado de Etiopía el país con más desplazados internos de todo el mundo. Pese a que el país fue divido con su Constitución de 1995 en diferentes estados federados en función de las diferencias étnicas, muchos de las críticas al presidente se basan en la falta de competencias federalizadas e injusticias socioeconómicas contra ciertas étnicas en un país que también vive otras desigualdades en materia de género o de clase social. 

El primer ministro de Etiopía también ha lanzado en buena parte de su discurso un mensaje al presidente de Eritrea, país con el que se ha conseguido poner fin a un conflicto territorial que ha durado dos décadas y que ha dejado atrás a cien mil personas muertas, entre soldados y civiles. “Creía que la paz entre Etiopía y Eritrea estaba al alcance, estaba convencido de que el muro imaginario que separaba a nuestros países desde hacía demasiado tiempo debía ser derribado y, en su lugar, había que erigir un puente de amistad, colaboración y buena voluntad”, ha afirmado el etíope en Oslo. 

Eritrea y Etiopía comenzaron un conflicto armado en 1998 después de que Eritrea accediera a su independencia dejando de ser una provincia etíope mediante un referéndum, sin embargo, las fronteras entre estas dos naciones no quedaron establecidas por consenso y desembocó en un conflicto armado que causó desplazamientos masivos, deportaciones y desnacionalización de ciudadanos a ambos lados de la nueva y violenta frontera. 

El Premio Nobel de la Paz, el primer ministro etíope Abiy Ahmed Ali, pronuncia su discurso durante la ceremonia de entrega de premios

En el año 2000, el conflicto en el ámbito militar remitió, pero no así en el político, que se ha quedado enquistado todos estos años. Sin embargo, en 2018 se conocía la noticia de que Etiopía bajo el Gobierno de Ahmed Ali estaba dispuesta a aceptar el acuerdo de fronteras suscitado en 2002 con la intención de poner fin a las hostilidades armadas. Esta reconciliación ha conseguido reunir a familias separadas durante años y las comunicaciones entre las dos naciones. 

El establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos Estados y el cese de la violencia en la frontera se vio por parte de la comunidad internacional como un alivio para el Cuerno de África, zona al este del continente azotada por los conflictos armados, profundas crisis humanitarias y la presencia de grupos terroristas. “No queremos que el Cuerno sea un campo de batalla para las superpotencias o un escondite para los comerciantes del terror y los agentes de la desesperación y la miseria”, afirmaba Ahmed Ali. 

Por su parte, Berit Ressis-Andersen, presidenta del Comité Nobel Noruego, enfatizó sobre los “múltiples retos” que guardan el país y la región especialmente en materia de desarrollo económico y millones de desplazados y ha elogiado al primer ministro etíope “representa a una nueva generación de lideres africanos que se han dado cuenta de que los conflictos armados y las hostilidades étnicas deben ser resueltas por medios pacíficos”. Así Ahmed Ali, político licenciado en Ingeniería que ha dedicado su vida política a la modernización y estabilización de Etiopía recibirá 9 millones de coronas colocándose en la lista de premiados con el Nobel de la Paz junto a figuras como el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos u organizaciones internacionales como la Unión Europea. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato