Middle East Eye revela que los aviones fueron lanzados desde las bases de Hashd al-Shaabi, en Irak

La Coalición Árabe denuncia el uso de armas iraníes en los ataques contra Saudi Aramco

AFP/FAYEZ NURELDINE - El portavoz de la coalición militar liderada por Arabia Saudí, el coronel Turki al-Maliki, durante una conferencia de prensa en la capital saudí, Riad, el 16 de septiembre de 2019

El portavoz de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí que combate en Yemen de 2014 – también denominada Coalición Árabe –, el coronel Turki al-Maliki, ha asegurado que “los resultados preliminares muestran que las armas son iraníes y actualmente estamos trabajando para determinar la ubicación”.

En un comunicado recogido por la agencia saudí de prensa SPA, la Coalición ha revelado que “todas las evidencias e indicaciones operacionales, así como las armas que atacaron los suministros mundiales de energía y la seguridad económica mundial en las instalaciones petroleras de Abqaiq y Khurais confirman que las armas utilizadas en los ataques son iraníes”.

Estas declaraciones siguen la línea manifestada por Estados Unidos, que inmediatamente tras la comisión de los ataques contra las refinerías de Saudi Aramco, denunció la implicación iraní en los mismos. El primero en pronunciarse fue el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien famoso por su línea de actuación dura contra el país persa, llegó a afirmar en su cuenta de Twitter que “Teherán está detrás de casi 100 ataques contra Arabia Saudí, mientras que Rohaní y Zarif fingen participar en la diplomacia”. “Irán ha lanzado un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo”, publicó en la red social. El presidente Donald Trump, por su parte, aseguró que había “razones para creer que conocemos al culpable”, por lo que estaban “encerrados y cargados dependiendo de la verificación” y “esperando saber del Reino sobre quién creen que fue la causa de ataque”, para, así, poder decidir “bajo qué términos” procederían. 

: Imágenes satelitales tomadas el 15 de septiembre que muestran algunas de las áreas dañadas de las instalaciones petroleras de Arabia Saudí que fueron atacadas por aviones no tripulados

Sin embargo, una exclusiva publicada por Middle East Eye aporta más detalles sobre el incidente, ya que revela que “los ataques que paralizaron la industria petrolera fueron realizados por drones iraníes lanzados desde las bases de Hashd al-Shaabi en el sur de Irak”.

El medio, que cita a un alto funcionario de la inteligencia iraquí, expone que la ofensiva se realizó como represalia “por los ataques de aviones no tripulados israelíes en las bases y convoyes de Hashd al-Shaabi en agosto, que fueron coordinados y cofinanciados por los saudíes”. Dichos ataques, que tuvieron lugar el mes pasado, fueron planeados cuando el ministro saudí de Estado para Asuntos del Golfo, Thamer al-Sabhan, visitó los efectivos kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SFD, por sus siglas en inglés) en junio, de acuerdo con las fuentes de la inteligencia iraquí. La ofensiva, que consistió en cinco ataques, se dirigió contra bases, depósitos de armas y un convoy en las provincias de Salah Al-Din y Diayala, dejando un muerto y un herido de gravedad. Entonces, el parlamentario Ahmad al-Asadi declaró que “atacar las posiciones de una entidad que forma oficialmente parte de las Fuerzas Armadas de un país supone una declaración de guerra”.

Cabe explicar, en este punto, que Hashd al-Shaabi, también denominado como las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés), es un conglomerado paramilitar de 40 milicias, en su mayoría chíies, que han combatido contra Daesh desde su nacimiento en el año 2014 y que, actualmente, su número de miembros se eleva hasta los 150.000, según los últimos datos proporcionados por fuentes estadounidenses. El 1 de julio, el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mhadi, emitió una orden ejecutiva en la que decretaba que “todas las fuerzas de las Unidades de Movilización Popular deben operar como una parte inseparable de las Fuerzas Armadas y están sujetas a las mismas regulaciones que se le aplican a esas Fuerzas Armadas” y, si no lo cumplían, debían optar por el desarme. La relación de Hashd al-Shaabi con Irán viene dada porque, en el terreno, “las milicias están influencias en gran medida por los comandantes locales y el jefe adjunto Abu Mahdi al-Muhandis, el exjefe de Kata’ib Hezbollah, vinculando a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán”, según explica The Defense Post.

