Vuelve el Mundial
Año 1982. España.
La gente vibra. Sin móviles. Sin internet. Con los periodistas de radio.
Fútbol con mayúsculas. Todos los grandes se dan cita en nuestro país. 24 selecciones nacionales. Se celebra la Copa Mundial de la FIFA. Los periódicos se agotan en los quioscos.
Comenzó un 13 de junio. San Antonio. Entonces, este santo se celebraba en muchas casas. Eran otros tiempos, otras circunstancias, otras generaciones. Las mismas pasiones por un deporte universal. Las mismas rivalidades. Amigos reunidos para ver los partidos. A veces, en el bar. El de siempre, el del barrio.
Tras un mes de triunfos y derrotas (la española llegó demasiado pronto), se jugó la final. Ganó Italia. Alemania quedaba en segundo lugar. De la posición de España, mejor no acordarse. Los italianos, que conseguían la copa por tercera vez, marcaron tres goles mientras que los alemanes sólo uno. Quería que ganase quien ganó. Un amigo de entonces, no. Según él, los alemanes eran mejores.
Cuando se juega, unas veces se gana y otras veces se pierde. La vida es un continuo juego, un escenario de vencidos y vencedores.
Quini, Santillana, Juanito, Gordillo… la verdad es que al que mejor recuerdo de aquella época es a López Ufarte, quizá no era el más bueno, pero sí el más guapo. ¿Es correcto decir esto? No sé… Era una opinión compartida por casi todas mis amigas. Los chicos no opinaban al respecto.
Recuerdos que vuelven ahora, más de 40 años después, porque también vuelve el Mundial a tierras españolas. Décadas que suman años. Y que sí son, y muchos, aunque el bolero diga que 20 años no son nada. 2030. Esa será la fecha.
No vamos solos. Tendemos manos. O nos las tienden. A la derecha y a la izquierda, o a la izquierda y hacia abajo, más allá de este maravilloso Mediterráneo tan nuestro, y tan de ellos: Portugal y Marruecos. Un trío perfecto. Una candidatura a tres que ha contado con el visto bueno. También es cierto que era la única presentada. ¿Realmente eso importa?
Pero crucemos otros mares. Otros vuelos más allá. Donde todo empezó. Donde hace casi un siglo se celebró el primer mundial: Uruguay. Corría el año 1930. En homenaje, allí también habrá partidos, y en Argentina y Paraguay. Ellos disputarán el primer encuentro en sus casas.
Al final, todos contentos. Y es que repartir felicidad es muy fácil, aunque nos cueste tanto.
¿Será el Santiago Bernabéu el escenario de la final? Ya hay quien mira para Casablanca. Y esto acaba de empezar.
Este inesperado anuncio de la FIFA da más margen de tiempo para organizar. Que luego no se ponga de excusa…
Veremos cómo se resuelven los intereses y los conflictos internos. Desde pequeña, me enseñaron que los trapos sucios se lavan en casa. Pues eso, que por delante tenemos aún un puñado de años… y, seguramente, no llegarán faltos de sorpresas. Comienza la cuenta atrás.
Ayyy, ese 1982. Cómo pasa el tiempo. ¿Verdad, Naranjito?