Las llegadas a España a través de la ruta del Mediterráneo Occidental fueron un 58% inferiores a las del año precedente, con 24.000 migrantes detectados

La cooperación con Marruecos redujo drásticamente las llegadas irregulares a España en 2019

photo_camera REUTERS/FRANCOIS LENOIR - El director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri, presenta el informe anual de la agencia de fronteras de la UE en Bruselas, Bélgica, el pasado 17 de enero

La cooperación con Marruecos redujo drásticamente el número de inmigrantes irregulares interceptados en España en 2019, explicó este viernes el director de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), Fabrice Leggeri, durante la presentación del último informe de ese organismo. Las llegadas a España a través de la ruta del Mediterráneo occidental fueron un 58% inferiores a las del año precedente, con 24.000 migrantes detectados, fundamentalmente marroquíes y argelinos. Esa caída, según el director de Frontex, fue debida en primer lugar a la "buena cooperación con Marruecos a nivel bilateral, entre España y Marruecos, pero también entre la UE y Marruecos". Leggeri aseguró que en una reciente visita a Marruecos pudo comprobar que las autoridades marroquíes "se toman muy en serio" la lucha contra la inmigración irregular porque "no quieren que Marruecos sea desestabilizado" por la presencia en su territorio de actividades criminales y de tráfico de personas.

"Es una situación en la que todas las partes ganan", señaló el director de la agencia. Leggeri valoró la reducción de migrantes en situación irregular detectados en las fronteras exteriores de la UE el pasado año, 139.000 personas, el número más bajo desde 2013. La cifra supone además un 6% menos que en 2018 y un 92% menos que el récord de llegadas alcanzado en 2015. La reducción se debe fundamentalmente a un menor número de llegadas a España e Italia, revela el informe, que pone de relieve que en la llamada ruta del Mediterráneo central, con destino a Italia, el número de llegadas se redujo un 41% con respecto a 2018 y se mantuvo por debajo de los 15.000 migrantes, en su mayoría nacionales de Túnez y Sudán.

Leggeri indicó no obstante que la complicada situación que existe en Libia es un factor que Frontex está "siguiendo", porque "puede tener un impacto en la ruta del Mediterráneo central". Uno de los grandes avances en el último año, añadió el director de Frontex, se ha producido en los retornos a sus países de origen de los inmigrantes que no tienen derecho a obtener una protección internacional, que ascendieron a 15.800, la mayor cifra nunca lograda por la agencia. El informe revela por otra parte que no se ha logrado reducir el flujo de migrantes en la ruta del Mediterráneo oriental, con destino a Grecia, donde 2019 fue testigo de un 46% más de llegadas que 2018.

Mediterráneo

En todo 2019 fueron registrados más de 82.000 migrantes procedentes de esta ruta, sobre todo ciudadanos afganos y sirios, una cifra aun así muy inferior a las contabilizadas en 2015 y principios de 2016, en el punto álgido de la llegada de solicitantes de asilo a las costas griegas. También aumentó el tránsito en la ruta de los Balcanes Occidentales (14.000), con más intercepciones en la frontera entre Grecia y Albania, en su mayoría de personas procedentes de Afganistán y Siria.

Leggeri habló, por otro lado, de los avances en el reclutamiento de los 700 primeros agentes que se incorporarán a Frontex, en el marco del cuerpo permanente de la Guardia Europea de Fronteras y Costas. Señaló que 7.500 personas, tanto de países del este y el sur de la UE como del norte, han enviado su candidatura, una cifra que ha "sorprendido" a la propia agencia, que llevará a cabo la selección de personal en los próximos meses, con el objetivo de llevar a cabo su formación y que puedan ser desplegados a partir de enero de 2021. Añadió que aún no se conocen las zonas concretas donde esos nuevos guardias serán destinados, algo que dependerá de los Estados miembros, que son los que decidirán si solicitar o no ese apoyo. La Guardia Europea de Fronteras y Costas deberá contar con 5.000 guardias en 2021, para aumentar a 10.000 en 2027, en un claro avance hacia una política de control fronterizo común.

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