Un miembro de las Hashd Al Shaabi (Unidades de Movilización Popular), en el aeropuerto de Tal Afar el 20 de noviembre de 2016

En esta línea, cabe destacar que el funcionario de inteligencia iraquí citado por Middle East Eye ha sentado las bases de la justificación de Hashd al-Shaabi de la ofensiva contra Saudi Aramco: “El último ataque se produce por dos razones: otro mensaje de Irán a EEUU y sus aliados de que mientras continúe su asedio a Irán, nadie tendrá estabilidad en la región. Sin embargo, la segunda razón más directa es una fuerte venganza iraní por los recientes ataques israelíes con drones lanzados desde las zonas controladas por las SFD en Siria contra las bases pro-iraníes de Hashd”.

La investigación de Arabia Saudí, con apoyo de la Coalición, actualmente sigue en curso y cuenta, desde este lunes, con la participación de Kuwait. El medio de dicho país Alrai publicó el sábado que “un avión no tripulado de tres metros de largo, que provenía del mar, descendió a una altitud de 250 metros sobre el palacio”, haciendo referencia al palacio de Dar Salwa, ubicado en el centro de la ciudad de Kuwait. “La dirección de seguridad ha comenzado las investigaciones necesarias sobre el avistamiento de un avión no tripulado sobre la costa de Kuwait y qué medidas se tomaron para enfrentarlo”, comunicó el Gobierno en su cuenta de Twitter.

El Ministerio de Exteriores saudí ha emitido un comunicado en el que se anuncia la invitación realizada a “expertos internacionales y de la ONU a ver la situación en el terreno y a participar en las investigaciones”. “El Reino tomará las medidas apropiadas basadas en los resultados de la investigación, para garantizar su seguridad y estabilidad. El Reino afirma que tiene la capacidad y la determinación de defender su tierra y su gente, y responder con fuerza a estas agresiones”, concluye la nota.

El ministro de Estado saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Jubeir
Irak e Irán niegan su implicación

En la declaración de la Coalición, también se asegura que “el ataque terrorista no fue lanzado desde el territorio yemení como afirmaron las milicias hutíes”. Pompeo declaró, en esta línea, que no había “evidencia de que los ataques vinieran de Yemen”.

Los primeros indicios, entonces, apuntaron a que se había usado el territorio iraquí como punto de partida de la ofensiva, una acusación que ya ha sido rechazada por el Gobierno: “Irak niega las noticias difundidas por algunos medios de comunicación que sugieren que su territorio fue utilizado para atacar instalaciones petroleras sauditas utilizando drones, y destaca su compromiso institucional de evitar el uso de su territorio para atacar a sus vecinos, hermanos y amigos”, rezaba el comunicado emitido por la Oficina del primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mhadi.

El primer ministro iraquí Adel Abdel Mahdi

El comandante de Asa’ib Ahl Al-Haq, uno de los grupos armados chiíes más poderosos del país, fue más allá y cargó contra la influencia estadounidense en la región: “Sabemos que las acusaciones son infundadas y los estadounidenses no pueden probarlas. Sabrían si alguno de los drones hubiera despegado de cualquier parte de Irak, ya que controlan por completo los cielos iraquíes, por lo que es solo un nuevo pretexto para atacarnos”, declaró a Arab News.

Por su parte, la reacción iraní no se hizo esperar. El ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, arremetió contra Pompeo: “Habiendo fallado con la presión máxima, está recurriendo al engaño máximo”, escribió en Twitter. “Culpar a Irán no terminará con el desastre. Aceptar nuestra propuesta de abril de 2015 para poner fin a la guerra y comenzar las conversaciones puede”, explicó el responsable de Exteriores iraní, quien se refería a la proposición de un plan de paz de cuatro puntos para Yemen remitido ante el que fuera secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, hace cuatro años.

Javad Zarif, ministro de Relaciones Exteriores de Irán

El documento de la propuesta, al que tuvo acceso Reuters, contemplaba “un alto el fuego inmediato, el fin de todos los ataques militares extranjeros, asistencia humanitaria, la reanudación del amplio diálogo nacional y el establecimiento de un gobierno de unidad nacional inclusivo”.
 

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