Casi dos millones de europeos han pedido ya la condición de asentado para poder residir en Reino Unido tras el Brexit

Ciudadanos comunitarios sin estatus de asentado podrían ser deportados, según el ministro británico de Estado de Seguridad

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Brandon Lewis, ministro de Estado de Seguridad de Reino Unido, ha alertado sobre la posibilidad de que ciudadanos comunitarios sin estatus de asentado puedan ser deportados si no solicitan esta condición una vez que se produzca el Brexit. 

Hasta dos millones de europeos han solicitado ya la condición de asentado para poder permanecer en territorio británico. Todavía queda en torno a un millón de personas por realizar ese trámite para evitar ser expulsado del país cuando se efectúe el procedimiento de salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). Esa condición es la garantía que ofrece el Gobierno británico de que sus derechos quedarán protegidos tras el divorcio anunciado entre Londres y Bruselas. 

Hasta finales de 2020 hay tiempo para que los afectados se puedan acoger a esta nueva categoría. En una entrevista al diario alemán Die Welt, Lewis advirtió sobre el riesgo de aplicación de la normativa sobre inmigración y, por consiguiente, de expulsión para los afectados que no hayan cumplido con el trámite para esa fecha límite: “Si los ciudadanos de la UE no se han registrado para entonces sin una adecuada justificación, se aplicarán las reglas de inmigración”.

En este escenario, a pesar de que cualquier ciudadano europeo comunitario tenga en regla todas sus condiciones legales de trabajo y residencia, si no llegan a cumplimentar el papeleo para lograr la condición de asentado, entonces se tendrán que atener a esas reglas de inmigración señaladas por el ministro de Estado de Seguridad una vez se materialice la marcha británica de las instituciones comunitarias. 

Por parte ciudadana, se ha denunciado que muchos de estos millones de europeos comunitarios afectados no habían sido informados adecuadamente sobre este extremo. Mientras, otros rechazaron verse obligados a pasar por este proceso al estar en contra del proceso de Brexit como tal. 

El Ministerio de Interior de Reino Unido ya recibió antes del pasado 30 de septiembre 1.860.200 solicitudes de asentamiento para cuando se haya implementado el Brexit, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).

Esta institución aclaró que el número de peticiones completadas fue de 1.524.500, dentro de esos casi dos millones recibidas, y que el 61% de esos casos logró obtener el estatus de asentado. La ONS informó además que el 38% obtuvo el estatus de ‘preasentado’, otorgado a aquellas personas que llevan menos de cinco años consecutivos viviendo en el Reino Unido.

Durante el mes de septiembre, se tramitaron 373.600 formularios, de los que el 57% recibió la aprobación del Ministerio, y se asignó el estatus de ‘preasentado’ al 43%, en tanto que una solicitud fue rechazada por no resultar apta.

Actualmente, hay 2,37 millones de ciudadanos comunitarios trabajando en territorio británico. Las personas de países del bloque comunitario y sus familiares tienen de plazo hasta diciembre de 2020 para solicitar acogerse al citado programa gubernamental. Para ello deben aportar su identidad, mostrar que residen en el Reino Unido y declarar si han sido en el pasado condenados por algún delito.

Existe un procedimiento a través de una aplicación móvil para iniciar el trámite de cara a obtener el estatus de asentado. El Ejecutivo británico lanzó esta herramienta para agilizar plazos de cara a todos aquellos residentes en Reino Unido, que formen parte del área económica común o que sean nacionales suizos. Esta ‘app’ sirve como paso previo para luego completar el procedimiento a través del organismo pertinente y, hasta el momento, ha sido utilizada por un millón de personas.

Reunión entre Boris Johnson y Leo Varadkar

Mientras se siguen conociendo detalles del inminente proceso salida de Reino Unido de la UE previsto para el 31 de octubre, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió este jueves con su homólogo irlandés, Leo Varadkar, en Inglaterra, en un nuevo esfuerzo por superar la actual crisis del Brexit antes de la decisiva próxima cumbre europea del 17 de octubre.

No se espera que haya un acuerdo de última hora entre Reino Unido y los dirigentes europeos, pero Johnson y Varadkar celebraron una reunión privada en la ciudad de Liverpool para tratar el asunto del Brexit y expresaron el convencimiento de que existe un "camino" hacia un "posible acuerdo". Todo ello tras la nueva oferta para el proceso del Brexit hecha por el ‘premier’ británico, llamado “Dos fronteras para cuatro años”.

El primer ministro de la República de Irlanda ya dejó caer hace unos días que el último plan de Johnson no era muy bienvenido, aunque ahora se ve una posible salida, según se desprende de esta última reunión entre ambos. Una estrategia, la del primer ministro británico, que pretende modificar la conocida como ‘salvaguarda irlandesa’, cláusula que acordó la anterior primera ministra Theresa May con los dirigentes comunitarios, pero rechazada por la Cámara de los Comunes en hasta tres ocasiones para evitar una frontera entre las dos Irlandas y esquivar el hecho de poner en peligro el proceso de paz instaurado en el Ulster tras años de negociaciones y atentados. 

En virtud de ese punto del acuerdo, rechazado ahora por el Gobierno de Boris Johnson, Irlanda del Norte permanecería en el Mercado Único y la Unión Aduanera comunitarios hasta que Londres y Bruselas llegasen a un acuerdo sobre su futura relación comercial. Algo que era visto por los conservadores británicos como una pérdida de soberanía al entender que se dependería de Europa para decidir sobre la libre circulación de personas y bienes entre la República de Irlanda (país independiente que forma parte de la UE) e Irlanda del Norte (parte integrante de Reino Unido, que quedaría fuera de las instituciones comunitarias con el Brexit).

Sin embargo, en el nuevo plan enviado a Bruselas, Johnson propone que Irlanda del Norte abandone la unión aduanera y que los papeleos sobre los aranceles se hagan de manera electrónica, algo que para la UE es inaceptable. Esta propuesta también recoge que Irlanda del Norte podría seguir incluida en el Mercado Único y que después de cuatro años, la Asamblea de Belfast podría decidir si seguir bajo el estatus comunitario o adherirse a la normativa británica. 

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