El ébola llega en autobús a Goma

Pablo Rubio

Pie de foto: Un trabajador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) descontamina la puerta de una casa en una parcela donde se encontraron dos casos de ébola, en la aldea de Mabalako, en el este del Congo. AP PHOTO/AL-HADJI KUDRA MALIRO

El virus del Ébola sigue extendiéndose por el centro de África. El Ministerio de Sanidad de la República Democrática del Congo ha confirmado el primer caso de la enfermedad en la ciudad de Goma, la tercera más poblada del país. La crisis sanitaria, que dura ya once meses, es la segunda peor epidemia de ébola en la historia, solo por detrás de la que asoló el Golfo de Guinea entre 2014 y 2016. Según los datos más recientes del Ejecutivo de Kinshasa, publicados el 14 de julio en la cuenta de Twitter del Ministerio de Sanidad, han fallecido 1.665 personas en el país desde el pasado agosto. El número total de afectados ronda los 2.500 y aumenta día a día por decenas en las áreas rurales. 

Goma es, hasta la fecha, el mayor núcleo urbano donde se ha registrado un caso de ébola. Situada en la frontera con Ruanda, a orillas del lago Kivu, es la ciudad más importante del este de la República Democrática del Congo y su población se calcula en algo más de un millón de habitantes. Es la capital de la provincia de Kivu Norte, la más afectada por la epidemia, y un destacado punto de paso para refugiados.

Pie de foto: Hoja informativa sobre el brote de ébola en la República Democrática del Congo que ha dejado cientos de muertos desde abril de 2018. AFP/AFP

El virus llegó en bus

El ébola ha aparecido en la ciudad a través de un misionero que se contagió después de haber estado en contacto directo con otros enfermos. El afectado, de 46 años, mostró los primeros síntomas de fiebre hemorrágica el pasado día 9, cuando se encontraba en la localidad de Butembo, al noreste del país, donde el brote viene diezmando a la población desde el mes de diciembre. El pasado domingo, el pastor fue trasladado a Goma en autobús para ser diagnosticado y tratado. 

Está previsto que los demás pasajeros que viajaban con el paciente sean vacunados hoy, según Agence France Presse. Esta medida y el rápido diagnóstico del afectado hacen suponer que el riesgo de contagio en Goma es bajo, según afirma el Ministerio de Sanidad en un  comunicado. En el mismo texto, las autoridades han realizado un llamamiento a la calma a la población local. Además, el Gobierno y la Organización Mundial de la Salud (OMS) iniciaron en diciembre de 2018 un plan de vacunación en la ciudad. Los beneficiarios han sido, en gran medida, los integrantes de los dispositivos sanitarios que se ocupan de atender a pacientes procedentes de otros puntos de la República Democrática del Congo.

Sin embargo, las medidas de prevención no han arrojado los resultados deseados en las áreas más remotas del noreste. El virus del ébola se transmite con relativa facilidad entre humanos a través de los fluidos corporales. Su tasa de mortalidad es significativa: la OMS la sitúa en torno al 50%. Sin embargo, el presente brote se caracteriza por una letalidad todavía más elevada. Por cada enfermo que es tratado con éxito, más de dos no superan la enfermedad. 

Pie de foto: Un sanitario con el equipo de protección contra el ébola, camina antes de entrar en la Unidad de Atención de Emergencia Biosegura (CUBE) en el centro de tratamiento del ébola ALIMA (Alianza para la Acción Médica Internacional) en Beni, en la República Democrática del Congo. REUTERS/BAZ RATNER

Inestabilidad interna y regional

El hecho de que la región de África Central sea inestable social y políticamente no contribuye a poner coto a la epidemia. Una parte sustancial del este de la República Democrática del Congo se encuentra bajo el dominio de milicias armadas que custodian fuentes de recursos naturales como el coltán. Su presencia dificulta sobremanera el trabajo de los servicios médicos del Estado, la OMS y las ONG desplegadas sobre el terreno. La inseguridad en las regiones de Kivu Norte e Ituri provoca flujos de desplazados internos que, inevitablemente, expanden el alcance de la epidemia. Según cifras de ACNUR, su número alcanza los cuatro millones y medio.

El ébola, no obstante, no se circunscribe solamente a la República Democrática del Congo y amenaza con convertirse en una emergencia sanitaria regional. A mediados de junio, se registraron tres casos de la enfermedad en una misma familia en la vecina Uganda. El pasado día 13 de julio, las autoridades de Kampala declararon que la epidemia había sido erradicada en su territorio. Sin embargo, el riesgo de que vuelva a aparecer es real. La situación de la República Centroafricana y de Sudán del Sur, ambos sumidos en sendas guerras civiles, complica todavía más una posible solución. “[La región] no estará limpia hasta que la epidemia en la República Democrática del Congo sea erradicada”, declaró recientemente a The East African Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. 

La falta de financiación, apunta Tedros, ha sido igualmente un problema persistente en la lucha contra el ébola. De los 98 millones de dólares que Naciones Unidas había previsto destinar a paliar la enfermedad, solo 44 han sido transferidos de forma efectiva hasta el momento. La Casa Blanca, en el marco del programa USAID, ha incrementado su contribución económica a la República Democrática del Congo hasta los 100 millones de dólares para el presente ejercicio. Este empujón, sin embargo, será estéril si la región sigue siendo una zona de conflicto permanente, manifestó recientemente el propio Tedros en una entrevista en The Guardian.

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