El responsable de la Alianza de Civilizaciones destaca que el plan de la ONU para la protección de los sitios sagrados debe ponerse en marcha inmediatamente sin esperar a que todo este diseñado y todo esté preparado, porque hay que actuar ya.

No pueden tolerarse más ataques a los lugares de culto

photo_camera REUTERS/ABDERRAHMANE MOKHTARI - El ex Ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, es el nuevo Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones de la ONU.

La ONU lanzó recientemente un Plan de Acción para la Protección de Sitios Religiosos elaborado por la Alianza de Civilizaciones de la Organización.

La presentación del proyecto ante los Estados miembros la efectuaron conjuntamente el Secretario General de la ONU, António Guterres, y el Alto Representante de la Alianza, el exministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos.

Noticias ONU entrevistó posteriormente a Moratinos, quien destacó que el objetivo prioritario del Plan es sensibilizar en el mayor modo posible a la comunidad y a la opinión pública internacionales sobre el grave problema que representan el incremento de los ataques contra los lugares de culto.

“Y esto no se puede tolerar. Hemos llegado a un momento de tolerancia cero en que hace falta actuar”, enfatizó.

Para lograrlo el Plan de Acción enumera una serie de recomendaciones a nivel de Naciones Unidas, a los Estados miembros, a los líderes religiosos, a los medios de comunicación, al sector privado y a la sociedad civil.

Tres áreas de acción para la ONU

Moratinos destacó los tres grandes objetivos que solicita el plan. “Uno, para facilitar la aplicación de Plan es proponer un plan global de comunicación para reforzar la sensibilización; el segundo objetivo que nos hemos fijado es hacer un mapeo de todos los lugares de culto en el mundo para demostrar donde están cada uno de ellos e identificar los posibles ataques y amenazas pero, al mismo tiempo, permitiéndonos distribuir o sectorializar los distintos componentes de esos lugares de culto; y por último, preparar una gran conferencia internacional de la ONU con líderes religiosos, líderes políticos, el sector civil y medios de comunicación”.

Ese sería el momento en donde todas estas recomendaciones habrían vivido ya una primera fase y tendríamos la capacidad de ponernos a trabajar y demostrar que puede mejorar la seguridad y la paz de estos lugares de culto.”

La prevención en materia de educación, en materia de lucha del discurso del odio no se erradica de la noche a la mañana, necesita un tiempo.

Con relación al compromiso de los países de acatar el Plan recordó que la actuación de las Naciones Unidas representa la voluntad de ayudar o colaborar, mediante una “responsabilidad compartida” para que todas las naciones se sientan “parte” del proceso.

“Lo que hemos sentido desde el inicio de la configuración y redacción del Plan, y hoy lo hemos constatado en la presentación ante los Estados miembros, es que hay un consenso unánime.

Todos los Estados miembros que han tomado la palabra han elogiado el Plan, han mostrado su disposición para ayudarnos a la aplicación y por lo tanto hay un sentimiento de comunidad y de intereses para que el Plan sea un éxito y vamos a trabajar para ello”.

Interrogado sobre la rapidez con la que se implementará el Plan destacó mediante una cita literaria que hay que ponerse a trabajar de inmediato.

“No podemos esperar a Godot, no podemos esperar a que pase el tiempo y que tengamos todo preparado, todo diseñado. Yo creo que hay que trabajar en paralelo: por una parte, poner en marcha todos los mecanismos, seguir las recomendaciones, identificar los problemas que surgen en la aplicación de esas recomendaciones y actuar en caso de que se tenga que actuar”.

Alerta temprana y prevención

Moratinos agregó que una de las propuestas es activar un sistema de alerta temprana que las comunidades pueden establecer para evitar que ocurran los ataques. 

“Pero al mismo tiempo tenemos que hacer prevención a medio y largo plazo. La prevención en materia de educación, en materia de lucha del discurso del odio no se erradica de la noche a la mañana, necesita un tiempo. Ese tiempo es el que hay que ir trabajando y manteniendo interés y la sensibilización con todas las partes.”

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