Las televisiones y la carrera por la audiencia durante el Ramadán
Como cada año, durante el Ramadán, las cadenas de televisión se afanan en elaborar los programas más cautivadores para atraer al máximo número de espectadores. En esta época del año, los musulmanes de todo el mundo recurren a las emisoras en árabe en el Iftar, el momento en que se rompe el ayuno y se pone el sol. Más de 1.000 canales por satélite, además de los canales digitales nacionales, ofrecen comedia, drama, telenovelas, series y diversos programas públicos.
Si la oferta es tan variada, es porque las tarifas publicitarias se multiplican por tres durante este periodo sagrado, ¡así que todo el mundo va allí!
En esta frenética carrera por la audiencia, todos los "trucos" parecen estar permitidos. El Ramadán llega siempre bajo el signo del espectáculo y las cámaras ocultas son su marca de fábrica. Este año se confirma la tendencia, aunque hacer reír a menudo coquetea con el mal gusto y el susto.
En Marruecos, la segunda cadena de televisión nacional, 2M, está registrando resultados récord (hasta un 75% de audiencia) para su programa estrella "Mchiti Fiha", en el que los invitados juegan a asustar a animales salvajes y peligrosos en un zoo.
Pero donde la estupidez alcanza su paroxismo es en Túnez y siguiendo los mismos procedimientos de la cámara oculta, una doble de Angelina Jolie se presenta -como la actriz estadounidense- como embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas para ofrecer a Túnez un lote de vacunas contra la COVID-19. La emboscada se preparó cuando el invitado que acababa de ser vacunado presenció la muerte de un cómplice tras la inyección de la misma vacuna.
En este periodo de desconfianza hacia las vacunas y de preocupación generalizada, Nessma TV ignora toda prudencia y responsabilidad. La OMS se apresuró a reaccionar: "Los medios de comunicación tienen un papel que desempeñar en este ámbito. Pero es de desear que un programa de este tipo emitido en un canal popular en un momento de amplia audiencia no contribuya, por el contrario, al asociar la vacuna con la muerte o con efectos secundarios graves, a promover el escepticismo, la vacilación ante la vacuna y la conspiración", escribe el representante de la Organización Mundial de la Salud en Túnez. El Colegio de Médicos de Túnez también ha expresado su descontento, calificando el programa de "grave amenaza para la campaña (de vacunación) y susceptible de perturbar la percepción ciudadana de la vacuna".
Si el Ramadán es el momento del año en el que hay que practicar el ayuno, también es (y sobre todo) el mes en el que más se come. De la mañana a la noche, chefs y cocineros de todo tipo preparan delicias hipercalóricas y provocan las papilas gustativas de los ayunantes más austeros. En estos paseos digestivos y a menudo indigestos, las cocinas del mundo pasan sin dejar espacio para la dieta.
Pero ahí no acaba la cosa, el " atractivo visual " de la televisión debe durar más allá de la hora de la comida. Y es entonces cuando llega el otro programa imprescindible de la noche, el culebrón. Se trata de una antigua tradición que siempre ha sido respetada y ampliamente financiada y desarrollada.
Con la ayuda de la tecnología, las emisiones por satélite y digitales ofrecen estas series en YouTube para compartirlas gratuitamente. En términos de dramatismo, la tendencia actual corresponde a la mayor preocupación del mundo musulmán: el terrorismo.
Egipto, uno de los principales países productores de series, se ha dedicado a denigrar a su peor enemigo, los Hermanos Musulmanes, y a repasar sus fechorías en la historia reciente del país. La serie El- Al Ikhtiyar 2 (La elección 2) está inspirada en hechos reales y actos terroristas que sacudieron Egipto entre 2013 y 2014. Desde las masacres en los campos de la plaza de Rabia-El-Adaouïa, hasta las operaciones más sangrientas en el Sinaí. Apoyada en imágenes de archivo en un estilo de redacción casi documental, la serie de acción es una antología de explosiones y acciones heroicas de oficiales egipcios y para gloria del ejército egipcio.
La otra serie destacada es, sin duda, El Cairo-Kabul, que aborda las ramificaciones del yihadismo y los movimientos takfiristas egipcios. Tarek Lotfi, el actor principal, aparece en el cartel de la película como Bin Laden. Incluso antes de su emisión, la telenovela provocó una protesta en los círculos conservadores. Pero este Bin Laden es más bien egipcio y aunque el parecido con los hechos reales sea real, los guionistas niegan cualquier relación entre ambos. Sin embargo, el espectáculo carece de fuerza y su tratamiento sigue siendo superficial y muy didáctico, la preocupación por el equilibrio no parece ser una preocupación de los guionistas y los personajes son maniqueos y sin espesor.
Junto a estas series moralizantes que pretenden educar, un OVNI animado llamado Adán resulta escalofriante, y con razón: las cuestiones científicas son asumidas por lo religioso. Difundida en YouTube, la animación presenta a un viejo jeque que explica a los jóvenes el nacimiento de la vida en la tierra y no se trata de dinosaurios y menos aún de la teoría del Big Bang, sino de djinns y seres malignos que poblaron la tierra y el universo. Suficiente para que Darwin se revuelva en su tumba.