El exmandatario, que asegura que ha sufrido un “golpe de Estado”, ha llegado a México, que le ha concedido asilo político

Los actores políticos bolivianos mueven ficha mientras Morales huye a México

photo_camera REUTERS/CARLOS GARCIA RAWLINS - El expresidente de Bolivia, Evo Morales

Morales ha llegado este martes a México dejando atrás un panorama político y social convulso. “Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía”, aseguraba este martes el ya exmandatario a través de Twitter. El político despegaba en la madrugada del lunes rumbo a México a bordo de un avión de este país, pero se vio obligado a hacer escala en Asunción (Paraguay), ha informado la agencia EFE.

“Fue un golpe de Estado cívico y policial”, aseguraba ayer Morales, forzado por la advertencia del jefe de las Fuerzas Armadas del país andino y después de la publicación de un informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el que se denunciaban irregularidades en el último proceso electoral y varias semanas de manifestaciones y violencia por las calles. Han sido diversas las reacciones a estos hechos, así como las definiciones que diferentes actores de la región han utilizado para referirse a los hechos ocurridos el pasado domingo. 

Este mismo martes se ha producido también la dimisión del ministro de Defensa boliviano, Javier Eduardo Zavaleta López, quien ha expresado en Twitter que su voluntad "fue siempre preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al servicio de la población" y no contra ella. “Jamás dimos una orden para que nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo y jamás la daremos”, ha aseverado Zavaleta, el decimoterecer ministro en renunciar del antiguo gabinete del también dimitido Evo Morales, en la crisis desatada tras la primera ronda de las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, recogía EFE.

“El Estado que construimos es una Bolivia en la que un militar debería encarar la defensa de su patria al lado de su pueblo y no contra él, por lo tanto, la responsabilidad de volver a las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esa decisión”, ha señalado este martes Zavaleta al explicar las razones de su dimisión.

“Mesa y Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas. Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo. El mundo y bolivianos patriotas repudian el golpe”, proseguía Morales en la madrugada de este lunes. El depuesto presidente señala a Mesa y al líder de las protestas, Luis Fernando Camacho, como responsables de los episodios de violencia que ha vivido el país en los últimos días. 

Las reacciones tanto domésticas como internacionales no han tardad en producirse. El primer grupo que se ha manifestado frente a la decisión del presidente de Bolivia ha sido la oposición bolivariana.

Carlos Mesa

El expresidente y líder de la oposición Carlos Mesa llamó este lunes al partido en el gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS), a que facilite una sucesión a Evo Morales ante el vacó en el poder que se ha instalado en el país. El candidato a la presidencia por el partido Comunidad Ciudadana ha declarado en una rueda de prensa que una posible solución pasaría por la elección de un nuevo presidente del Senado que de forma provisional ejerciera la jefatura del Estado. 

Luis Fernando Camacho, un líder cívico de Santa Cruz y una importante figura de la oposición, habla con partidarios desde una patrulla policial en La Paz, Bolivia, el 10 de noviembre de 2019

“Es inaceptable que se interprete que en Bolivia ha habido un golpe de Estado”, afirmaba el opositor en la rueda de prensa. “Si siguieron lo acontecimientos los últimos días saben que durante un mes el pueblo boliviano heroicamente ha dado una demostración de democracia, añadía. 

Ante esta situación de incertidumbre, la opositora de Unidad Demócrata y segunda vicepresidenta del Senado, Jeaninne Áñez, ha afirmado estar en condiciones de asumir la presidencia del país para que un gobierno interino convoque elecciones. El nombre de Áñez ha empezado a sonar con fuerza después de que el hasta ahora vicepresidente Álvaro García Linera y los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, Víctor Borda y Adriana Salvatierra, respectivamente, anunciaran su renuncia y sea esta senadora la siguiente siguiendo la línea marcada por la constitución.

Áñez ha reafirmado el carácter “transitorio” de ese posible gobierno y ha declarado que si se consigue otra vía para la elección presidencial, ella la va a “aceptar”, como así lo ha recogido la agencia EFE. “Si las condiciones se dan, si voy a tener acompañamiento de la sociedad civil, obviamente de que estoy dispuesta a llevar adelante este reto”, añadió en alusiones al resto de partidos con representación en el Senado. 

