Hong Kong, más calmada pero incansable

Eloísa Cózar Navarrete

Pie de foto: Manifestantes frente al Parlamento en Hong Kong el día 12 de junio de 2019 para protestar contra la ley de extradición. TWITTER @Macchinetta

Las calles de Hong Kong han amanecido hoy más calmadas. Días después del comienzo de las incansables protestas populares contra la polémica ley de extradición anunciada por la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, el Consejo Legislativo ha anunciado que pospone la segunda lectura que estaba prevista para este jueves del proyecto de ley. De aprobarse dicha enmienda, las autoridades hongkonesas podrían autorizar el envío de sospechosos a China para ser juzgados por el sistema judicial continental.  

A lo largo de toda la semana miles de personas, en su mayoría jóvenes y activistas, se han congregado en torno al legislativo autónomo de Hong Kong para protestar contra lo que consideran una intolerable injerencia china en el sistema judicial de la Región Administrativa Especial que, en teoría, debería ser completamente autónomo. Ha sido por esta presión popular y la explícita oposición de un amplio espectro social, por lo que el portavoz del Legislativo, Andrew Lung ha decidido posponer hoy por segundo día consecutivo la sesión de la cámara en la que se debe hacer una segunda lectura de la ley, tal y como ha anunciado el propio Consejo Legislativo en un comunicado. Cabe recordar que Carrie Lam, con ideología conocidamente propekinesa, y promotora de la iniciativa, ya anunció a principios de semana queno importa cuán grande o multitudinario sea el movimiento:el proyecto de ley seguirá su curso y permitirá la extradición, porque Hong Kong “no debe convertirse en un nido de fugitivos”.

Entretanto, los edificios de la sede del Gobierno de Hong Kong permanecerán cerrados este jueves y viernes “por motivos de seguridad”. Los trenes tampoco efectuarán parada en las estaciones más cercanas a las sedes gubernamentales. Algunos centros comerciales y pequeños comercios también han cerrado sus puestas hasta que la violencia en las calles remita. 

Los hongkoneses siguen sin bajar los brazos y sin rendirse pese a los continuos anuncios de las autoridades de la Región Administrativa Especial y de su más que firme determinación por sacar adelante la ley de extradición, cuya aprobación estaba prevista para el mes de julio. El Frente Civil para los Derechos Humanos de Hong Kong, principal instigador de las protestas, y sus varios portavoces han llamado repetidamente a los manifestantes a seguir en su empeño y en no abandonar las calles de la región. De hecho, “han prometido” celebrar una manifestación masiva este domingo, en un intento por seguir posponiendo la lectura de la ley. 

Pie de foto: Un oficial de policía retiene a un manifestante durante el desalojo tras el enfrentamiento ante el Consejo Legislativo de Hong Kong tras una manifestación contra una controvertida propuesta de ley de extradición en Hong Kong a principios del 10 de junio de 2019. AFP/PHILIP FONG

Mientras, las manifestaciones se están disolviendo con métodos más que cuestionables por parte de las autoridades policiales hongkonesas. Según noticias publicadas en medios locales hongkoneses, son abundantes las dosis de gas pimienta, las porras e incluso las balas de plástico y los cañones de agua que la policía ha empleado contra los manifestantes este miércoles mientras cercaban la sede del Consejo Legislativo. Tal y como recogen medios hongkoneses de fuentes médicas locales, hasta ahora se habrían producido un total de 72 heridos, dos de ellos estarían en estado grave por los enfrentamientos directos entre la Policía y los manifestantes. Otros 11 habrían sido arrestados solo en las manifestaciones del miércoles, según Stephen Lo, Comisionado de Policía de la región. 

Por su parte, Carrie Lam ha denunciado el ataque de los manifestantes a la Policía mediante el uso de ladrillos, barras metálicas y objetos incandescentes, en lo que consideró una “instigación descarada a la revuelta”. El mismo miércoles condenó también enérgicamente las revueltas, a las que calificó de “disturbios descarados y organizados”, instó a que la población se mantenga al margen de la violencia, pues ninguna sociedad civilizada gobernada por un estado de derecho podría tolerar estos disturbios: “Creo que cualquier problema aún se puede resolver en Hong Kong, una sociedad civilizada, de manera pacífica, racional y respetuosa de la ley para los intereses generales de Hong Kong”. Según el diario South China Morning Post hasta 5.000 agentes antidisturbios habrían sido movilizados para controlar y evitar incidentes en el transcurso de las sesiones legislativas que estaban previstas a lo largo de esta semana. 

Como respuesta a las continuas reivindicaciones, al caos social y la presión tanto nacional como internacional, el ejecutivo hongkonés se ocupó de recordar que la ley, la cual permitiría la extradición sin supervisión legislativa a aquellos países con los que Hong Kong no tienen acuerdos previos de extradición (mayoritariamente China, Macao y Taiwán), ya ha pasado por dos modificaciones. Tras confirmar el Gobierno que ningún arrestado con riesgo de sufrir una condena de muerte sería extraditado en abril, los arreglos en la enmienda posteriores dejarían, en teoría, un escenario en el que cada caso deberá ser previamente valorado por los tribunales locales para poder implementar un veto en las cuestiones que así lo requieran para evitar una injusta extradición. Aunque los puntos susceptibles de debate en la ley continuaron intactos, solo aquellos que se enfrenten a una sentencia mínima de siete años de prisión podrán ser transferidos. 