El político uruguayo Luis Almagro, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos.
México ofrece asilo a los dimisionarios

El canciller mexicano Marcelo Ebrard, confirmaba este lunes la concesión de asilo a Morales. El jefe de la diplomacia azteca relató haber recibido una llamada de Morales mediante la cual respondió a la invitación del Gobierno mexicano y solicitó "verbalmente y formalmente el asilo en nuestro país". En sus palabras, México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".

Ebrard explicó además que había solicitado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia un salvoconducto para que Morales salga del país, y evocó la tradición mexicana de ofrecer "protección a los perseguidos políticos".

El ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard. gobierno mexicano dijo el lunes que concedió asilo político a Evo Morales, quien renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, considerando que "su vida y su integridad están en peligro".

En medio de la incertidumbre y tensión que se vive entre las calles de Bolivia tras los episodios violentos y ante una renuncia también en el Estado Mayor General de la Policía, cargo que ahora se suma también a un estado de interinidad; otros mandatarios como el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, se halla “a resguardo” en la Embajada argentina en La Paz, según han confirmado a Efe fuentes de la Cancillería Argentina, sin embargo, no han confirmado su petición de asilo. 

La policía y personas salen a las calles de Santa Cruz para celebrar la renuncia del presidente boliviano Evo Morales el 10 de noviembre de 2019
Las reacciones internacionales 

Entre este clima pendiente de los movimientos dentro de la Policía y las Fuerzas Armadas, el Gobierno de Estados Unidos afirmó estar “monitoreando” la situación en el país andino y ha hecho hincapié en la importancia de la participación civil en la toma del control de poder transitorio y se respete la constitución: “Hacemos un llamado a todos para que se abstengan de la violencia durante estos momentos de tensión y continuaremos trabajando con nuestros socios internacionales para asegurar que la democracia y el orden constitucional de Bolivia perduren”, ha afirmado a la Voz de América un portavoz del Departamento de Estado de EEUU. 

En la misma línea la Unión Europea insistió a todas las partes a guardar “contención” y “responsabilidad” para que se puedan celebrar nuevas elecciones de forma pacífica. “Me gustaría expresar claramente nuestro deseo de que todas las partes lleven pacíficamente al país a nuevas elecciones”, ha expresado la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini ante la prensa. 

Evo Morales

Las dos partes coincidieron en el papel de la OEA frente a este proceso de incertidumbre en Bolivia. Luis Almagro, secretario general de la organización interamericana, ha pedido a la Asamblea Legislativa de Bolivia que se reúna de forma “urgente” y que “asegure el funcionamiento institucional” del Estado boliviano según un comunicado emitido después de la renuncia del presidente Morales. Del mismo modo, EEUU ha pedido a la OEA que envíe una misión para supervisar todo este proceso. 
Otros Estados de la región como Uruguay han calificado este lunes de “golpe de Estado” la situación que ha llevado a la renuncia al presidente Morales, debido al “quiebre del Estado de Derecho” producido en el país suramericano que lo ha sumido en el “caos y la violencia”, como así lo ha recogido en un comunicado la Cancillería uruguaya. Sin embargo, para otros países latinoamericanos como es el caso del gobierno de Argentina de Mauricio Macri “no hay golpe de Estado”, según indicó Normando Álvarez García, embajador argentino en el país andino. 

Finalmente, la Federación Rusa, después sumarse a definir los hechos del domingo como “golpe de Estado”, pidió a las fuerzas políticas de Bolivia a actuar “con sensatez y responsabilidad y a hallar una salida constitucional a la crisis en aras de la paz, la recuperación de las instituciones y la observancia de los derechos de todos los ciudadanos”, como así ha señalado el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado. Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado desde el Kremlin este lunes que abordará con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, la situación en Bolivia en la cumbre de los países BRICS que tiene prevista su celebración en Brasilia este miércoles y jueves 13 y 14 de noviembre. 

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