Pie de foto: Decenas de personas protestando en silencio en el paso elevado hasta el Legislativo en Hong Kong el 13 de junio de 2019. En sus carteles se lee, en cantonés: dejad de atacar a los ciudadanos de Hong Kong. TWITTER/@Macchinetta

Las respuestas a las protestas

No solo en Hong Kong se han revuelto las aguas con el proyecto de ley presentado por el ejecutivo. En varios países de Europa y en Australia se han convocado también manifestaciones en distintas ciudades para apoyar al pueblo hongkonés. Además, no han sido pocas las organizaciones e instituciones internacionales que han puesto sobre la mesa su valoración, tanto en lo que al motivo de las revueltas como en lo que a la contención de éstas se refiere. 

El observatorio para la defensa de los Derechos Humanos, Human Rights Watch ha advertido que la Policía de Hong Kong no debe usar una fuerza excesiva contra los manifestantes. Ante el propio anuncio del Comisionado de Policía, Lu Weicong, recogido en Radio Television Hong Kong acerca de los métodos empleados por las autoridades policiales para paliar las revueltas, Human Right Watch ha querido expresar su preocupación y recordar que el uso de la fuerza policial únicamente debe limitarse a aquellas situaciones en las que sea estrictamente necesario, conforme a las normas y al derecho internacional. Sophie Richardson, directora en China de la organización, quiso resaltar que “Las autoridades deben reconocer las obligaciones legales de Hong Kong de permitir que las personas den a conocer sus puntos de vista a través de protestas pacíficas”.

Paralelamente, en un comunicado emitido por el Servicio Europeo de Acción Exterior, la Unión Europea ha pedido a las autoridades de Hong Kong que respeten los derechos de reunión y de libre expresión de los manifestantes, así como que “comparte” muchas de las preocupaciones expresadas por los ciudadanos. Así mismo, dice abogar por el diálogo y llama al Gobierno a optar por este camino con sus ciudadanos: “Una consulta pública exhaustiva e inclusiva ayudaría a encontrar un camino constructivo para avanzar. Esperamos que el Gobierno participe en un diálogo de este tipo con sus ciudadanos”.

A raíz de este posicionamiento, Beijing ha pedido a la Unión Europea que no injiera en unos asuntos que considera internos de China. En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang ha calificado los comentarios europeos de “irresponsables y erróneos”, y ha transmitido el fuerte descontento del Gobierno chino: “He dicho muchas veces que los asuntos de Hong Kong son puramente asuntos internos de China. Ningún país, organización o individuo tiene derecho a intervenir en ellos”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también ha opinado acerca de las manifestaciones multitudinarias de esta semana. El mandatario ha comentado que entiende los motivos que han desatado las protestas en Hong Kong y que espera que “todo salga bien”: “Entiendo las razones. Espero que sean capaces de encontrar una solución con China”.

Pie de foto: Manifestantes ocupan las calles durante una protesta contra el proyecto de ley de extradición propuesto por el gobierno, fuera del edificio del Consejo Legislativo, donde los miembros del Consejo Legislativo votarán sobre el proyecto de ley de extradición a China. PHOTO/CHAN LONG HEI/SOPA/via ZUMA WIRE 

Telegram denuncia un ataque durante las protestas 

La evolución de la tecnología ha ofrecido a los manifestantes otra vía para comunicarse. A la hora de organizar las revueltas, en lugar de usar Facebook o Twitter, como durante la revolución de 2014, los manifestantes se han puesto de acuerdo mediante servicios de mensajería cifrada como Telegram o Whatsapp. Esto les ha permitido no solo ser más discretos a la hora de comunicarse, sino que también mucho más rápidos y eficientes. Con plataformas de mensajería segura se espera poder escapar de la vigilancia y la persecución policial.  

En el caso de Telegram, la plataforma se niega a compartir con Gobiernos extranjeros los datos para descodificar las comunicaciones entre usuarios, motivo por el que fue bloqueado en países como Irán y Rusia. Es por ello que el uso de estas plataformas ha crecido vertiginosamente esta semana entre los manifestantes, con el objetivo de evitar caer en el punto de mira de las autoridades de seguridad. 

Con este escenario como telón de fondo, el servicio de mensajería encriptada Telegram anunciaba este miércoles un ataque cibernético desde servidores en China. El creador de la aplicación, Pável Dúrov ha asegurado que las direcciones IP desde donde se ha iniciado el ataque proceden de China: “Históricamente, los ataques DDoS de magnitud estatal (entre 200 y 400 Gigabytes por segundo) que hemos experimentado han coincidido con protestas en Hong Kong. Esta vez no ha sido una excepción”, afirmó.

Más de esta serie:

Hong Kong vuelve a las calles (10 de junio de 2019)

La condena de sus líderes hace despertar del sueño a la Revolución de los Paraguas (2 de mayo de 2019)

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